01 Nov '07 -Fernando Sánchez Dragó, la Falange y el libertarismo liberal...

Asumiendo (ay, nuevamente) el papel de chismosa de este portal, y a cuento de que este blog lo es de poesía y literatura, pero también político, nos permitimos reproducirles fragmentariamente un artículo que en la fecha de hoy publica el diario Público. Para que contextualicen la información, les diremos que lo que les reproducimos forma parte de un artículo titulado Un exjefe de Falange firma un documental en Telemadrid , en que se nos informa, a todos los que no solemos frecuentar la programación de esta siempre benemérita casa, sobre la emisión, el pasado 28 de octubre, de un documental de augusto y beato nombre: La cruz, el perdón y la gloria. Tal documental, firmado por Diego Urbán, exdirigente de Falange Española Auténtica (formación con la que, al parecer, puede seguir manteniendo algún tipo de vínculo) narra "toda la verdad sobre el mayor martirio católico del siglo XX". Ni que decir tiene que la fecha de emisión coincide con la de la beatificación de los mártires españoles de la guerra civil. Pues bien, a renglón seguido, se nos informa de lo siguiente:


No es la primera vez que Falange desempolva sus argumentos en Telemadrid. Uno de sus presentadores estrella, Fernando Sánchez Dragó, mantiene un enlace en su página oficial con la web de Falange Auténtica. Sánchez Dragó presenta este link dentro del apartado que denomina "webs amigas". Sobre esta organización, Dragó dice que "configuran un grupo utópico, acratón, respondón y valedor de causas como el Frente Polisario, el ecologismo y otras de similar vitola. Su talante me gusta, aunque no comparto su fe en la condición humana, su españolismo, ni su, para mi gusto excesivos, progresismo".


Y es que Dragó (y otros de no menor celebridad, incluyendo a Jiménez Losantos) se declara amante de las libertades, especialmente las individuales, y perpetuo tormento de estatalistas, comunistas, socialdemócratas y estalinistas. Y por ello mismo, unos días se declara anarquista, otros liberal y los más liberal-libertario. Esta última amalgama a lo mejor a Vds. les suena tan insensata como declararse leninista-zarista o republicano-borbónico, pero es que el Sr. Dragó es además cristiano y budista zen, y tan alto grado de ascetismo en vena, además de permitirle proezas como eyacular para adentro, le eleva el nivel de nihilismo cínico en sangre y le inmuniza contra la realidad más elemental (que le resbala casi por completo). Bien se ve que el insigne y nunca suficientemente alabado (por sí mismo, fundamentalmente) Sr. Sánchez Dragó, así como otros amigos liberales-libertarios, funda en esa coincidencia de los programas liberal y libertario que exige "menos estado, por favor, mucho menos estado" una confusión que le sale rentable. Creerán Vds. que si a esta confusión se le añade pimiento y cebolla finamente picados y un poco de atún nos saldría la receta para una buena empanada (mental), pero lo cierto es que el asunto tiene de broma oportunista mucho menos de lo que parece. Esa empanada postmoderna está calando, creemos nosotras, y especialmente está calando entre compañeros libertarios mal informados, que nefastamente se dejan guiar por estos cantos de sirena, especialmente por aquellos que añaden como ingrediente de la receta la tontería zen (¡ohmmmm!, espiritualidad, espiritualidad, que ya voy dejando de sentir el mundo). Esta intoxicada forma de colarnos la extrema derecha entrando por la extrema izquierda, tan propia de infiltrados de la CIA (voluntarios o no), consigue sus resultados y sus adeptos a la causa del libre-mercado. Les remitimos algunos ejemplos completamente anecdóticos (el célebre botón de muestra). Pasénse por revista liberal-liberatria, hojeen sus contenidos y realicen su descacharrante Test anónimo de posicionamiento ideológico (o Test de liberalismo libertario, que de los dos modos lo llaman); no dejen de leer las explicaciones que dan al resultado del mencionado test, en ellas encontrarán perlas intelectuales de gran calibre. ¿Que todo esto no va a ninguna parte? Nos permitimos recordar que hace unos meses el diario libertario Diagonal publicó una entrevista a unos jóvenes historiadores (no recordamos si también libertarios, pero sin duda sí lo suficientemente postmodernos, tolerantes y liberales) en que defendían la obra del ínclito Pío Moa (que si mal no recordamos, antes de sumarse a la más extremada derecha fue un pro-chino maoísta). También podríamos añadir una extensa lista de las falacias más o menos elaboradas o simples tonterías del mismo tipo que vamos escuchando y leyendo con creciente preocupación en asambleas, encuentros, talleres, debates y publicaciones libertarias (no es necesario que encarezcamos el desgaste y desorientación que acarrean estos dislates para nosotros). Sin ir más lejos, apostaríamos que una confusión semejante anima si no la admiración, sí el exceso de atención que algunos parroquianos de este lugar, como Daniel Bellón o Jorge Riechmann regalan al discuso siniestramente desorientador, deliberadamente ambiguo y declaradamente postmoderno de alguien como Vicente Luis Mora.



Así, pues, ¡alerta, compañeros libertarios!, ¡la confunsión arrecia!, ¡no se despisten!, no vaya a ser que el día menos pensado, tolerancia y Buda mediante, aparezcan nuestras organizaciones entre las "webs amigas" de Sánchez Dragó. Bakunin no lo permita.

P.D.: Directamente de la web oficial del Sr. Dragó:

A lo largo de su vida ha sido una persona comprometida con diversas causas, como su intervención en las algaradas antifranquistas de finales de los cincuenta y comienzos de los sesenta, lo que le valió cinco procesos, diecisiete meses de cárcel y siete años de exilio. En su juventud fue un hippy izquierdista de los que se apuntaban a mayo del 68 y se dedicaban a correr mundo con la mochila cargada a sus hombros. Hoy, él mismo se define como anarcoindividualista. Como los años no pasan en balde, Sánchez Dragó ha sabido adaptarse a la evolución de la sociedad, hecho que no sido bien visto por todos. Sin embargo, desde su izquierdismo antifranquista de la juventud hasta su condición liberal –en el sentido amplio de la palabra- de estos últimos tiempos, ha recorrido un camino que le ha conducido hasta llegar al orientalismo espiritual.

Editado por castigatrix, el día 01 Noviembre '07 - 21:55, en Critica Comentario.

Han dicho algo al respecto:

Comentario de pedro - 02 Noviembre '07 - 02:09



Chic@s, les cuento así a la rápida, pero casi me muero de asombro (y sí, también de asco), cuando me enteré de algo parecido a lo que nos cuentan, si no es igual, eso de los Anarco-capitalistas (http://es.wikipedia.org/wiki/Anarco-capi..) : uffffff cómo marean la perdiz, cómo son capaces de fagocitar todo, todo, para transformarlo en marca, en link de aprieta, y hazte tú mismo “anarco capitalista”, tú quieres, tú puedes, etc: sí factorías, no estado. No la dictadura proleta, sino de las empresas y de los empresarios. En fin.



Comentario de desiderata () - 02 Noviembre '07 - 11:41



Muy interesante esta entrada. Es una cuestión que alarma a más personas además de a los redactores/as de esta entrada. Pedro da la clave: no a la dictadura del proletariado, sí a la dictadura burguesa. Evidentemente, en el pasado la burguesía necesitaba apoyarse en los Estados y las democracias parlamentarias para ejercer su dominación, pero ahora mismo los Estados van siendo para el capitalismo un obstáculo (y por ello mismo, un baluarte defensivo para muchas personas, aunque sólo sea transitoria y estratégicamente). Vean si no, por ejemplo, cómo se están desprendiendo incluso de los cuerpos de seguridad del Estado privatizándolos (el caso aterrador de los EEUU y la ocupación de Irak). La burguesía ya sólo necesita para ejercer su dominio de clase de las estructuras empresariales transnacionales, cada vez emporios más grandes con relaciones más estables entre los individuos y familias que las dirigen. Es significativo que entre los “anarcocapitalistas”, “anarquistas liberales”, o como se quieran llamar, figure un tipo tan espantoso como Friedman (premio Nobel de economía, no lo olvidemos). Si conocen su discurso, sabrán que lo que postula la escuela de Chicago de Friedman no es que no se parezca al anarquismo clásico, es que ni siquiera es liberalismo. Lo único que postulan es un poder total, absoluto y omnímodo para la empresa burguesa. Y para ello tienen que vaciar de poder todas y cada una de las instituciones que todavía conservan algo de poder: Estado, sindicatos, asociaciones, ONU… (Si no les suena, escuchen precisamente a Dragó, que no deja de repetir una y otra vez los mismos postulados). Y es que la burguesía pocas veces se ha aplicado a sí misma sus propios postulados liberales. Aquí lo que hay, y cada vez más, es una pura, simple, dura y aterradora dominación de clase. A mí me parece que, en otro nivel, el de la responsabilidad intelectual de tipos como Dragó y otros (incluyendo a intelectuales menores, como los que menciona la entrada, pero que están haciendo su trabajo allí donde pueden ejercer su influencia), de lo que se trata es de una ofensiva generalizada y en toda regla contra el pensamiento materialista histórico. Fundamentalmente contra el marxismo (y leninismo), pero también contra lo que el anarquismo tiene de materialismo histórico. Y evidentemente ciertas nociones del libertarismo les valen para realizar esa operación de confusión consistente en “colar la extrema derecha [de los think tank) por la extrema izquierda”. Y evidentemente el objetivo es conseguir desactivar resistencias y sumar también esas fuerzas a la causa de eliminar completamente el Estado, por una lado, y de evitar que existan personas que se lleguen a convencer de la necesidad de la dictadura del proletariado (como decía Pedro), por otro. Para reafirmar así, precisamente, la actual dictadura de la burguesía. Y, no querría ser fusilada por derrotista, pero la verdad es que da la sensación de que van camino de conseguirlo.



Comentario de ale - 02 Noviembre '07 - 12:07



Anarkismo y budismo: Es lo que tiene el budismo, que lo mismo vale para un roto que para un descosido, para un facha que para un anarka. Hay budistas anarkistas, ya lo creo. Un amigo los llama los ANARKORETAS.



Comentario de alfonso - 07 Noviembre '07 - 12:59



Iba a escribir algo al respecto pero me sumo completamente a la entrada de “desiderata”.
En el fondillo, pero no de los pantalones, son liberal-jetistas.
Desestatalizo algo para dárselo a mi coleguita, algo que de manera histórica es del pueblo y realizado por el pueblo, por su fuerza de trabajo… Pero como somos superguays y chachis, y muy peligrosos, por tanto, pues engatusamos a todo el mundo y decimos que el Estado no ha de participar en nada. Claro, pero… ¿es vuestro lo que ponéis a subasta, lo que regaláis?



Comentario de lia () - 09 Noviembre '07 - 19:51



No creo que sea un problema exclusivo del anarquismo este de ser “absorvido” por el capitalismo. Desde luego, hay una petición de “menos estado” por ambas partes, aunque no con el mismo fin. El capitalismo corporativista actual desea que todo el poder del estado pase a manos de las empresas. El anarquismo, que sea de nuevo revertido a las personas. Otra cosa es que dentro del anarquismo haya corrientes tan aberrantes y francamente siniestras como el anarquismo individualista. Al respecto, recuerdo una novela de Pesoa: “El banquero anarquista”: un anarquista individualista llega al convencimiento de que la única forma de traer la verdadera anarquía al mundo es convertirse en un excelente banquero. En cualquier caso, no me parece a mí que esté la situación como para ir pidiendo menos estado. Porque pedir menos estado es, de hecho, dar poder a las empresas capitalistas.
Ale, me quedo con el término “anarkoreta”. Realmente gracioso ;-). Y es que o nos reímos de este nuevo espiritualismo orientalista que está calando en nuestros movimientos y que amenaza con sustituir a los antiguos comehostias, o a mí me da un sopopucio.
Y no sé quién es Daniel Bellón o si Jorge Riechmann rinde pleitesía a V.L. Mora, pero en cualquier caso: ¡menudo tipejo más oscuro es este V. Luis Mora! (Y, por cierto, la última persona que pensaría encontrar relacionada con los poetas que aquí escriben). Biquinhos.



Comentario de alvaro () - 10 Noviembre '07 - 23:07



Si es que, como decía aquel, siempre habrá quien confunda la anarquía con el anarquinaje. Y es que mezclar las cosas (el ron con el vozka, el hachís con la coca, la religión con la ciencia, la literatura con la política), sienta mal. Ya lo dijo el pesado de Cercás el EPS (sí, lo leo, qué pasa) de la semana pasada:
“Cuando un escritor se mete en política, es castastrófico para la política y para la literatura” (Javier Cercas).

¿Tela, eh? Lo mismo estaba pensando en Dragó cuando lo escribió. La próxima parada del infumable Cercás podría ser:
“Cuando un anarquista se mete en política, es catastrófico para la política y para la anarquía”.

En definitiva, señoras y señores:
Escritor, a tus escrituras.
Político, a tus politiqueces.
Anarquista, a tu anarquinaje.
(Zapatero, a tus zapatos).

Con Dios, majos.



Comentario de damian herrera () (link) - 24 Noviembre '07 - 21:43



HOla, respecto al artículo que abre esta línea y que escribe de manera muy divertida Castigatrix, me gustaría decirle que me ha parecido muy entretenido, e ilustrativo acerca del caracter manipulador que esconden aptitudes, tan elaboradas artísticamente como en el caso descrito, con el fin de influir produciendo el menor roce posible. Personalmente suscribo la misma aversión a esa corriente de la psicología, no sólo por su recalcitrante inutilidad, sobretodo por su falta de excrúpulos así como su tendencia historica al crimen y su justificación. Sin embargo, quiero también decir a su autor, que no caiga en el desvarío de temer la conversión del pensamiento libre a un pensamiento sujeto a dogmas, porque es posible que sin quererlo, se halle ejerciendo de vigilante de doctrinas y dogmas que nada tienen que envidiar de aquellas otras ideologias o corrientes del pensamiento político a los que muestra su oposición, y que sí tienen mucho que envidiar, y al parecer odiar, del pensamiento libre. En cualquier caso quiero hacerte constar que tu artículo es curioso y divertido.
Respecto al autor Luis V. Mora, del que haceis mención tanto en el artículo como en las respuestas, he leido el siguiente artículo: http://vicenteluismora.blogspot.com/, por encima, ya que, aunque me parece interesante por su (no muy peculiar) visión de las transformaciones de las relaciones sociales a partir de la incursión de las nuevas tecnologias de la comunicación, en nuestras sociedades, no ofrece ninguna respuesta positiva, al menos, que podamos discutir, que es lo que nos importa, creo. En este sentido, por ejemplo se me ocurre pensar que sería interesante plantear la posibilidad de la democracia directa a través de las nuevas conexiones electrónicas, ya que podemos cuestionar si internet, o estas nuevas vias eficaces de comunicación, pueden valer como plataformas de decisión colectiva, es decir, ¿Podemos participar las personas directamente en aquellas decisiones politicas y sociales que nos importan a todos a través del voto directo, de la discusión directa, a través del voto por internet, por ejemplo?. No quiero decir votar representantes en los que delegar nuestras decisiones, sino, participar votando nuestras propias decisiones. ¿Cómo podriamos promover una inicitativa de esta índole?. Sería interesante discutir ésto por si a alguien se le ocurre algo interesante y practicable. Porque al final, la suma de muchos algo terminan transformando el todo.
En fin, volviendo donde lo dejamos. Dicho autor (de quien sólo conozco, ya digo, el artículo del que hago mención un poco más arriba) tampoco parece ofrecernos nada nuevo a este respecto, quedándose donde se quedan todos (nos quedamos todos), describiendo el agua donde nos ahogamos, eso sí, con la peculiaridad del ángulo desde donde mira cada uno.
Salud.Recibir un abrazo muy cordial.



Comentario de castigatrix - 27 Noviembre '07 - 18:36



Estimado Sr. Herrera:

Me alegro de haberle resultado divertida, aunque no fuera en absoluto el objetivo central. En realidad, estos intentos de producir la mayor confusión política posible (como el de Sánchez Dragó) me producen escalofríos y me parecen síntoma de la gravísima deriva nihilista en que andamos (todos, individuos) sumergidos. Así que, ya ve que desde mi punto de vista, “de menor roce posible”, nada de nada. Por lo demás, cuando se refiere al “autor” no sé si habla de mí , pero en cualquier caso, estoy muy lejos de poder ser vigilanta de absolutamente nada. Sí pueden hacerlo, y de hecho lo hacen, aquellos intelectuales orgánicos de clase que disponen de acceso a poderosos mecanismos de difusión para apuntalar y difundir discursos que legitiman una injusticia y violencia generalizada bien determinada. Ese el caso de personajes como César Vidal, Pío Moa o Sánchez Dragó. Este último insiste, minuto sí minuto también, en su libérrimo ejercicio intelectual, lo que no deja de ser un caso clarísimo de cinismo: está dónde está y puede decir lo que dice porque defiende lo que defiende (léase, la violencia capitalista y a la clase social que de ella saca provecho). Por las mismas, tampoco tengo claro qué quiere decir Vd. con “pensamiento libre”, ni si tal cosa es en puridad posible para un individuo.

No he leído el artículo que Vd. apunta de Vicente Luis Mora y no le oculto que muy probablemente no lo haré. Hay tanto interesante que llevarse a los ojos, que me veo obligada a ser selectiva discriminando lo que, en principio, considero que difícilmente vaya a tener demasiado valor. En su momento, a raíz del comentario de un amigo, eché un vistazo largo a la obra de V.L.M. y lo que encontré fue postmodernidad liberal y nihilista adornada de erudición culturalista. Tampoco me ayuda a que el personaje me resulte simpático sus posturas fuertemente machistas y represivas en algún artículo publicado en la misma web que Vd. enlaza. En definitiva, me parece (aunque a otro nivel que Dragó) otro varoncito pagado de sí mismo jugando al mismo juego de apuntarse a la derecha haciéndose pasar por un libre pensador. El uno, Dragó, ya talludito y asentado en el negocio, y el otro, Mora, joven y buscando abrirse hueco en el mismo mercado.

Soy una demócrata convencida. También estoy convencida de que no vivimos, hoy día, en democracia. Sencillamente, no se dan las mínimas condiciones previas de justicia social para que podamos hablar de democracia. No tengo claro si tal cosa se podría arreglar suficientemente cambiando los métodos de participación en la toma de decisiones. A pesar de ello, sospecho que un sistema informático de democracia directa tendría la misma efectividad que cualquier otro para hacer efectivas decisiones democráticas reales como nacionalizar la banca o el patrimonio de Botín (por poner dos ejemplos urgentes). Así que ya ve Vd.

Saludos.



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