"Feminismo social y feminismo académico"

Autores:
Esperança Bosch Fiol, Victoria A. Ferrer Pérez, Teresa Riera Madurell y Rosamaría Alberdi Castell,
profesoras de la Universidad de las Islas Baleares
y miembros del grupo de investigación denominado "Estudios de género".

La lucha de las mujeres por la igualdad de derechos tiene una larga historia. El derecho a la educación, al trabajo digno y remunerado, al voto, y, en definitiva, el derecho a la ciudadanía ha representado una camino largo y difícil, en muchas ocasiones solitario e incomprendido incluso por aquellos a quienes se les atribuía una mentalidad abierta y progresista. La causa de las mujeres siempre jugó en segunda división, y todavía hoy se levantan voces que preguntan ¿pero qué quieren las mujeres? ¿dónde quieren llegar? Bien, la respuesta es fácil: lo queremos todo y queremos llegar donde nuestras capacidades nos permitan.

Es decir, queremos tener la posibilidad de poder optar a metas tanto profesionales, políticas o privadas sin que el hecho de haber nacido con un determinado sexo biológico represente un impedimento, de la misma manera que no debe representar impedimento ni la raza ni el color de piel ni las creencias. Lo que las feministas queremos por tanto, es que se cumpla la Constitución que en su artículo 14 dice textualmente: "Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social".

El movimiento feminista como cualquier otro movimiento social o político no ha estado exento de dificultades, de altibajos. En realidad deberíamos hablar de feminismos en tanto en cuanto existen diferentes maneras de enfocar el tema. No obstante, los elementos comunes son mucho más potentes que las posibles diferencias: la lucha por el reconocimiento de la mujer como ser humano de pleno derecho, la solidaridad y compromiso de todas con todas por encima de fronteras nacionales, culturales o raciales, el pleno convencimiento de que sin el reconocimiento auténtico de los derechos de las mujeres, sin su presencia paritaria en los diferentes puestos de responsabilidad y representación política no es posible hablar de democracia real. Recordemos también que el feminismo propone un cambio profundo en la sociedad, un nuevo modelo de convivencia, un nuevo orden, que es por tanto un movimiento revolucionario, pero convencidamente pacífico.

Pacifismo y feminismo van y han ido siempre unidos. Nuestras estrategias son conseguir el cambio mediante la razón y la palabra, pero hemos tenido que inventar un nuevo discurso y revisar el conocimiento, porque todo él ha sido construido alimentado y transmitido por los hombres. La ciencia, como el resto de la sociedad, ha sido, y es todavía en alguna medida, una construcción androcéntrica, en la que lo masculino es lo normativo y lo femenino "lo otro", lo secundario, lo excepcional. Desde esta necesidad de revisar el conocimiento y denunciar los sesgos sexistas surgen los estudios de mujeres.

Los estudios de mujeres aparecen inicialmente en los EE.UU. en la segunda mitad de los años sesenta, cuando muchas profesoras universitarias desde diferentes disciplinas, empezaron a crear nuevos cursos en los que ocupaban un importante lugar la reflexión sobre la experiencia femenina y las aspiraciones feministas. Muchas de ellas participaban activamente en el movimiento de liberación de las mujeres y en la lucha por los derechos civiles. Vemos, por tanto como el feminismo
social y el feminismo académico van necesariamente unidos. Las pioneras querían "comprender el mundo y cambiarlo": Revisar críticamente contenidos, poner en común ideas, mantener un diálogo permanente entre profesoras y alumnado en una dinámica activa y participativa, que también resultaba profundamente novedosa en la, tan a menudo, anquilosada y jerarquizada estructura universitaria. En septiembre de 1970 la universidad de San Diego State fue la primera que estableció oficialmente un programa de estudios de mujeres en EEUU. El compromiso ideológico feminista y la interdisciplinariedad eran pilares esenciales en esta nueva alternativa.

En España las cosas iban a un ritmo más lento. Será a partir de la muerte del general Franco y los cambios políticos que conocemos como transición democrática, cuando el movimiento feminista español se irá organizando y, lentamente, llegando a las aulas universitarias. Es cierto que durante la dictadura hubo muchas mujeres y algunos hombres claramente comprometidos con estos ideales, así como algunas revistas (como "Triunfo", "Destino" o "Cuadernos para el Diálogo") que daban
entrada a estas temáticas en sus páginas. Sin embargo, y para no extendernos más de los previsto, tomaremos como punto de partida 1975. Recordemos algunos datos fundamentales. Tras la guerra civil, el régimen de Franco retorna al código civil napoleónico de 1889, con la abolición del matrimonio civil y del divorcio y la prohibición del uso de métodos anticonceptivos y del aborto. Derechos todos ellos que no se recuperan hasta la década de los 80. Además, hasta 1977 estuvo activa (aunque ciertamente muy poco en los últimos años) la Sección Femenina de Falange Española y de las JONS, con el propósito de mantener un control ideológico sobre las mujeres españolas así como abastecer al Estado de mano de obra gratis mediante las tareas obligatorias que se incluían dentro del también obligatorio Servicio Social. Y, en cuanto a la educación, hasta 1970, con la Ley General de Educación, los estudios que cursaban las niñas estaban completamente diferenciados y se les daban
clases, no solo de "formación del espíritu nacional", que también recibían los chicos, sino de labores del hogar, corte y confección, o economía doméstica, entre otras lindezas, todo ello encaminado a prepararlas para el fin supremo de sus vidas: ser buenas madres y esposas. De sexo, por supuesto ni se hablaba.

Pero a pesar de todas las dificultades, las chicas fueron entrando masivamente a las universidades. Algunas además consiguieron hacer doctorados en temas relacionados con la historia de las mujeres u otras disciplinas con una clara orientación feminista, empezaron a organizarse y se fueron creando los núcleos de los hoy en día Institutos Universitarios de Estudios Feministas (concretamente hay tres, en las universidades Complutense de Madrid, de Valencia y de Granada) o seminarios permanentes de estudios de mujeres o estudios de género, presentes en una gran número de universidades españolas. Nombres como Celia Amorós, Amelia Varcarcel, Mary Nash, Victoria Sau, o Marina Subirats, entre otros muchos, se fueron haciendo familiares y referencias obligadas para las nuevas generaciones, avalando con su
prestigio intelectual y con su compromiso ideológico la madurez y seriedad del feminismo académico español hasta el día de hoy.

¿Qué pasaba en nuestras islas? A nivel social las cosas eran bastante parecidas al resto de Estado Español. En 1976 se creará en Palma la "Associació de Dones de Mallorca". El mismo año se escindió el "Moviment Feminista Independent", promovido por Teresa Nieto, que editará la revista " Ses Cotorres Alegres", y surgió el "Colectivo Pelvis", impulsado por Leonor Taboada , que posteriormente se transformaría en el "Col.lectiu de Dones", y ya en 1984 en la "Associació de Dones per a la
Salut". En 1981 se crea la "Assamblea de Dones", que algunos años más tarde publicaría la revista "Aixa".

El movimiento feminista en su conjunto tenía en aquellos años como objetivos prioritarios reclamar el derecho al aborto, al divorcio, a la despenalización de los anticonceptivos. En 1976, Lídia Falcon, junto con otras significadas feministas fundaron la revista "Vindicación Feminista". En Palma, la primera gran movilización feminista se produjo en 1985 contra la decisión del Ayuntamiento de la ciudad de cerrar el centro de planificación familiar, que había funcionado durante los cuatro años
anteriores.

Por otra parte, la mayoría de partidos políticos y sindicatos fueron organizando grupos de mujeres, reiniciándose el debate sobre la militancia única o la doble militancia, que tan intenso había sido en otros momentos, y que había llegado a cuestionar la credibilidad de los partidos de izquierda en cuanto a la auténtica asunción de las
reivindicaciones feministas. La credibilidad de los partidos de derecha en este sentido ya no entraba ni a debate.

En 1994 surge el "Lobby de Dones de Mallorca", formado por un centenar de mujeres, de diferente edades, profesiones y origen, con historias de militancia política diversa, pero con un objetivo común: la necesidad de unir esfuerzos por un mismo proyecto . Desde entonces el "Lobby de Dones" se ha hecho presente en la sociedad mallorquina de una manera permanente. Ha llevado a cabo campañas contra la violencia de género, denuncias a actuaciones publicas de índole sexista, o a anuncios
publicitarios que resultaran vejatorios para las mujeres, ha participado en debates, dado charlas en barrios y centros educativos, ha propuesto alternativas, mantenido contactos con políticos, jueces, policías. Es decir: ha tratado de entender el mundo para poder cambiarlo. De entre las socias del "Lobby de Dones" algunas somos profesoras de la Universidad de las Islas Baleares, y trabajamos en diversas líneas de investigación sobre temas feministas. La necesidad de encontrarnos, de
compartir experiencias e ideas, de hacernos visibles también en la Universidad hizo que desde el verano del 2000 nos constituyéramos en la "Associació Universitaria d'Estudis de Gènere" (Asociación Universitaria de Estudios de género), preludio de lo que esperamos pueda ser una realidad próxima: el futuro Instituto Universitario de Estudios de Género de la UIB.

Mientras tanto desarrollamos toda una serie de actividades tanto docentes como de investigación y todo ello, como no podía ser de otra manera, desde una perspectiva de género y feminista. Concretamente, de entre las líneas de investigación que en este momento estamos llevando acabo podemos citar las investigaciones sobre transmisión histórica de creencias misóginas y su conexión con la violencia de género. Dentro de esta misma líneas, estamos trabajando en analizar las consecuencias de la violencia de género tanto sobre la sociedad como sobre las personas que la padecen.

Otra de esas líneas de investigación es la relativa a mujer y salud. En los trabajos que la componen se avanza tanto en el papel y la importancia de las mujeres como cuidadoras, como en su función como transmisoras de estilos de vida saludables y de enlaces con el sistema sanitario. Igualmente se investiga en relación a las diferencias que el género produce en las formas de prestar atención sanitaria y de entender y desarrollar las funciones dentro de los dispositivos de salud.
Y también dentro de nuestro ámbito de estudio se halla el análisis del impacto de las nuevas tecnologías desde una perspectiva de género.

Aunque puedan parecer diversas, todas estas líneas de investigación y de trabajo tienen un claro elemento común: nuestra preocupación por la situación de las mujeres, por sus problemas y por encontrar alternativas de solución que nos lleven hacia un futuro más igualitario, más solidario y más justo.

Porque creemos que todo esto es posible, y porque nos sentimos profundamente comprometidas con el proyecto, es por lo que  deseamos compartirlo con todas a través de la red. Somos miembros de una Comunidad pequeña (las Islas Baleares) y de una Universidad también pequeña, pero activa.

Desde hace ya cinco años, realizamos durante una semana del mes de julio la Universidad de Veranos de Estudios de Género. Hemos publicado hasta el momento cinco textos relacionados con ella, y para el próximo año 2002 tenemos previsto poner en marcha una colección de libros titulada "Treballs feministes" (Trabajos feministas) y todavía nos quedan muchos proyectos en el tintero.

Internet nos da unas posibilidades de comunicación nunca soñadas hasta ahora, y desearíamos que estas líneas os resultaran lo suficientemente sugerentes como para poder intercambiar experiencias y colaboraciones entre todas.
Nuestros e-mails de contacto son:
Esperanza Bosch: dpsebf0@clust.uib.es
Victoria Ferrer: dpsvfp4@clust.uib.es