La Cumbre de la OMC

Un gran desafío para la soberanía alimenticia

Del 30 de noviembre al 3 de diciembre de 1999, los ministros de los países miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC) se reunirán en Seattle, Estados Unidos en el marco de la tercera Conferencia Ministerial de esa organización. Durante esta 'misa mayor' internacional, los países participantes fijarán la futura agenda de negociaciones comerciales. De hecho, numerosos temas serán nuevamente discutidos en el año 2.000, entre los cuales se encuentran el Acuerdo Agrícola, el comercio de servicios y la propiedad intelectual. Por otra parte, nuevos sectores tales como el comercio electrónico y los organismos genéticamente modificados harán su entrada en la OMC.

Es muy probable que en Seattle, los ministros decidan lanzar una nueva ronda de negociaciones, ya bautizada como el ciclo del milenio. En esta ronda todos los temas serán puestos sobre la mesa, provocando las sesiones de regateo que han caracterizado a los ciclos precedentes. Para evitar que se prolongue excesivamente, lo que ocurrió con la Ronda de Uruguay que se alargó durante 8 años, los Estados Unidos desean que se imponga una fecha límite a este nuevo ciclo.

La liberalización de la agricultura forma parte de los temas que más inquietan a las organizaciones campesinas, a las ONGs y a ciertos gobiernos del Sur. De manera profundamente injusta, la versión actual del Acuerdo Agrícola favorece ante todo al complejo agro-industrial que busca incrementar la sobreproducción agrícola del Norte para venderla a los países del Sur. Esta conquista de nuevos mercados se hace en detrimento de la soberanía alimenticia de la población de los países del Sur.

A la víspera de estas discusiones urge que, tanto en el Sur como en el Norte, los pueblos, las organizaciones y los gobiernos se movilicen para que las nuevas reglas del comercio mundial reconozcan la soberanía alimenticia como un derecho fundamental y una garantía para mejorar el bienestar de los pueblos. Siembras quiere contribuir a esta tarea publicando el presente mini-dossier sobre el desafío de las próximas negociaciones agrícolas en el seno de la OMC.

Los principios a defender
Para Oxfam Solidaridad, progresar hacia la soberanía alimenticia, es movilizar a los ciudadanos con el fin de:

· garantizar a los campesinos condiciones dignas de vida que les permitan alimentar sanamente las comunidades a las cuales pertenecen.
· promover modelos de producción agrícola que respeten el medio ambiente y que enriquezcan la calidad de vida de los habitantes del planeta.

Oxfam-Solidaridad comparte estos principios con organizaciones socias en el Sur. Muchas de ellas son miembros de Vía Campesina y de la federación asiática SEAFSFT (léase pág. 7). En Bélgica, nuestra organización se esfuerza por difundir sus reivindicaciones ante la opinión pública pero también por influir en la política agrícola y comercial belga y europea en un sentido que les sea favorable. En la práctica, esta acción se realiza participando en la Plataforma Soberanía Alimenticia (PSA) (francófona) y la Coordinación flamenca para un desarrollo sostenible (VODO) (neerlandófona).

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ABC de la OMC
Origen : La Organización Mundial del Comercio, creada en 1995, sucede a los acuerdos del GATT (Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio) cuyo último 'ciclo' de negociaciones, el Uruguay Round, se clausuró en diciembre de 1993.

Objetivo : La OMC es una organización internacional permanente que determina un conjunto de reglas comerciales aplicables en el mundo entero, en la óptica de dar un marco legal a los procesos de mundialización del comercio. Con este fin, la OMC también dispone de su propio 'tribunal' para solucionar litigios comerciales entre los Estados.

Países Miembros: 134 países son miembros de la OMC. Algunos países como China y ciertos países de la ex-URSS aún no forman parte de ella. Tres cuartos de los miembros de la OMC son países en desarrollo cuyas exportaciones sin embargo sólo representan el 19% del total de las exportaciones mundiales.

Competencias : El conjunto de temas ligados al comercio: materias primas, servicios, trabajo, derechos de propiedad intelectual. La agricultura figura entre los asuntos negociados bajo la denominación de Acuerdo Agrícola.

Representatividad : el proceso de decisión es poco transparente. Los países menos desarrollados son sistemáticamente marginados. Sólo las delegaciones que cuentan con numerosos expertos están en capacidad de participar y defender sus intereses durante las diversas negociaciones sectoriales que pueden efectuarse de manera simultánea.

Que prevé el Acuerdo Agrícola de 1994?

Por primera vez, la agricultura aparece en los acuerdos del GATT en el marco del ciclo del Uruguay Round. Los Estados Unidos y la Unión Europea aprovecharon esta oportunidad para reforzar su posición de monopolio en la producción y el comercio agro-alimenticio. El Acuerdo Agrícola ha sido negociado previamente entre estas dos potencias antes de que le presentaran para firma a los 134 países miembros, quienes se comprometieron a favorecer la liberalización del comercio agrícola a escala internacional. La aplicación de este acuerdo contempla tres tipos de medidas:

1. Abrir las fronteras a las importaciones

Los países miembros de la OMC se comprometieron a reducir los derechos aduaneros a la importación de productos agrícolas procedentes del extranjero.

· Se debate en primer lugar la supresión de las cuotas y los precios mínimos aplicados a los productos importados y su transformación en tarifas arancelarias. Luego, cada país debe unificar estos aranceles y comprometerse a reducirlos de manera progresiva.
· Paralelamente, el Acuerdo obliga cada país miembro a importar un porcentaje mínimo de su consumo agro-alimenticio doméstico (Volumen Mínimo de Acceso).

2. Reducir los subsidios a la producción

El Acuerdo obliga a los países miembros a reducir sus ayudas a la producción, en particular las que sostienen los precios (ayudas indirectas de la Política Agrícola Común, PAC). Estos precios garantizados son considerados como competencia desleal con los productores no subsidiados de otros países por lo que incitan a aumentar la producción y a crear excedentes en el mercado mundial.

3. Reducir las subvenciones a la exportación

El Acuerdo prevé la reducción progresiva de las ayudas a la exportación porque se las considera contrarias al principio de la competencia. Es cierto que sin estas subvenciones, resultaría prácticamente imposible para Europa vender sus excedentes a precios de dumping en el mercado mundial.

¡El derecho a romper ventanas!
Rashid Kaukab, especialista de la OMC en el South Centre presenta una versión imaginada del Acuerdo Agrícola: 'trate de imaginarse un edificio de departamentos con habitantes ricos y pobres. Los más ricos tienen los medios para comprarse una pelota y juegan fútbol en el patio. Cada año rompen 100 vidrios. Un día, vecinos ricos y pobres se reúnen para encontrar una solución. Deciden dar por terminados los partidos de fútbol en el patio. Pero los que jugaban no quieren parar de un solo golpe: antes de parar totalmente, se comprometen a no romper más de 80 vidrios por año durante 6 años. A los que no jugaban antes, tampoco se les permite comenzar. Además, el día en que los vecinos pobres compran una pelota y rompen un solo vidrio, se les lleva inmediatamente a la cárcel ".

El Acuerdo visto desde el Sur: el gran fraude
Con la liberalización del comercio agrícola, las grandes potencias han pretendido crear un marco de intercambio internacional donde todos los productores compitan a nivel de igualdad según sus ventajas respectivas. Cada país tendría la posibilidad de especializarse en la producción de los bienes alimenticios más rentables comprando los demás en el mercado mundial. Ahora bien, cinco años después de que el Acuerdo Agrícola entrara en vigor, diferentes análisis y estudios coinciden en la misma conclusión: la política de libre comercio promovida por la OMC no restablece el equilibrio de las economías a nivel mundial. El libre comercio favorece a unos pocos grandes productores mientras la mayoría de los campesinos debilitan su capacidad productiva. El Acuerdo Agrícola, tal como fuera firmado en 1994, constituye un catálogo impresionante de promesas incumplidas y de evidentes injusticias.

1. El libre comercio: un mito
Con evidencia, es falsa la imagen de una situación de igualdad en la agricultura dado que en varios países en desarrollo la intervención del Estado es mínima: en vez de ser subvencionados por el Estado, los campesinos del Sur deben pagar impuestos. La situación inversa prevalece en los países industrializados: en 1995, los subsidios a la producción agrícola del conjunto de países desarrollados ascendían al 41% del valor de esta producción.

Casi la mitad del volumen comercial internacional de cereales provienen de los Estados Unidos y de los países miembros de la Unión Europea. Sin embargo, esta supremacía occidental en el comercio internacional de cereales no resulta del libre comercio que estos países predican. Al contrario, proviene de una política de subvenciones públicas a la producción y a la exportación que constituyen formas de dumping alimenticio.

Los precios de los excedentes agrícolas del Norte son tan bajos que, por lo general, los campesinos del Sur ni siquiera están en capacidad de competir con sus productos en los mercados locales. Por ello, resulta más ventajoso para los gobiernos, los comerciantes y los consumidores urbanos del Sur, importar el trigo por barco desde el Mid-West de los EEUU que hacer llegar alimentos de un pueblito cercano al lugar de su consumo. Eso se debe a la baja productividad de la agricultura del Sur cómo también a que muchos de sus campos carecen de infraestructuras viales y comerciales adecuadas

El Acuerdo logrado durante el Uruguay Round pretendía reducir las exportaciones de los países industrializados e inducir una reducción de las subvenciones. Pero no se produjo nada parecido porque las reducciones solo afectan a un 20% del nivel de las subvenciones. El otro 80% queda manteniendo la superioridad de sus agriculturas.

Salvaguardar los intereses del Norte

El Acuerdo Agrícola también implica un fraude: las negociaciones bilaterales entre Europa y los Estados Unidos dejaron prácticamente intactas las ayudas directas cuyo objetivo es compensar el ingreso insuficiente de los productores del Norte. Estas subvenciones han sido deliberadamente excluidas del marco del acuerdo de la OMC (caja verde) bajo el pretexto que ellas no obran directamente sobre los intercambios comerciales.

Además, los gobiernos estadounidense y europeo, presionados por grupos de cabildeo agrícolas, inventan continuamente nuevos mecanismos de subvención para evadir las reglas de la OMC ¡que ellos mismos fijan! Por ejemplo, los Estados Unidos actualmente favorecen a los países importadores de cereales norteamericanos otorgándoles créditos. De esta manera, las grandes potencias agrícolas han logrado mantener, si no aumentar aún más, el nivel de protección de sus agriculturas y garantizar mercados para sus excedentes.

Otros ámbitos tales como la investigación y el desarrollo escapan totalmente a las negociaciones y continúan siendo fuertemente subsidiados para preservar los intereses de la Unión Europea y de los Estados Unidos. "Según un estimativo del grupo de Cairns (países productores intermediarios del Sur), explica el investigador filipino, Walden Bello, el monto de las subvenciones agrícolas en los países de la OECD (los países ricos del Norte), pasó de 182 mil millones de dólares en 1995 a una cifra alucinante de 280 mil millones de dólares en 1997. La parte más grande de estas subvenciones fue aprobada por la Unión Europea y los Estados Unidos".

3. La trampa de las "medidas de alivio"

El Acuerdo Agrícola "alivió" los requisitos que deben cumplir los países en desarrollo fuertemente endeudados e importadores netos de alimentos (HIPC y NFIDC): · Prolongación de 4 años del período de aplicación de la primera fase de reducción arancelaria. · Reducción de las ayudas aportadas a los agricultores conforme a la realidad de cada país.

Estas pocas adaptaciones marginales no logran disfrazar la hipocresía que había caracterizado las negociaciones: el cálculo de las subvenciones totales de cada país no se hizo sobre la base de las que eran vigentes en el momento de la firma del acuerdo en 1994, pero sí en 1986-1988, momento en que la agricultura estadounidense estaba en su nivel más alto de protección. Por ende, la disminución del 20% de las ayudas a la protección doméstica tiene un alcance mucho más pequeño de lo que pareciera a primera vista.

Vistas desde el Sur estas reducciones son tanto más insignificantes sabiendo que en términos absolutos, un granjero americano recibe en promedio cien veces más ayuda que su homólogo africano. Observamos un esquema similar en cuanto a la reducción de derechos arancelarios en los países industrializados, la misma que el South Centre (organización intergubernamental del Sur basada en Ginebra) juzga muy insignificante dado el nivel elevado de tasación inicial: 36% de reducción de un derecho de aduana de 300% mantendrá la tarifa prohibitiva alrededor del 200%!.

Finalmente, el GATT también había aprobado mecanismos llamados 'redes de seguridad' a favor de los países menos desarrollados y países importadores netos de productos agrícolas. Estas medidas incluyen un incremento de la ayuda alimenticia y de la asistencia financiera y técnica así como un fondo especial del Fondo Monetario Internacional (FMI). A los cinco años de implementación del primer Acuerdo Agrícola, la mayor parte de estas medidas propuestas para mejorar la posición de los campesinos de los países más pobres, aún no habían sido aplicadas.

Campesinos filipinos víctimas del libre comercio
Los campesinos de la isla de Mindanao (Filipinas) producen 2/3 de la producción nacional de maíz amarillo. Antes de poner en práctica los acuerdos de la Uruguay Round, el Estado filipino estaba en condición de protegerse de la competencia norteamericana por medio de un sistema de cuotas que limitaba las importaciones de maíz. La situación cambió desde la ratificación en 1994 del Acuerdo Agrícola que:

· reemplaza el sistema de cuotas a la importación por tasas decrecientes. Esta medida implica que en el año 2004 las tarifas aduaneras a la importación de maíz habrán bajado en un 50% con relación a 1996-1997.
· obliga al Estado filipino a importar un mínimo creciente de su consumo local: la importación de maíz pasará de 130 mil toneladas en 1996 a 217 mil toneladas en 2004.

El maíz norteamericano comienza a llegar al puerto de Manila a un precio netamente inferior al precio del maíz amarillo producido localmente. Esta baja de precios obliga a numerosos campesinos filipinos de la isla de Mindanao a abandonar el cultivo del maíz que constituye su principal fuente de recursos. El investigador Kevin Watkins (Oxfam UK) estimó que si las medidas del GATT se prolongaran en el nuevo acuerdo por negociarse dentro de la OMC en el año 2.000, de ahora al 2.004, sólo la mitad del 1,2 millón de familias productoras de maíz (seis millones de personas) podrían enfrentar la competencia desleal ejercida por los países industrializados. Los demás perderían su ingreso, su empleo y toda seguridad de existencia.

4. ¿La soberanía alimenticia en el limbo?

Sabiendo que los países más pobres del Sur importan una mayor cantidad de bienes alimenticios de la que exportan y que también tienen un grado de autosuficiencia alimenticia deficitaria, se hacen más palpables las consecuencias del Acuerdo Agrícola que abre aún más las fronteras de estos países a los productos importados.

Al contrario de los países industrializados que lograron mantener condiciones favorables al desarrollo de su agricultura, la situación alimenticia de la mayor parte de los países del Sur va deteriorándose: baja en la producción de alimentos de subsistencia, dependencia externa creciente y posibilidades reducidas de expansión en el mercado internacional. Entre los países en desarrollo, las reglas del libre comercio beneficiarán únicamente a aquellos que tengan posibilidades de exportar hacia los países industrializados. Integrarse al mercado mundial también puede implicar riesgos: dependencia creciente de las fluctuaciones del mercado, deterioro de las condiciones sociales y el deterioro del medio ambiente.

El campesinado garante de la seguridad alimenticia de los países del Sur, representa en promedio más de la mitad de la población. Si el Acuerdo Agrícola es prorrogado en su lógica actual, sus frágiles logros en materia de educación, de nutrición y de salud se verán amenazados. Al faltar los medios de existencia, el éxodo rural y las actividades de autosubsistencia serán sus últimos recursos. En ciertas regiones, el recrudecimiento del trabajo forzado y de niños constituye ya una cruel expresión de esta crisis.

Por lo tanto, el futuro de estas poblaciones estará a la orden del día en las nuevas negociaciones agrícolas de la OMC que empezarán en Seattle, Estados Unidos en noviembre de 1999.

'Liberalizar la agricultura' quiere decir que se...
· Autoriza la entrada libre de mercancías alimenticias extranjeras en su país. Usted toma el riesgo que los productos importados (menos caros) reemplacen su producción local y que los agricultores de su país sean privados de una fuente primordial de ingreso. Por otra parte, Usted podrá sacar provecho de las inversiones extranjeras de las cuales su país podrá eventualmente beneficiarse.

· se le permite vender su producción al extranjero, concentrándose en los cultivos más competitivos a nivel financiero. Esto puede implicar el abandono de las culturas alimenticias o el reemplazo de su agricultura por otras actividades económicas para las cuales Usted dispone de una ventaja comparativa: turismo, maquilas, ....

La oportunidad de renegociar el Acuerdo Agrícola

Fuerzas a nivel oficial:
Los diferentes países se posicionan y las alianzas se diseñan de la manera siguiente:

La Unión Europea, Japón, Noruega y Corea del Sur
- quieren frenar la liberalización y abrir las negociaciones al carácter multifuncional de la agricultura: biodiversidad, seguridad alimenticia, desarrollo rural, preservación del paisaje y del medio ambiente. Los Estados Unidos y los países del grupo de Cairns (países productores intermediarios del Sur)
- reclaman la abolición de las ayudas a la exportación y de las medidas de apoyo a los agricultores de la Unión Europea. ¿Y los países del Sur (fuera de Cairns)?
- temen una liberalización creciente de los intercambios sin medidas de protección de su propia agricultura ;
- quieren garantizar las funciones de seguridad alimenticia, empleo rural, biodiversidad en la agricultura.
- Se preocupan por su creciente inseguridad alimenticia. En este campo, India y Africa del Sur actúan como portavoces de la mayoría de los países del Sur ante la OMC.

South Centre (Centro Sur) es una institución creada y financiada por gobiernos del Sur con el propósito de defender sus intereses ante diversas organizaciones internacionales. El Centro insiste en la urgencia de que los países en desarrollo "definan su propia agenda para las negociaciones agrícolas futuras basándose en sus experiencias respectivas e intenten un acercamiento entre los diferentes grupos de los países en desarrollo, principalmente el grupo de Cairns y los Países Importadores Netos de Alimentos".

Amartya Sen, premio Nobel de Economía en 1998 y su colega, Jean Drèze estuvieron en Bruselas el 29 de junio de este año invitados por Oxfam-Solidarité.
Aquí, una de las varias preguntas que se les hiciera en esta conferencia pública:

¿Piensan ustedes que una mayor liberalización agrícola pueda mejorar la seguridad alimenticia?

Juan Drèze : Esta pregunta depende de la manera cómo Ud. ve la globalización. En el medio universitario y el mundo empresarial hay mucha gente para quien el objetivo central es la eficiencia y por esta razón defienden la globalización a cualquier precio.
Están convencidos de que esta globalización conduce a una mejor afectación del capital y a transferir tecnología. Las ONGs en cambio, piensan en términos de equidad y opinan que la globalización es una nueva forma de imperialismo conducido por multinacionales que imponen a la gente alimentos y semillas genéticamente modificadas contra su voluntad. En mi opinión, ambas concepciones tienen sentido:

cierto es que las multinacionales son las que mayor provecho sacan de la globalización pero no es menos cierto que, en términos de eficiencia, el pequeño campesino del Sur tiene todo por ganar de la globalización.
..... Con respecto a la autosuficiencia alimenticia, yo adoptaría una posición matizada: los que producen sus propios alimentos corren un riesgo climático; quienes deben comprarlos están sometidos a un riesgo del mercado. Esta realidad aboga por un mínimo de autosuficiencia alimenticia. De hecho, la diversificación (de actividades profesionales) es el mejor aliado de la seguridad alimenticia. Por ejemplo, uno que obtiene un ingreso de diversas actividades, dispone de una mejor garantía para acceder a la tierra.


Cultivar para exportar
Un informe de la Unión Europea en 1997 anticipaba un aumento de excedentes de trigo de 2,7 millones de toneladas en 1996 a 45 millones en 2005, lo que llevaría el total de excedentes de cereales a 58 millones de toneladas. Según la Comisión Europea, la respuesta a esta superproducción subvencionada será intensificar los esfuerzos para exportarla. El fenómeno es idéntico en los Estados Unidos donde los subsidios han transformado la agricultura en un sector altamente dependiente de los mercados de exportación. Charranee Barshefsky, representante de Comercio Exterior de Estados Unidos reconoce, explícitamente que 'en Estados Unidos, una de cada tres hectáreas de tierra agrícola es cultivada para la exportación. 50% de nuestros campos de trigo, 57% de nuestros arrozales y 24% de nuestras chacras... producen para la exportación' Y Charlene Barshefsky concluye 'por ser limitada la demanda interior, debemos encontrar nuevos mercados para la agricultura americana. Es necesario abrir nuevos mercados para sostener nuestro sector agrícola cada vez más productivo".

Partenarios de Oxfam-Solidaridad

En el Sur
A finales de junio de 1999, representantes de organizaciones campesinas y de ONG se reunieron en Ginebra para intercambiar sus puntos de vista y definir estrategias para los nuevos acuerdos agrícolas que serán negociados en el marco de la OMC. Aquí unas de las principales reenvindicaciones en las que se pusieron de acuerdo:

1. Evaluación previa de Impacto del Acuerdo Agrícola en vigor: ¿A quién benefician los acuerdos? ¿Quién pierde? ¿La liberalización del comercio disminuye el hambre en el mundo? Muchos estudios existen confirmando que los acuerdos no hacen más que acentuar la brecha entre países ricos y pobres, entre la agro-industria y la producción campesina. Someterse a las reglas del mercado no puede justificarse a menos que:

· Se garantice a los pequeños campesinos condiciones para una vida digna.
· Los agricultores sean incentivados a trabajar de tal manera que enriquezcan el potencial productivo y la diversidad biológica en beneficio de las generaciones futuras.
· El hambre y la desnutrición sean vencidos
. · Los avances tecnológicos beneficien a todos los productores agrícolas.

2. Los alimentos no son unas mercancías como otras Las subvenciones que permiten el dumping de los productos agrícolas en el mercado son intolerables. Es urgente oponerse al monopolio de la producción y del comercio agrícola mundial por parte de algunas grandes multinacionales.

3. Es indispensable reconocer el derecho de los estados a garantizar a sus ciudadanos una alimentación adecuada tomando, si fuese necesario, medidas contrarias a las 'leyes del mercado'. La prioridad de la soberanía alimenticia debe ser reconocida.

4 La OMC en tela de juicio. En la India, ciertas organizaciones tal como el movimiento campesino KRSS exigen la abolición pura y simple de la OMC.

Otros movimientos campesinos miembros de la Vía Campesina (coalición mundial de organizaciones campesinas) realizan una campaña para excluir la agricultura de la OMC. Su principal argumento es que los alimentos no pueden ser una mercancía como las otras y por lo tanto no deben ser sometidos a las reglas puramente comerciales. South East Asian Food Security and Trade, SEAFST resume su punto de vista diciendo: 'mientras el comercio no se haga de manera justa, nosotros no podemos trabajar por una mayor liberalización'.

En Bélgica

La Plataforma Soberanía Alimenticia (PSA)
Oxfam-Solidaridad es miembro de la Plataforma Soberanía Alimenticia, una coordinadora que agrupa diferentes asociaciones de desarrollo, ambientalistas, agrícolas y de consumidores. PSA exige la puesta en práctica de políticas basadas en el derecho de todo país a determinar su propia política agrícola y alimenticia en función de sus necesidades y en estrecha colaboración con las organizaciones de productores y de consumidores. Con este fin, PSA, exige excluir la agricultura de las negociaciones de la OMC o modificar fundamentalmente sus reglas de tal manera que aseguren equilibrio y equidad, tanto en el acceso a los mercados internacionales como en las medidas de apoyo a la agricultura. Por otra parte, estas reglas no pueden en ningún caso y en ningún lugar del mundo perjudicar los elementos esenciales para el bienestar de las poblaciones, como la seguridad alimenticia o el desarrollo de los países donde el sector agrícola es estratégico.

Vía Campesina: Las diez demandas de Ginebra
Vía campesina exige de los gobiernos e instituciones internacionales lo siguiente:

1. Excluir de la OMC toda negociación sobre las cuestiones que afectan la producción y la comercialización alimenticia.
2. Crear a nivel internacional mecanismos democráticos que respeten la soberanía alimenticia de cada país.
3. Suspender toda discusión sobre el acuerdo multilateral de inversiones (AMI).
4. Efectuar un análisis profundo de las consecuencias del acuerdo de Marrakech para la producción alimenticia, los pequeños campesinos y los pueblos indígenas.
5. Asegurar la soberanía alimenticia de cada país dando prioridad a la producción alimenticia para su propia población así como a los aspectos sociales y medioambientales.
6. Anular inmediatamente en el actual acuerdo del GATT la obligación de aceptar una importación mínima del 5% del consumo interno. Anular toda cláusula obligatoria de acceso al mercado.
7. Reconocer a cada país el derecho de satisfacer sus necesidades internas. Esto incluye el derecho a prohibir las importaciones de productos alimenticios por razones de protección de su producción interna y poner en marcha una reforma agraria que permita el acceso a la tierra a los pequeños campesinos y a los indígenas.
8. Detener el dumping. Proteger la producción alimenticia doméstica de base.
9. Prohibir la bio-piratería, prohibir las patentes sobre los seres vivos incluido el desarrollo de variedades estériles por la tecnología genética.
10. Conceder a los países el derecho de fijar los criterios de calidad de alimentos de manera adecuada respetando las preferencias de su población.

¿Quién prepara la sopa?
Para evitar que la tercera conferencia ministerial de la OMC pase desapercibida en Bélgica, la Plataforma Soberanía Alimenticia que agrupa un gran número de organizaciones francófonas, organiza un concierto atronador de ollas el 27 de noviembre de 1999 en Bruselas. Con centenares de ollas se recordará al mundo político sus responsabilidades en materia de soberanía alimenticia. El mensaje central de este evento festivo e informativo es que los alimentos no deben ser considerados como una mercancía más sino que son la base de la vida y de la salud de los habitantes del planeta. Un resumen de los 10 puntos de las reivindicaciones políticas de esta campaña está disponible en la dirección mencionada a continuación.

Si usted no quiere que la OMC y las multinacionales de la industria agro-alimenticia preparen la sopa de mañana,

· contacte a Thierry Kesteloot en Oxfam-Solidaridad (tel. 32/2/501.67.43) o Cécile Verstappen de la Plataforma Soberanía Alimenticia (tel. 32/2/250.12.30).
· prepare este evento con su asociación, su escuela, su grupo local, su movimiento de jóvenes... etc.
· cita para este evento bautizado:

¿Quién prepara la sopa?
en Bruselas el 27 de noviembre
PARA SABER MÁS...
Son varias las organizaciones que informan acerca del Acuerdo Agrícola por negociarse en la OMC desde el próximo año. Mayor parte de la información disponible en Internet es en inglés. Si Usted desea ser informado por correo ordinario y en otros idiomas, no dude en solicitarlo a Oxfam-Solidaridad en Bélgica.

· South Centre: Ch. Du Champ d'Anier 17, POB 228, 1211 Genève, Suisse
· Focus on the Global South : Wisit Prahuabmoh Building, Chulalongkorn University, Bangkok, 10330 Thaïlande (site web : http://focusweb.org)
· Third World Network : 228, Macalister Road, 10400 Penang, Malaisie (site web : http://www.twnside.org.sg)
· Institute for Agriculture and Trade Policy : 2105 First Avenue South, Minneapolis, MN, 55404, USA. (site web: http://www.iatip.org/iatp)
· Solagral (en français) : Parc Scientifique Agropolis, Bâtiment 14, 34397 Montpellier Cedex 5 FRANCE (site web: http://www.rio.net/solagral)
· Organisation Mondiale du Commerce: 154 rue de Lausanne, 1211, Genève 21, Suisse (site web: http://www.wto.org)

(Talón réponse habituel adapté voir Siembras 3)

Redacción : Anne Stichelmans, Thierry Kesteloot, Isabelle Delforge
Traducción : Belén Torres
Composición : José Mangano
Secretaría y redacción: Mike Derom