10 Mar '08 -La poesía revolucionaria de RD
Hasta hace bien poco, los lectores que desde España queríamos abismarnos en la obra del poeta revolucionario Roque Dalton (El Salvador, 1935-1975) no teníamos más remedio que acudir a la edición que de sus obras completas iban editando poco a poco los jesuitas de Centroamérica a través de la UCA (la Universidad Centroamericana de San Salvador). Al margen de la muy limitada antología que Mario Benedetti preparó hace seis años para la editorial española Visor, apenas poco más de Dalton podíamos encontrar en nuestro país. Sin embargo, hoy celebramos que los incansables editores de Baile del Sol se encuentren en camino de publicar, por fin en España, la totalidad de los libros de ese formidable poeta salvadoreño. La editorial canaria (a la que se pueden dirigir pedidos vía este correo-e: bailesol@idecnet.com) ha dado ya a la luz, en una colección propia bajo el título de "Biblioteca Roque Dalton",
La ventana en el rostro (libro originalmente publicado en 1961),
Taberna y otros lugares (1969) y
Un libro rojo para Lenin (1970), y está a punto de publicar
El testimonio de Miguel Mármol (1972).
.
Considero, sin duda, a Dalton el mejor poeta que diera Centroamérica en la segunda mitad del siglo XX, a la altura de otros poetas "conversacionales" y políticos de la región, como Ernesto Cardenal. El mismo Roque había afirmado, antes que lo mataran, que
«deberían dar premios de resistencia por ser salvadoreño»: de su "Pulgarcito" (así se conoce a su pequeño país, El Salvador) hubo de exiliarse Dalton, en varias ocasiones, a razón de su decidida militancia política; y en su "Pulgarcito" conoció un par de veces la prisión política (en una de ellas se salvaría de la cárcel cuando –tal como recuerda Eraclio Zepeda– un oportuno terremoto hizo caer las paredes de la prisión: Dalton pasó por encima de los escombros y quedó libre). En el Pulgarcito de América, en fin, hubo de encontrar su polémica muerte: Roque Dalton, que participa activamente en las luchas de la guerrilla de izquierda, es asesinado en mayo de 1975, en confusas circunstancias que todavía hoy, en El Salvador, constituyen motivo para una grave polémica.
Poeta vitalista, sarcástico y sumamente divertido, la poesía de Dalton es –como él– encarnizada, jodona y pendenciera. Coloquiales, mordaces en extremo, comprometidos contra todo descanso con la suerte del pueblo y con aquellos que malviven en las cunetas de la Historia, sus poemas llevan tatuados por todas sus partes el dolor de Centroamérica y el sueño posible de una Revolución que haría de él, de Dalton, un "poeta mártir" cuya obra sigue siendo inasimililable por los sectores sociales más inmovilistas de Centroamérica. Alzado contra la suerte que lo convirtiera, en 1968, "Poeta Meritísimo" de la Asamblea Legislativa de su propio país, Dalton no dejaría de preguntar "a los poetas de aterradores bigotes, a los académicos polvorientos, y a los nuevos escritores asalariados":
«¿Para qué debe servir / la poesía revolucionaria? / ¿Para hacer poetas / o para hacer la revolución?».
En la poesía revolucionaria de Dalton –por fin editada en España– asoma la figura de un hombre fuertemente comprometido con su tiempo y con su pueblo: su "Poema de amor", dedicado a los sin-nombre de toda América Latina, sigue siendo hoy uno de los más impresionantes poemas que jamás haya escrito alguien en nuestro tiempo. Si es hora de volver a visitar sus poemas, lo es porque sin duda se nos mostrarán vivísimos para un presente como el nuestro, de fuerte injusticia social y de tranquilizada inmovilización histórica: quizá el lector que se atreva a abismarse en los libros de Dalton encuentre también que la poesía, como el pan (así le gustaba a Roque compararla), es de todos:
«en la sangre unánime / de los que luchan por la vida».
Art. de Enrique Falcón, publicado en
Diagonal y en
Rebelión
Nadie ha comentado esta entrada aún.
Introduce un comentario