¡OTAN/EU fuera de Yugoslavia!

Mumia Abu-Jamal
Publicado en Obrero Revolucionario #1003, 25 de abril, 1999

Sobre Yugoslavia cae una lluvia de bombas de alta tecnología y sobre Estados Unidos cae una lluvia ensordecedora de propaganda: mentiras regadas por la prensa con el fin de conseguir respaldo para medidas militares más severas contra una nación soberana, con el pretexto de defender los derechos humanos.

La OTAN es el mascarón de proa de los "intereses" estadounidenses, y el bombardeo de Yugoslavia es una demostración global de la crueldad del imperio estadounidense. ¿Una demostración? El monstruoso bombardeo atómico de Japón, cuando estaba prácticamente vencido en la II Guerra Mundial, no fue una necesidad militar sino política, cuyo propósito era demostrarle a Rusia que Estados Unidos era, y sería siempre, el mandamás. Fue una demostración masiva y mortal.

Hoy, con el bombardeo de Yugoslavia, Estados Unidos está tratando a los serbios de la misma manera que a los japoneses: como fichas para demostrar el poderío del imperio.

Consideremos la afirmación de Estados Unidos de que lo que le preocupa son los "derechos humanos" o los "derechos de las minorías étnicas", como nos dice a cada hora la prensa grande. ¿Y qué de la mayor minoría nacional de Estados Unidos, los afroamericanos? Días antes de empezar el bombardeo, el internacionalmente respetado grupo Amnistía Internacional dijo, a través de su secretario general, Pierre Sané: "La violación de derechos humanos en Estados Unidos de América es constante, extensa y por lo visto afecta de modo desproporcionado a las razas y etnias minoritarias".

Sané criticó la violencia y las ejecuciones policiales en Estados Unidos. Además, veamos cómo responde Estados Unidos internacionalmente a los "movimientos de liberación" de los oprimidos. Cuando los independentistas puertorriqueños alzaron la voz, Estados Unidos no apoyó a esa "minoría étnica"; más bien buscó (y sigue buscando) aplastarla, encarcelarla y silenciarla.

Veamos los casos de los palestinos, los curdos, los timoreses y los rebeldes colombianos. ¿A quién ha apoyado consecuentemente Estados Unidos: a los oprimidos o a los gobiernos que arma?

No es cuestión de "derechos humanos"; no es cuestión de "minorías étnicas" ni tampoco es cuestión de "genocidio". Es cuestión de establecer quién es el "mandamás" en el próximo siglo. Es cuestión de poner a Rusia en su sitio. Es cuestión de mantener a la Unión Europea bajo la bota de Wall Street.

El bombardeo de Serbia es un eco del bombardeo de tres países en los últimos seis meses: Irak, Sudán y Afganistán. Y precisamente por la misma razón: para demostrar que lo puede hacer a pesar de lo que diga el "derecho internacional". Es para sembrar terror en el mundo entero, para que el capital estadounidense imponga lo que el presidente George Bush no pudo imponer: un Nuevo Orden Mundial.

Días antes del bombardeo la OTAN suscribió a Polonia, Hungría y la República Checa como nuevos miembros, y así prácticamente aisló a Rusia. Solo Serbia y los estados yugoslavos han rehusado integrarse a la OTAN: el bombardeo es su castigo.

Nuestro brillante y venerado líder nacionalista Malcolm X nos enseñó a examinar la historia. Si analizamos la historia veremos con claridad la razón del bombardeo de Yugoslavia.

Los imperios se mantienen por el terror salvaje y no por la razón. Tal fue el caso de Roma. Tal es el caso de Estados Unidos. El brillante revolucionario Dr. Huey P. Newton, fundador de los Panteras Negras, decía: "Estados Unidos dejó de ser una nación. Nosotros decimos que es un imperio. Un imperio es una nación-estado que se transforma en una potencia que controla todas las tierras y pueblos del mundo". (1973)

Huey tenía razón y nosotros respondimos oponiéndonos al imperio. Y eso es lo que debemos hacer hoy.

¡Abajo el imperialismo! ¡Alto al bombardeo! ¡OTAN/EU fuera de Yugoslavia!