LA SEDUCCIÓN EN EL ABUSO SEXUAL INCESTUOSO

Compañeras de Mujeres en Red, les enviamos un artículo, escrito en México por Psicólogos/as sociales sobre el abuso sexual en la infancia perpetrado por un miembro de la familia. Ojalá sea de utilidad. Por favor esperamos sus comentarios a nuestra dirección

GEMA y FRANCISCO

fjlopez@df1.telmex.net.mx
 
 

GEMA IRENE CONTRERAS JIMENEZ

FRANCISCO DE JESUS LOPEZ CASILLAS

"El secreto. Cualidad seductora, iniciática, de lo que no puede ser dicho porque no tiene sentido, de lo que no es dicho y, sin embargo, circula. Sé el secreto del otro, pero no lo digo y él sabe que yo lo sé, pero no corre el velo: la intensidad entre ambos no es otra cosa que ese secreto del secreto. Además, si cualquiera de los implicados quisiera levantar el secreto no podría, pues no hay nada que decir. Todo lo que puede ser revelado queda al margen del secreto. Pues no es un significado oculto, no es la llave de nada, circula y pasa a través de todo lo que puede ser dicho igual que la seducción corre bajo la obscenidad de la palabra – es el inverso de la comunicación y, sin embargo, se compromete. Sólo adquiere su poder al precio de no ser dicho, igual que la seducción actúa a condición de no ser dicha, nunca querida".

JEAN BAUDRILLARD

"No podía hablar. Por eso me desahogo ahora; por el daño tan enorme que me hizo ese silencio"
 
 
 
 

"Estoy encontrando ese grito. Pero para encontrarlo tuve que empezar a buscarlo y el camino ha sido muy doloroso. Buscando el gritome encontré con la culpa. O botaba la culpa o no encontraba el grito. Decidí botarla, por eso se que ese grito lo voy a encontrar. Era la culpa la que no me dejaba ver el camino "
 
 

"Cuando Gisela tenía entre 5 y ocho años, su padre, comenzó a mirarla de manera diferente, a acariciarla con mucha frecuencia y a mecerla. Muy seductor, jamás usó de la violencia física, ni de amenazas…"

En últimas fechas la problemática de la Violencia Intrafamiliar ha interrogado a diversos sectores de la sociedad civil. Es por ello que una de sus preocupaciones este girando, al igual que cuando se legisló sobre el delito de violación, en la búsqueda por tipificar los delitos relacionados con la violencia intrafamiliar. Si bien, el concepto de violencia intrafamiliar denota múltiples características (ejercicio y sometimiento a la autoridad, asimetría de edad, roles genéricos, etc.) que van desde el maltrato físico y psicológico hasta el abuso sexual, es importante investigar sobre los diversos agentes que convergen en las relaciones familiares y sus vínculos diferenciales con la violencia.

Por ello, la intencionalidad de la presente exposición sé finca en la necesidad de clarificar las características que encierra lo que denominamos Abuso Sexual Incestuoso (ASI)

" Se propone denominar este tipo de contactos sexuales, cuyos autores no mantienen una relación par, sino una relación dispar, "abuso sexual incestuoso". El abuso sexual incestuoso (ASI), que solo tiene lugar entre parientes consanguíneos o afines socialmente desiguales (o sea, comprometidos en una relación asimétrica de superioridad e inferioridad). Las relaciones entre el adulto y el niño son regidas por el deber de la obediencia del segundo al primero. La asimetría de la relación obliga al menor, niño o niña, a acatar la orden, del adulto, sea este hombre o mujer. El hombre adulto, inclusive, tendrá mayor autoridad para imponer su voluntad, que la mujer adulta, estadísticamente hablando. Cuando el infante es niña, su obediencia al adulto macho es doblemente esperado por la sociedad, pues están comprometidas dos asimetrías: La de la edad y la de género. Así, el padre, el padrastro, el abuelo, el tío son capaces de imponer su voluntad a los niños de su familia, sobre todo a los del sexo femenino."

Si bien es una problemática poco estudiada en México, existen datos estadísticos recopilados por González, Azaola, Duarte y Lemus: 1993 en el ámbito nacional, donde el abuso sexual al menor se manifiesta, mayormente, al interior de las familias: "Es decir los familiares son los responsables del abuso sexual a los menores en un porcentaje que varía entre el 30 y el 60 % de los casos reportados ". Si bien, existe una diferencia radical entre casos denunciados (ya sea en Agencias Especiales de Delitos Sexuales o en Organizaciones No gubernamentales que trabajan con menores abusados sexualmente) y la incidencia de dichas practicas sexuales, porque se desarrollan al interior de las familias o por pertenecer al "ámbito de lo privado", son pocos los casos que se denuncian y, por otro lado, al momento de tipificarse como delitos caen en el ámbito de la violación a menores, estupro, actos lascivos, maltrato al menor, etc. perdiendo la fuerza de todo lo que implica un abuso sexual incestuoso

En este sentido, los casos de Abuso Sexual Incestuoso (ASI) se diluyen, se pierden al tipificarse como delitos. Pero abría que agregar que los casos de ASI denotan características que los hacen diferenciales de una violación: duran por períodos prolongados, se repiten en múltiples ocasiones, el agresor es un familiar, se comprometen asimetrías de edad y de género, se manifiestan procesos de "seducción" donde la actividad coital pasa a ser el punto final de los largos procesos provocando profundos silencios

Si bien, múltiples características se comprometen en una relación de Abuso Sexual Incestuoso donde la violencia emerge como atravezamiento primordial, lo que nos interesa plantearles el día de hoy es sobre un tipo de violencia que podríamos denominar "sutil"; es decir, mientras que en algunos casos sobre Abuso Sexual Incestuoso, lo que se compromete es la coerción física (golpes, amenazas) el vínculo de intercambio ( regalos por caricias, obsequios por silencio, dinero por secreto); existe esta "otra" violencia que denominamos "seducción". Ello no quiere decir que solo en los casos de abuso sexual incestuoso se manifieste, más bien es un proceso que, en muchos casos caracteriza a los abusos sexuales a menores, pero, cuando el abuso es perpetrado por algún miembro de la familia, sobretodo por el padre, encierra connotaciones muy particulares.

Bueno, para entender esas características diferenciales que encierra un abuso sexual incestuoso, partiremos de una definición coloquial que se imprime al término "seducción".

En los casos que se denuncian sobre delitos de violación en invariables ocasiones es utilizada la palabra " ella me sedujo", "ella me provocó con la mirada, y yo solamente respondí a mis impulsos de hombre" "ella me sedujo, porque de lo contrario hubiera opuesto resistencia" "ella venía aquí porque le gustaba" En casi todas las declaraciones el victimario juega con la palabra, pero una palabra que es utilizada con la finalidad de evitar ser castigado, en ese sentido la "seducción" ha pasado a ser el arma primordial en defensa de los agresores.

Ahora bien, si entendemos la definición literal del término como "acto de seducir", entramos al terreno de la acción, es decir con la seducción se puede cautivar, encantar, hacer caer en un error, e incluso sobornar, con la finalidad de obtener un objetivo. En este sentido, podríamos pensar que, lo que sostiene al "acto de seducir" que sería la seducción, estaría íntimamente vinculado con la obtención de alguna ganancia. Por ello que el acto de la seducción no se encuentra en forma aislada, es decir, sostiene una serie de "complicidades" en las que ambos sujetos, que "se seducen ", los compromete. Para que hubiese seducción tuvo que plantearse una "complicidad", algo que compromete a las partes posibilitando la acción. De ahí, podríamos inferir que nunca, en un proceso de seducción, una de las partes queda excluida, por lo cual, no cabría decir "ella me sedujo" sin el pronombre personal "él" ya que la seducción es una acción que "compromete" a ambos polos de la balanza. En este sentido "la seducción" no la veríamos como un juego entre "buenos y malos", sino más bien comprender lo que posibilita que hablemos de "buenos y malos"

Ahora bien, regresemos al Abuso Sexual Incestuoso con la finalidad de entender la "acción" que sostiene dicha "seducción", en este sentido nos interesa saber las diferentes partes (de ambos polos de la balanza) que sostienen dicho acto y posibilita su duración por largos períodos.

Hablar de seducción necesariamente nos remite a la sexualidad, y de eso se trata cuando hablamos de Abuso Sexual Incestuoso. Siempre en un Abuso Sexual Incestuoso se encuentran comprometidas varias asimetrías:

Primero.- La "asimetría de edad" que compromete diferentes espacios en torno a la sexualidad, es decir los niveles de información, manejo y ejercicio de la sexualidad nunca va a ser el mismo de una persona con 45 años y una niña de 5. En ese sentido, mientras el abusador busca ejecutar sus fantasías sexuales, la niña se juega con sus fantasías que le permitan tener un lugar en el mundo de los afectos alrededor de los adultos. Punto diferencial importante, ya que en el Abuso Sexual Incestuoso la niña necesariamente se juega en la búsqueda de afecto, un lugar en el mundo, alrededor de esos adultos que le dicen "ama a tu padre" "dale un beso a tu tío" " abraza a tu abuelito". Punto importante a reflexionar si lo relacionamos con el hecho de que este tipo de abusos duren por largos períodos debido a esta gran ambivalencia entre "amor y abuso sexual", situaciones difíciles de diferenciar por la niña ya que se compromete su lugar alrededor del mundo de los adultos. En ese sentido, cuando los hechos aparecen, es decir, la seducción hace su aparición y se vuelca alrededor de cada una de las partes, es practicada desde dos puntos diferenciales: la niña solicita ser colocada en una relación amorosa, tener un lugar en el mundo, que le posibilite saberse amada, protegida, y que por lo cual "accede a los mandatos del adulto" y; del otro lado de la balanza, el adulto compromete su saber sobre la sexualidad, es decir es él quien coloca a la niña a que satisfaga sus fantasías, su búsqueda de placer sexual, pero siempre muy distante de las necesidades que la niña tiene.

" Con Neusa los contactos sexuales del padre comenzaron cuando ella tenía 8 o 9 años, habiendo durado de dos a tres años. No hubo, no obstante, penetración vaginal, ella tenía apenas once años y el padre preparaba el camino, esperaba el momento adecuado.

El padre era muy cuidadoso tanto en el plano emocional como en el nivel físico. Usaba cremas para no herirla y la preparaba psicológicamente para el siguiente paso. La convenció para que lo masturbara, siempre que ella estuviera menstruando y, por lo tanto, imposibilitada según él, de mantener relaciones sexuales

Un segundo punto asimétrico a reflexionar es el que denominamos "sometimiento a la autoridad" y que desde la seducción emerge como diferencia a plantear. Los adultos han sido colocados, por la misma estructura jerárquica de la sociedad, como ejemplo a seguir para los niños: son los que les "enseñan" las diferencias morales entre lo bueno y lo malo, son los que con " su ejemplo educan" y los que brindan protección, amor, afecto, etc., es decir los adultos fungen como figuras ideales de los niños.

" Solo quería acurrucarse al lado de mi padre y sentir su cariño y su afecto: Gisela afirma que a pesar de toda su historia de Abuso Sexual Incestuoso, no se cansa de buscar al padre. Cuanto más busca al padre, más encontraba al macho.

Cuando pensamos en seducción, pareciera que esta se manifestara en un mismo plano, pero no es así. Los sujetos que se comprometen en una relación de Abuso Sexual Incestuoso son dominados por los privilegios de la autoridad, es decir "alguien pone las reglas del juego, las estrategias a seguir, las características que fundaran la "relación", donde ese "alguien" pondrá a su disposición al otro sujeto e intentará someterlo a dichas reglas. Pero lo interesante es lo "sutil" de dichas reglas y de donde emergen. Como ya hemos mencionado la niña se encuentra en la búsqueda de un lugar en el mundo, para ella las palabras cariñosas (reglas al fin) tienen la connotación tan esperada y, el adulto utiliza dicho deseo transformándolo en palabras que se vinculan con la protección: "esto lo hago porque te quiero", "todos lo padres hacen esto con sus hijas", "esto es natural"; es decir el afecto, el cariño, el amor y la protección fungen como reglas morales.

"Controlaba todos sus pasos, poniéndose furioso cuando ella tenía un enamoradizo. Jamás permitió que ella ni su hermana durmiesen en casa de amigas, alegando que estarían sujetas a abuso sexual. Según Gissela, él juzgaba que todos los hombres fueran igual que él.

He aquí una nueva paradoja alrededor del niño y de la niña: de quien espera y cree obtener protección, amor, cariño y afecto, se transforma en un acto violento, pero que ante esta dicotomía, entretejida por la jerarquía y el amor, el niño que es abusado por su padre o familiar cercano, difícilmente puede decir NO. ¿ Sería fácil decir "NO QUIERO", cuando la jerarquía del adulto sé finca como ejemplo de amor, bondad y fraternidad a seguir? ¿ Cómo entender esta ambivalencia en el niño, cuando no alcanza a diferenciar una caricia amorosa, perpetrada por un familiar como ejemplo moral a seguir, de un acto violento que seria un abuso sexual incestuoso?

En los casos revisados hemos encontrado que esta dicotomía emerge de sujetos que han sido abusados desde edades muy tempranas, pero lo paradójico, es que sólo llegan a preguntarse sobre dicho evento cuando se presentan problemas relacionados con su sexualidad (retrasos menstruales, esterilidad, frigidez, etc.), pero muchos, muchos años después de los eventos violentos.

" Cuando niña, experimenté una relación incestuosa progresiva, que me pareció de naturaleza benéfica, había amor y una saludable auto-realización en aquello que yo concebía como un ambiente protegido, me acuerdo de estos tiempos como, tal vez, el período más feliz de mi vida, cierto día de repente, a partir de una conversación en el patio de recreo de la escuela, lancé la hipótesis de que todo aquello pudiera ser "malo". Los traumáticos incidentes que surgieron aquel día inauguraron un período de 30 años de disfunciones psicológicas y físicas."

Aquí nos enfrentamos a la problemática del silencio envuelto por la circulación del secreto.. En varios casos de Abuso Sexual a Menores las amenazas y agresiones posibilitan los silencios, pero en el Abuso Sexual Incestuoso que se finca en una relación dispar, los silencios son cómplices de los secretos. Es decir, el hecho de que el abusador repita una y otra vez la acción violenta y marque, incansablemente, las normas morales y amorosas que al niño o la niña le interesan escuchar, posibilitan la emergencia del secreto donde los dos saben lo que el otro hace y obtinene de ganancia, pero si lo verbaliza, si deja de ser secreto, los privilegios se pierden y el silencio desaparece, la complicidad se acaba. Por ello la seducción y el secreto envuelven los profundos silencios de las víctimas. Duran tanto tiempo como se quiera mantener el secreto. Aunque las agresiones desaparezcan, el secreto las hace florecer en los profundos silencios que duran por muchos años.

Quisiéramos finalizar con un testimonio que refleja el gran miedo de las víctimas, ante la ambivalencia de amor-odio, que encierra la seducción, ante los casos de Abuso Sexual Incestuoso.

" Por muchos años viví con tantos miedos, con tal de no enfrentar el más grande de todos: el recordar que mi papá era el monstruo nocturno del que nadie me iba a proteger. Le tenía miedo a la noche, a la oscuridad, al debajo de la cama, al baño, a darle la espalda a la puerta. Miedo a no ver todos los rincones del cuarto. Miedo a que un día se me saliera y le contara a alguien. Miedo a que si lo hacía me creyeran loca. Miedo a estar loca. Miedo a verme en el espejo y ver su cara reflejada en la mía"
 
 

GRACIAS