06 Ago '08 -Un poema de Roque Dalton

EL DULCE HOGAR
(Sobre el film de Truffaut “Los 400 golpes”)

Los niños desesperados
vagan por las calles suplicando ternura a los gatos.
Rodeados de imbéciles desconocidos
no hallan otro camino que el de sacarle la lengua a la historia.

Editado por quique, el día 06 Agosto '08 - 01:19, en Poemas.

Han dicho algo al respecto:

Comentario de maya () - 11 Agosto '08 - 12:41



Aparte de lo que el mercado diga o lo que el imperio diga, o lo que los enemigos, amigos,cómplices, víctimas, o simpatizantes del imperio digan, hay una cosa cierta, un punto de vista discrepante ha de ser analizado, reducido, evaluado, no debe escapar al control.
Tenemos como siempre a los defensores del mundo tal como es y los que creen que el mundo se puede cambiar. No sabemos quien lleva mejor su estado de “salud mental”.Pero un paseo por la antipsiquiatría y sus logros no estaría de más para todos aquellos que se declaran libertarios.
Sale mucho más económico (en todos los sentidos) mantener charlas con un “diferente” que organizar un sesión de brain storm.

Están también por lado aquellos que consideran una bendición “el malditismo” y los que lo consideran una “aberración”. Lo cierto es que desde que la literatura entró en el mercado del arte un concepto y otro cotizan.

Quizá nos sirva este pensamiento de Keroauc, sin ignorar que los caminos difíciles no llevan directamente al éxito, y que los fáciles suelen proporcionar un éxito vacío e inmediato.

“Brindemos por los locos, por los inadaptados, por los rebeldes, por los alborotadores, por los que no encajen, por los que ven las cosas de una manera diferente. No les gustan las reglas y no respetan el status-quo. Los puedes citar, no estar de acuerdo con ellos, glorificarlos o vilipendiarlos. Pero lo que no puedes hacer es ignorarlos. Porque cambian las cosas. Empujan adelante la raza humana. Mientras algunos los vean como locos, nosotros vemos el genio. Porque las personas que están tan locas para pensar que pueden cambiar el mundo, son las que lo hacen”.

Jack Kerouac

“Yo tengo un sueño… los hijos de los ex esclavos y los hijos de los ex propietarios de esclavos serán capaces de sentarse juntos en la mesa de la hermandad”. Martin Luther King



Comentario de Brindemos () - 08 Noviembre '08 - 01:18



Curioso



Comentario de maya - 09 Noviembre '08 - 12:53



A los acratas les pasa lo que siempre, que están a sueldo de la CIA (o del zar o de la masonería). ¿Ingenuidad o cinismo lo de estos chicos? Vaya Vd. a saber.

¿Así que brindemos por los inadaptados? Sólo a un anarquista o al memo de Kerouac se le puede ocurrir semejante genialidad romántica y pequeñoburguesa.

O sea, Maya, que según tú según Kerouac, son los locos, los borrachos, los poetas, los inadaptados los que hacen cambiar el mundo. ¿Se os ha ocurrido a ti o a Kerouac mirar alguna vez el mundo, aunque fuera por la ventana? Seguro que no. Si lo hubierais hecho, podríais comprobar cómo la marginalidad no genera más que violencia ciega. El tipo de violencia ciega que genera estar agotado física y mentalmente por una opresión sin fondo. No tiene nada de gracioso para el que la sufre, aunque resulte un buen tema literario para la memez, también sin fondo, pequeñoburguesa.

¡Sólo desde la mayor ceguera o el mayor cinismo se puede afirmar que el lumpen es el motor de la historia! Mira, ni voy a intentar mostrarte qué mueve la historia, en cualquier caso, a ti y a tus amiguitos os convendría leer menos literatura y un poco más de historia y economía. En fin, que todo esto no constituye más que la típica llamada ácrata a la “imaginación” con que desorganizar la “realidad” del proletariado.

Menos gilipolleces y más ciencia, que ya está bien.



Comentario de maya () - 10 Noviembre '08 - 20:01



Está muy claro que usted y la imaginación no son amigos, ni siquiera ha sido capaz de ponerse un nombre distinto para entablar algún tipo de debate.
Yo diría que son la violencia y la pobreza las que generan la marginación.
Usted tergiversa, nadie ha dicho que el lumpen sea el motor de la Historia. Lea despacio. Y si quiere hablar de El Capital, hable, por favor. No aventure lecturas ajenas.
¿La imaginación desorganiza la realidad del proletariado? ¿la imaginación de quién? ¿del lumpen? No me diga…
Ni siquiera le voy a intentar decir la falta de imaginación (o el cinismo) de quien nos conduce a la barbarie.
No obstante, y tal y como está el patio no hay que descartar ninguna opción como motor de la Historia.
En cuanto a los demás, amigos o no, déjelos en paz, aquí Stalin no tiene nada que ver y por eso cada uno va su aire.



Comentario de Cesario Vidalita () - 12 Noviembre '08 - 13:21



Me dirijo al apócrifo de maya (aunque no sé si maya es siempre apócrifo).

¿Son sus lecturas de antes del Concilio de Trento o de después del Vaticano II?
¿O tal vez se quedó en la parte de Alatriste en la que el Santo Oficio lo manda cargarse al
príncipe inglés?
En cualquier caso se nota que mezcla un poco sus lecturas, por ejemplo Crimen y castigo con Raputín y Los hijos de la luz. Separe, seleccione, hay que ser cuidadoso, el cerebro de cada
cual es un batiburrillo inconmensurable.
¿Tiene usted gentuza en su patio de atrás y no duerme bien por las noches?
¿Entonces a qué se mete con la pequeña burguesía?
Su objetivo, hombre de Dios, es la gente algo tiznada, no se fije en gente como yo.
Y eso que yo de joven fui comunista, allá en las Américas. Entonces estaba muy de moda que cada señora de la Alta Burguesía adoptase un comunista. A mi me adoptaron varias, incluso hasta la alcoba. Resultado, como nunca fui muy alto, me convertí en el pequeño burgués que ahora soy.
En cuanto a los borrachos, pues tampoco se ponga así. Yo me he quedado con todos los de mi barrio porque nadie los quiere, y son muy imaginativos cuando no conducen. Hacemos unas sesiones de macramé impresionantes. Tengo el piso (pequeño también) macanudo, ni se imagina. Veintisiete metros y ni un poquito de horror vacui.
Además estamos ahorrando para un panteón también de veintisiete metros, no hay que escatimar en el descanso eterno. A veces tengo miedo, es cierto, pero es por si mi ex, que es bipolar y psicobolche (no se da hoy en día una patología sin la otra, es como si la caída del Muro de Berlín hubiese partido los cerebros en dos) viene a expropiarme el pick up de los setenta que me regaló papá.
Y romántico soy un rato. ¿Por qué odia tanto el romanticismo? En fin de año siempre regalo rosas a la portera y lencería fina anudada en un bello capullo multicolor.
Con respecto a la ciencia (usted sabrá que entiende por ello, pero debo decirle que ya pasamos de la manzana de Newton y andamos todos ingrávidos) y las agencias de inteligencia no tengo nada que objetar. Ni imagina lo aburridísmas que serían las reuniones de los jueves si además de mis alcohólicos anónimos encima no vinieran los espías. Ningún calor humano, oiga.

Lamento decirle, in other hand, que hay un niño de la calle que llegó a Premio Nobel, adivina adivinanza. Kissinger no es. ¿Quién será?



Comentario de maya () - 16 Noviembre '08 - 15:05



Mientras los esclavos se asesinan el poder disfruta.



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