Mientras que en Hotel Aurassi se ha celebrado un coloquio sobre el estatuto de la mujer en el mundo árabe y musulmán…
“¡Señora, usted tiene sus derechos!”
por Selma Hellal-La Tribune-Argelia
Octubre 1999
¡Señora, usted tiene sus derechos! El tono es resolutivo, la afirmación enérgica. La mujer así apostrofada es originaria del Magreb, binacional o no, que vive en Francia. Es más que una interpelación, se trata de una exhortación: en caso de injusticia no debemos mantenernos ignorantes de nuestros derechos, pasivas y resignadas. Christine Guillemaut, miembro de la asociación Femmes contre intégrismes (Mujeres contra los integrismos) es categórica en esta cuestión: ¡cuando una mujer se encuentra perjudicada por encontrarse entre las contradicciones del derecho familiar del país de origen y el derecho francés, es necesario reaccionar! Defenderse en este caso no es solo un derecho sino un deber.
Los objetivos de la guía son claros:
sensibilizar, divulgar y apoyar la acción. Ningún esfuerzo
pedagógico debe escatimarse para desembrollar la compleja materia
jurídica, hacerla accesible a los lectores, es decir a las propias
mujeres, pero también a los asistentes sociales, miembros de asociaciones,
e incluso abogados.
Puede leerse en la guía: “Es por
tanto a usted, señor, a quien compete llevar el tema a los tribunales”,
“En caso de separación, estén atentas”, “¡Desde
prisa! puesto que a menudo es cierto que es una carrera contra reloj para
anticiparse, defenderse, reaccionar a tiempo. La guía recuerda un
cierto número de discriminaciones inherentes a los códigos
del estatuto personal en vigor en Marruecos, Argelia y Túnez (resepctivamente
Mudawana, Código de la Familia, Magâlla) consentimiento del
tutor –un hombre- como conidición sine qua non para el matrimonio
de una mujer, salvo en Tunez; derecho de guarda y custodia a una madre
divorciada si se vuelve a casar o vivir en concubinaje con otro hombre;
matrimonio por mandato permitiendo “a un Magrebí, hombre o mujer,
residente en Francia, que pueda contraer matrimonio en su país de
origen sin estar presente”; poligamia, posible salvo en Tuniez… Puesto
que es necesario saber que toda mujer, que haya llegado del Magreb para
establecerse en Francia o que haya nacido en Francia de padre magrebí,
está sometida de derecho al estatuto personal de su país
de origen. Puesto que existen convenciones bilaterales entre Francia y
los tres países citados autorizando a que el derecho familiar del
país de origen se aplique en Francia. De tal manera que un juicio
en materia de divorcio o repudiación celebrado en Argelia, por ejemplo,
puede tener repercusiones y ser reconocido en Francia en base al principio
de reciprocidad (acuerdo judicial del 28 de agosto de 1962). En el marco
de un divorcio para las personas de nacionalidad argelina que viven en
Francia,
teoricamente debería aplicarse la ley francesa. Pero en virtud del
acuerdo que existe entre los dos países, si uno de los miembros
de la pareja solicita la aplicación del código de la familia,
puede hacerlo, incluso si el otro cónyugue no está de acuerdo.
Es lo que les ha ocurrido a numerosos hombres y mujeres que descubren que
se ha iniciado un procedimiento de divorcio por parte del marido en Argelia,
a sus espaldas. ¡Vigilemos, pues!
Los consejos recomendados en la guía
insisten en la iniciativa de la mujer: es ella la que debe plantear un
procedimiento en Francia si intuye que su marido iniciará uno en
el Magreb. Las jóvenes amenazadas por el matrimonio forzoso deben
desconfiar de “todo proyecto de viaje de “vacaciones” a su país”,
guardar siempre en el bolsillo sus documentos de identidad, al menos fotocopias,
finalmente y sobre todo de manera imperativa todas las mujeres deben tener
el reflejo de recurrir a la ayuda jurídica. La guía indica
así cuales son los personajes claves para contactar y proporciona
direcciones y números de teléfono útiles de asociaciones
y de oficinas especializadas.
La guía plantea a las mujeres la noción del derecho y el deber y su importancia en la autonomía de acción. Las responsabiliza y las incita a la combatividad. Se trata por otro lado de remediar el fatalismo de algunas de estas mujeres que postulan la omnipotencia del marido y no se atreven siquiera a plantearse la posibilidad de defenderse. La guía intenta responder a la abdicación a priori, la renuncia desde el principio.
La guía ha sido distribuida en árabe y francés en los tres países implicados a través de asociaciones de mujeres. Esta publicación ofrece por otro lado la oportunidad de plantear el problema de la existencia de códigos de estatuto personal en el Magreb y sus prescripciones que –salvo en Tunez- se distinguen por su conservadurismo y el aspecto particularmente retrógrado de algunas consignas. El encuentro que se desarrolla en el Hotel Aurassi debe llegar a conclusiones sobre la revisión del Código de Familia en Argelia apoyándose en principios y valores islámicos. Las asociaciones que luchan por la abrogación o cuanto menos la revisión de este código estan cansados de declaraciones, propuestas y otras recomendaciones, casadas de ambiguedades mantenidas, de equívocos prolongados. Ahora quieren hechos. S. H. La Tribune – Argelia. 11.10.99
Madame, vous avez des droits!, édité
par Femmes contre les intégrismes, BP 0640, 69239 Lyon, cedex 02Tarifs
d’envoi sur demande par fax au 04.72.54.66.90
et 04.72.38.75.99 E- Mail de contacto: gille@euronews.net
NOTA DE MUJERES EN RED.
Estamos en contacto con las compañeras
de Lyon Mujeres contra los Integrismos para ver la posibilidad de que el
texto de este libro, que puede interesar a muchas mujeres, pueda ser consultado
a través de Internet.
Por otro lado, en España se está
realizando un trabajo similar estudiando la situación legal de las
mujeres magrebíes en relación a la ley española. Cuando
sea publicado os lo daremos a conocer.
Alors qu’à l’hôtel Aurassi se tient un colloque sur le statut de la femme dans le monde arabe et musulman…
«Madame, vous avez des droits!»
Par Selma Hellal
IPar Selma HellalMadame,
vous avez des droits ! le ton est résolu, l’affirmation énergique.
La femme ainsi
apostrophée est celle
originaire du Maghreb, binationale ou non, vivant en France. C’est plus
qu’une interpellation
d’ailleurs, c’est une injonction
: en cas d’injustice, pas question de rester ignorante de ses droits, passive
et
résignée.
Christine Guillemaut, membre de l’association Femmes contre intégrismes
qui publie ce guide, est
catégorique à
ce sujet : lorsqu’une femme se retrouve lésée, parce que
prise dans les contradictions entre le droit
familial du pays d’origine
et le droit français, il faut réagir ! Plus qu’un droit,
se défendre devient alors un devoir.
Les objectifs du guide sont
clairs : sensibiliser, vulgariser et pousser à l’action. Aucun effort
pédagogique n’est
ménagé pour
démêler la complexe matière juridique, la rendre accessible
aux lecteurs, c’est-à-dire aux femmes
elles-mêmes, mais
aussi aux assistantes sociales, militants associatifs, avocats également.
Dans sa forme, le guide,
d’un jaune vif, ne néglige
aucun procédé pour capter l’attention: la page est aérée,
la typographie diversifiée. On
peut lire en gras, en italique,
avec un usage fréquent et didactique du point d’exclamation, les
exhortations suivantes:
«C’est donc à
vous, madame, d’agir en justice», «En cas de séparation,
soyez vigilantes», «Dépêchez-vous !» car
souvent il est vrai, c’est
une course contre la montre, pour anticiper, contrer, agir à temps.
Le guide rappelle un
certain nombre de discriminations
inhérentes aux codes de statut personnel en vigueur au Maroc, en
Algérie et en
Tunisie (respectivement
Mudawana, Code de la famille, Magâlla) : consentement du tuteur –
un homme – comme
condition sine qua non au
mariage d’une femme, sauf en Tunisie ; droit de garde ôté
à une mère divorcée si elle se
remarie ou vit en concubinage
avec un autre homme ; mariage par mandat permettant «à un
Maghrébin, homme ou
femme, résidant en
France, de contracter un mariage dans son pays d’origine sans y être
présent» ; polygamie
possible sauf en Tunisie…
Or il faut savoir que toute femme, qu’elle soit venue du Maghreb s’établir
en France ou
qu’elle soit née
en France d’un père maghrébin, est soumise de droit au statut
personnel de son pays d’origine. Car
il existe des conventions
bilatérales entre la France et les trois pays cités autorisant
le droit familial du pays d’origine
à s’appliquer en
France. C’est ainsi qu’un jugement en matière de divorce ou de répudiation
rendu en Algérie par
exemple, peut avoir des
répercussions, et être reconnu en France, sur la base du principe
de réciprocité (accord
judiciaire du 28 août
1962). Dans le cadre d’un divorce, pour les ressortissants algériens
vivant en France, c’est,
théoriquement, la
loi française qui devrait s’appliquer. Mais en vertu de l’accord
qui lie les deux pays, si l’un des
deux membres du couple demande
l’application du code de la famille, il peut le faire, même si l’autre
époux n’est
pas d’accord. C’est ce qui
arrive à de nombreuses femmes qui découvrent qu’une procédure
de divorce a été
entamée par le mari
en Algérie, à leur insu. Vigilance donc ! Les conseils prodigués
par le guide tablent sur le sens
de l’initiative de la femme
: c’est elle qui doit entamer une procédure en France si elle pressent
que le mari en
déclenchera une au
Maghreb. Les jeunes filles menacées de mariage forcé doivent
se tenir sur le qui-vive, se méfier
de «tout projet de
départ ‘’en vacances’’ au pays», garder toujours sur elles
leurs papiers d’identité, au moins des
photocopies ; enfin, et
surtout, il est impératif que toutes ces femmes aient le réflexe
du recours à l’aide juridique.
Le conseil est récurrent,
il revient, tel un leitmotiv, comme pour banaliser la démarche et
dédramatiser les
procédures. A cet
égard, le guide indique qui sont les personnages clés à
contacter et fournit des adresses et des
numéros de téléphone
utiles d’associations et de bureaux spécialisés (par exemple,
bureau d’entraide judiciaire).
On retiendra l’état
d’esprit qui imprègne le guide, la façon dont il s’adresse
aux femmes. Il leur inculque la notion de
droit et devoir, leur signifie
ce qu’est l’autonomie d’action. En bref, il les responsabilise et les incite
à la combativité.
Il s’agit en effet de remédier
au fatalisme de certaines de ces femmes qui postulent l’omnipotence du
mari, et
n’osent pas, ne serait-ce
qu’envisager la possibilité de se défendre. C’est contre
cette abdication a priori, ce
renoncement dès le
départ, que le guide s’insurge. C’est sans doute là un de
ses aspects les plus remarquables. La
parution de ce guide est
à saluer (des exemplaires en arabe et en français ont d’ailleurs
été diffusés dans les trois
pays concernés via
les associations féminines). Cette publication donne également
l’occasion de poser le problème,
en amont, de l’existence
des codes de statut personnel au Maghreb, ces prescriptions qui – sauf
en Tunisie – se
distinguent par leur conservatisme
et l’aspect particulièrement rétrograde de certaines consignes.
La rencontre qui
se déroule à
l’hôtel Aurassi est censée aboutir à des propositions
sur «la révision du code de la famille en Algérie en
s’appuyant sur les principes
et les valeurs islamiques». Les associations qui luttent pour l’abrogation,
ou du moins,
l’amendement de ce code
sont lasses des déclarations, suggestions, et autres recommandations;
lasses des
ambiguïtés maintenues,
des équivoques prolongées. Elles veulent des faits désormais.
S. H.
Madame, vous avez des droits!,
édité par Femmes contre les intégrismes, BP 0640,
69239 Lyon, cedex 02Tarifs
d’envoi sur demande par
fax au 04.72.54.66.90 et 04.72.38.75.99
E- Mail de contacto: gille@euronews.net
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