ARGELIA: 8 DE MARZO, MÁS QUE NUNCA...
por Elena Laurenzi
Traducción Montserrat Boix - Mujeres en Red
Este año más que nunca Argelia ha festejado el 8 de marzo: sus salas se han abierto a centenares de iniciativas -debates, encuentros entre profesionales, teatro- los restaurantes han aplicado tarifas especiales, los periódicos, la radio, la televisión ha dado protagonismo a sus periodistas. Y las argelinas han tomado la ciudad, paseando por las calles en las que se ha restablecido un clima de relativa calma y participando masivamente en las iniciativas.
A propuesta de la asociación
RACHDA presidida por Khalida Messaudi y de un comité que ha reagrupado
a 21 profesionales y militantes históricas del feminismo argelino,
más de 100 mujeres extranjeras han llegado al hotel Aurassi
para participar en el coloquio internacional: "E de marzo 2000. Argel capital
símbolo de la resistencia de las mujeres", un verdadero milagro,
impensable hasta hace pocos meses, una ocasión extraordinaria de
encuentro, de confrontación, de elaboración de proyectos
e incluso de catarsis colectiva con la emoción y la pasión
que han acompañado las exposiciones, los testimonios, las reflexiones.
Han respondido a la llamada de las
mujeres argelinas mujeres y hombres pertenecientes a las instituciones
que en Europa (y sobre todo en Italia, presente con una masiva delegación)
han apoyado a las mujeres argelinas con proyectos de cooperación:
mujeres del Magreb, de Sudan, de Afganistan, de Iran, Albania, llamadas
a confrontarse ante la situación de las mujeres y de su resistencia
frontal a la deriva totalitaria; representantes del mundo político
europeo que desde hace años apoyan la causa de las argelinas luchando
por una comisión internacional a favor del derecho de la mujer
como la ex-ministra francesa Simone Veil, la europarlamentaria belga Anne
Marie Lizzin y la ministra italiana por la Igualdad de Oportunidades Laura
Balbo la cual ha declarado que los países del sur del mediterraneo
son, junto a los países del este, el verdadero nodo para afrontar
en la construcción de Europa, comprometiéndose a solicitar
a Prodi una comisión permanente sobre Argelia.
Pensado para "agrader a todas las mujeres que en estos años han estado cerca, han creido en nosotras, han apoyado nuestra lucha" -decía Khalidad Messaudi- el coloquio ha hecho visible el numeroso entramado de relaciones que las demócratas argelinas, infatigables en sus viajes, en sus encuentros, en su trabajo para la distribución de información, ha sabido tejer a su alrededor en estos años de terrror, en contraste con la opinón pública internacional que durante años ha ofrecido legitimidad a los terroristas del FIS constriñendo a la sociedad argelina y a las mujeres en particular al dictado teocrático y fascista: " una suerte de fatalismo culturalista, reminiscencias de racismo y de colonialismo" ha denunciado Malika Boussuf, redactora jefe del diario Le Soire, subrayando el contraste de la rapidez con la que los gobiernos europeos se movilizaron en la reacción contra Heider.
La cuestión de la universalidad d ela democracia, de la defensa de los derechos humanos y de las mujeres en particular ha sido el nodo central de estos dos días de debate en los que todas las intervenciones han insistido en la necesidad de una inmediata abrogación, o al menos revisión del Código de Familia que desde 1984 relega a las mujeres al estatuto de menores de por vida. En torno al código se juega hoy la batalla de la emancipación de las mujeres en Argelia. La jurista Nadia Ait Zai ha recordado el trabajo sutil y paciente que ha desarrollado un colectivo de juristas magrebíes (Colectivo Magreb-Igualdad) en la revisión del código bajo el punto de vista jurídico, constitucional y religioso, hasta la formulación de 20 enmiendas para cuya aprobación numerosas asociaciones de mujeres se han movilizado recogiendo -en Argelia y en el exterior- 3 millones de firmas. Como resultado de esta batalla, recientemente el Alto Consejo Islámico (un representante del cual ha intervenido en el Coloquio) ha organizado un seminario sobre "Los derechos de las mujeres en el Islam" en el curso del cual se han producido significativos avances que permiten esperar la revisión de algunos puntos del codigo: la cuesitón de la poligamia, el reconocimiento al derecho del divorcio por parte de las mujeres y la asignación del domicilio conyugal a la mujer a la que le sea otorgada la tutela de los hijos. Es un paso necesario, aunque duro de digerir por muchas mujeres que ven en el laicismo de las leyes un objetivo irrenunciable: hoy, sin embargo, no parecen existir dudas de que la revisión del código pasa por la implicación de la autoridad religiosa y ello no se producirá de manera espectacular en el reconocimeinto de las reivindicación de las asociaciones de mujeres por parte del Presidente Bouteflika.
Si de hecho resulta claro para todos en Argelia que la situación de la mujer está en el corazón de cualquier proyecto de modernización de la sociadad, es tambien evidente que -incluso admitiendo la intención de voluntad reformista por parte de Bouteflika- este proyecto continúa encontrándose con un parlamento dominado por las fuerzas islamo-conservadoras y con un aumento de la movilización del FIS que ultimamente ha logrado una victoria significativa con la anulación del concierto del cantante judeo-argelino Enrico Macias en Constantina, muy apoyado por el propio presidente que ha hecho de la cuestión judía uno de sus caballos de batalla.
Es precisamente por el apoyo a la política de Bouteflika que el movimiento de mujeres ha tenido conflicto: un parta significativa de las asociaciones de mujeres coordinada por Zazi Sadou ha decidido celebrar por separado el 8 de marzo con una conmemoración en recuerdo de las mujeres víctimas del terrorismo. Una elección altamente simbólica, una cuestión para no olvidar, una clara protesta contra la ley de la concordia civil que hasta hoy ha amnistiado a casi 5.000 terroristas del AIS (Ejercito Islámico de Salvación, brazo armado del FIS), abriendoles las puertas de los pueblos y los barrios, reintegrandoles en sus puestos de trabajo, concediendo pensiones a sus familias. Una ley duramente criticada por los familiares de las víctimas y por una parte de las fuerzas políticas que está provocando una división profunda entre quienes han elegido apoyar al presidente creyendo en su proeycto de pacificación y normalización del país y quienes no aceptan la liquidación de un pasado todavía muy presente.
Pero la herida profunda atraviersa la conciencia de todos los demócratas argelinos, cada uno de los cuales tiene sus muertos a los que llorar. Su eco ha atravesado tambien el coloquio en numerosas intervenciones, como las de M. Belckenchir, mujer del pediatra asesinado en 1989, insistiendo en el riesgo de la deriva representado en la ley de la concordia, si ésta no va acompañada de un compromiso para la justicia y para la memoria "si no se permite llamar a las cosas por su nombre".
"Esta ley, acompañada de la
promesa de Bouteflika que con el compromiso de su honor ha asegurado a
los terroristas que no serían nunca procesados, representa un verdadero
terremoto en nuestras consciencias" -ha subrayado una de las participantes-
"no entendemos porqué solo cuando se habla de abrogración
del código de familia este presidente tiene escrúpulos para
no herir sensibilidades".
VERSION EN ITALIANO
por Elena Laurenzi
Quest'anno più che mai, Algeria
ha festeggiato l'8 marzo: le sue sale si sono aperte a centinaia di iniziative
-dibattiti, incontri tra professioniste, concerti, teatro- i ristoranti
hanno applicato tariffe speciali, i giornali , la radio, la televisione
hanno esibito le loro giornaliste. E le algerine hanno festeggiato la città,
passeggiando per le strade restituite a un clima di relativa calma e partecipando
massivamente alle iniziative.
Su iniziativa della associazione
Rachda presieduta da Khalida Messaoudi e di un comitato che ha raggruppato
21 professioniste e militanti storiche del femminismo algerino , più
di 100 donne straniere sono approdate all'hotel Auracine per partecipare
al colloquio internazionale: "8 marzo 2000: Algeri capitale simbolo della
resistenza delle donne" : un vero miracolo, impensabile fino a pochi mesi
fa, una occasione straordinaria di incontro, di confronto, di progettazione,
e anche di catarsi collettiva, con le emozione e le passioni che
hanno accompagnato i racconti, le testimonianze, le riflessioni .
Hanno risposto all'appello delle donne algerine donne e uomini appartenenti alle associazioni e alle istituzioni che in Europa (e soprattutto in Italia, presente con una massiccia delegazione) hanno sostenuto le donne algerine con progetti di cooperazione; donne dal Magreb, dal Sudan, dall'Afghanistan, dall'Iran, dall'Albania, chiamate a confrontarsi sulla situazione delle donne e la loro resistenza di fronte alle derive totalitarie; rappresentanti del mondo politico europeo che da anni sostengono la causa delle algerine battendosi per una commissione internazionale sui diritti per le donne, come l'ex ministra francese Simone Weil, la europarlamentare belga Anne Marie Lizzin, e la ministra italiana alle Pari Opportunità Laura Balbo, che ha dichiarato che i paesi del sud del mediterraneo sono, insieme ai paesi dell'est, il vero nodo da affrontare nella costruzione dell'Europa e che si è impegnata a sollecitare a Prodi una commissione permanente sull'Algeria.
Pensato per "ringraziare tutte le donne che in questi anni ci sono state vicine, hanno creduto in noi , hanno sostenuto le nostre battaglie", (nelle parole di Khalida Messaoudi), il colloquio ha reso visibile la ragnatela di rapporti che le democratiche algerine, infaticabili nel loro viaggiare, nel loro raccontare, nel loro lavoro capillare di informazione, hanno saputo tessere attorno a sé in questi anni di terrore, contrastando la opinione pubblica internazionale che per anni ha offerto legittimità ai terroristi del FIS consegnando la società algerina e le donne in particolare al disegno teocratico e fascista: "una sorta di fatalismo culturalista, retaggio del razzismo e del colonialismo" - ha denunciato Malika Boussuf, caporedattrice de Le Soire, sottolineando il contrasto con la prontezza con cui i governi europei si sono mobilitati nella reazione contro Heider.
Il tema della universalità della democrazia e della difesa dei diritti umani e delle donne in particolare, è stato il nodo centrale di questi due giorni di dibattito, in cui tutti gli interventi hanno insistito sulla necessità di una immediata abrogazione, o quanto meno revisione del Codice della Famiglia che dal 1984 relega le donne allo statuto di minori a vita. Attorno al codice si gioca oggi la battaglia per l'emancipazione delle donne in Algeria. La giurista Nadia Ait Zai ha ricordato il lavoro sottile e paziente che ha impegnato un collettivo di giuriste magrebine (Colletive Magreb Egalité) nella revisione del codice stesso dal punto di vista giurdico, costituzionale e religioso, fino alla formulazione di 20 emendamenti per la cui approvazione numerose associazioni di donne si sono mobilitate raccogliendo-in Algeria e all'estero- 3.000.000 di firme. Come risultato di questa battaglia, recentemente, l'Alto Consiglio Islamico (un rappresentante del quale è intervenuto al Colloquio) ha organizzato un seminario su "I diritti delle donne e l'Islam" nel corso del quale si sono prodotti significativi avanzamenti che lasciano sperare nella revisione di alcuni punti del codice: la messa al bando della poligamia, il riconoscimento del diritto al divorzio per le donne, e la assegnazione del domicilio alla donna cui sia affidata la tutela dei figli. E' un passo necessario anche se duro da digerire per tante donne che vedono nella laicità della legge un obiettivo irrinunciabile: oggi, però, non sembra esserci dubbio che la revisione del codice passa per un coinvolgimento delle autorità religiose, e che essa non si produrrà nella forma spettacolare del riconoscimento delle richieste delle associazioni femminili da parte del presidente Bouteflika.
Se infatti è ormai chiaro per tutti in Algeria che la questione femminile è al cuore di qualsiasi progetto di modernizzazione della società, è anche evidente che -pur ammettendo la serietà della volontà riformista di Bouteflika- questo progetto continua a scontrarsi con un parlamento dominato dalle forze islamo-conservatrici e con una rimonta della mobilitazione del FIS , che ha recentemente segnato una vittoria significativa con la revoca del concerto del cantante ebreo algerino Enrico Macias a Constantine, fortemente appoggiato dal presidente stesso che della questione ebraica ha fatto uno dei suoi cavalli di battaglia.
E proprio sull'appoggio alla politica di Bouteflika il movimento delle donne si è spaccato: una parte significativa delle associazioni femministe coordinate da Zazi Sadou ha deciso di celebrare separatamente l'8 marzo con una commemorazione delle donne vittime del terrorismo. Una scelta altamente simbolica, un monito a non dimenticare, una chiara protesta contro la legge sulla concordia civile, che a tutt'oggi ha amnistiato circa 5.000 terroristi del AIS, riportandoli nei villaggi e nei quartieri, reintegrandoli nei posti di lavoro, concedendo pensioni alle loro famiglie. Una legge duramente criticata dai familiari delle vittime e da una parte delle forze politiche, che sta segnando una spaccatura profonda tra chi ha scelto di appoggiare il presidente credendo nel suo progetto di pacificazione e di normalizzazione del paese, e chi non accetta la liquidazione di un passato ancora molto presente. Ma la lacerazioneè profonda, attraversa le coscienze di tutti i democratici algerini, ognuno dei quali ha i suoi morti da piangere. Il suo eco ha attraversato anche il colloquio, nei numerosi interventi -come quello di M.me Belckenchir, moglie del pediatra assassinato nel 1989- che hanno insistito sul rischio di deriva rappresentato dalla legge sulla concordia, se questa non è accompagnata da un compromesso per la giustizia e per la memoria, "se non permette di nominare le cose come sono".
"Questa legge, accompagnata dalle promesse
di Bouteflika che sul suo onore ha assicurato i terroristi che non verranno
mai processati,rappresenta un vero terremoto nelle nostre coscienze" -ha
sottolineato una delle intervenute- " non capiamo perché solo quando
si parla della abrogazione del codice della famiglia questo presidente
si faccia scrupolo di non ferire delle sensibilità"