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LOS DERECHOS SEXUALES DE LAS LESBIANAS EN PRISION
SON DERECHOS HUMANOS
CARTA AL GOBIERNO COLOMBIANO
Febrero del 2.000
Señor
ANDRES PASTRANA
Presidente de Colombia
Bogotá
Señor Presidente:
Qué tiene usted en
contra de las lesbianas? Por qué un gobierno que tiene la sensatez
de sentarse a conversar con la guerrilla en plena situación de guerra,
se resiste a sentarse a conversar con Martha Alvarez, por el solo hecho
de ser lesbiana? Cómo darle credibilidad a sus compromisos internacionales
en materia de respeto a los derechos humanos de las mujeres y cómo
entender su
política de implementar
un Plan de Igualdad para las Mujeres, cuando al tiempo se violenta de manera
tan brutal a una mujer por su orientación sexual?
En el marco del caso Nro... 11.656 que adelanta desde mayo de 1.996 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos -CIDH-, según denuncia hecha por Martha en contra del gobierno colombiano por haberle negado el derecho a la visita íntima lesbiana, el pasado 1 de octubre en audiencia celebrada en Washington ante esa Comisión, el gobierno colombiano se comprometió a sentarse con representantes de la peticionaria para examinar las posibilidades de llegar a un acuerdo amistoso en el caso, sin que hasta el momento haya sido posible. Mientras el tiempo pactado apenas se iniciaba, las autoridades penitenciarias trasladaron a Martha de una Reclusión de Mujeres (Bucaramanga) a una cárcel del Circuito en Socorro, lo que la priva de una detención digna y la separaron de su compañera GA, con la que mantenía una relación amorosa por cerca de dos años y con la que había compartido patio, pasillo y celda sin que se alteraran para nada las condiciones de seguridad y orden interno que se reclaman para las prisiones.
Debido a la orientación sexual de Martha y a las actuaciones internas e internacionales tendientes a defender sus derechos sexuales en prisión, el gobierno colombiano, a través de sus autoridades penitenciarias, ha venido tomado una serie de medidas que hacen sumamente gravosas sus condiciones de reclusión: continuos traslados de prisión, asignación a patios o pabellones en los que ha estado en riesgo su integridad física, imposibilidad de defenderse disciplinariamente de imputaciones graves que han hecho en su contra, ubicación en centros carcelarios no previstos legalmente para mujeres y menos aún para el cumplimiento de penas largas, entre otras cosas.
Porque las lesbianas en prisión también tienen derechos, pedimos a usted:
1. El traslado inmediato
de Marta Alvarez a una Reclusión exclusiva para mujeres o a una
reclusión de Distrito, que ofrezca las mínimas garantías
de reclusión, acordes con su dignidad humana y con su particular
condición de mujer y de condenada a pena larga.
2. El fin del hostigamiento
contra Marta Alvarez, basado en su orientación sexual, así
como de las medidas punitivas en su contra sin el derecho a la defensa
y de las represalias por el ejercicio del derecho a peticionar. Los traslados
de una cárcel a otra deben dejar de usarse como castigo contra ella
por la búsqueda de una resolución definitiva a su pedido,
encauzada por vías legales.
3. Que Marta Alvarez y GA puedan estar juntas en la misma prisión, humanizando con ello el sentido de la pena y mitigando los graves efectos que produce una pena larga en la integridad psíquica y moral de la persona privada de libertad.
4. Que el gobierno se siente de inmediato con las peticionarias para intentar una solución amistosa del caso, mostrando su voluntad de resolver los conflictos por la vía negociada.
Firmas,