¡Por un pacifismo antimilitarista!

¡Qué bien debe sentirse el Sr. Aznar! Me lo imagino de pequeño jugando a las guerras, con sus ejércitos en miniatura y ahora, a sus cuarenta y seis años, ha conseguido el premio: jugar a la guerra, pero de verdad, quién se lo iba a decir, qué sitio le tenía preparado la historia, ¡qué papel tan importante ha conseguido! ¡Qué feliz y orgulloso debe sentirse! Y su señora, tan arregladita, a su lado, disfrutando de verle cómo disfruta, aprobando su juego, ¡Qué familia dirigente tan feliz! !Tan resuelta! Opinan de todo, sin dudar, lo que hacen es incuestionable, son ¡los mejores!. Se olvidan eso sí, de una gran parte de la población, pero claro a todos no pueden atender, son muchas cosas. Que en la guerra en la que nos han metido sin permiso, muere gente, no pasa nada, España va bien, Europa va bien, el mundo estupendo!Qué felicidad!. Que la Otan desvía un poco los objetivos y se cargan a ciudadanos y ciudadanas , no pasa nada, hay más. La culpa de todo la tiene Milosevic, que para algo le nombraron en los acuerdos de Dayton interlocutor válido y el hombre ya entonces aportaba en su curriculum, muertes y destrucción, pero en ese momento era el curriculum mejor y así sabiendo ya que Kosova quedaba fuera y sin resolver le ofrecieron ese gran papel.

 Y que me cuentan del Sr. Solana, ese sí que tiene suerte, quien le iba a decir que sería a final del tan traido y llevado milenio, el gran protagonista europeo, junto con los mejores líderes que dice tener a su lado, el brazo ejecutor en el plano militar de los nada más y nada menos EE.UU., únicos gendarmes mundiales. ¿Soñaría de chico con este papelón?. Tengan cuidado con los juguetes que se les da a los niños que se pueden convertir de mayores en Aznares, Solanas, etc.etc.

 Ironías aparte, leo en un comunicado realizado por una asociación de vecinos/as de Gijón algo con lo que estoy completamente de acuerdo. Dicen que la Otan está adoptando decisiones que suponen un paso atrás en la civilización, un paso hacia la militarización de la seguridad en un mundo que demanda con urgencia su desmilitarización a favor de conceptos nuevos como el de la seguridad humana, seguridad compartida, sin bloques militares, sin arsenales de armas de destrucción masiva, reduciendo los ejércitos y el gasto militar mundial. Pero esto desgraciadamente no está en las cabezas de los que gobiernan, sino más bien todo lo contrario.

 En otro comunicado de ciudadanos/as de Serbia, firmado por muchas organizaciones antimilitaristas y pacifistas, señalan que la devastación física y el dolor por las víctimas humanas a causa de los bombardeos de la Otan, del conflicto armado en Kosovo y del largo periodo de ruina económica y social derivado de la desastrosa política de un régimen dictatorial, hace que pidan y exijan que  la limpieza étnica, la agresión de la Otan y todos los conflictos armados cesen inmediatamente. Que no se produzca ni una víctima más, que todas las personas expulsadas vuelvan, si quieren, a sus hogares y puedan vivir libre y dignamente. Con estos movimientos civiles debemos unirnos y pedir y exigir que paren la guerra. Que los gobernantes imaginen otras soluciones no bélicas, que se rompa la cultura de las armas y si no saben, que se vayan, queremos y deseamos un PACIFISMO ANTIMILITARISTA.

 Desastre absoluto, éste de nuestros dirigentes, ante sus consecuencias y sus efectos, poco podemos hacer las personas que no estamos de acuerdo, sólo podemos desde lo pequeño seguir contribuyendo a crear estructuras diferentes, apoyar con nuestra presencia las concentraciones de colectivos, grupos, personas que exijan ¡Que pare la guerra! Desenmascarar la hipocresía y la crueldad que tras las palabras de los que dirigen esconden la verdadera realidad. Como señalaba Augusto Zamora, catedrático de Relaciones Internacionales de la Universidad Autónoma de Madrid , en el Mundo (5-6-99) Europa ha vuelto a sus orígenes imperiales, aunque como subordinada y vicaria de un imperio mayor. El desorden que se ha creado obligará a la unión europea a aumentar su dependencia de EE.UU por los círculos viciosos que provocan los asuntos militares. Y esto es muy serio, ¿Cómo será el retorno de la guerra? ¿Qué nuevos pactos harán? ¿En qué nuevo diseño nos meterán sin consultarnos?
 Desde estas páginas animo a las personas que no quieren guerras a que vengan los miércoles a las ocho y media a la Plaza de España para concentrarnos bajo un ¡NO a la guerra!. ¡No a Milosevic! ¡No a la limpieza étnica! ¡No a la otan!.

     Encarnación Garrido Montero. 6-5-99.