La manera con que en estas páginas se habla de la realidad es, por tanto, tan
radical como la realidad que se alcanza a comprender y, por ello, tras la
comprensión de tres de las claves fundamentales de nuestro tiempo, es también
opción personal –asimismo educativa– añadir una cuarta clave (“esperanza y
resistencia”) acerca de la posibilidad de “otro mundo posible” en el nacimiento
de una época, la nuestra, marcada por profundísimas mutaciones históricas.
Por
experiencia propia, el uso de estos materiales puede ser al tiempo útil y
sugerente:
— en dinámicas de aula (formación religiosa, humanidades, literatura, ciencias sociales, tutorías grupales, planes de formación social...) para mayores de 16 años, tanto en Formación Profesional de Grado Medio o Superior como en Bachillerato;
— en dinámicas de convivencias si se cuenta, como mínimo,
de un día entero para ello;
— en encuentros formativos de colectivos sociales,
escuelas para adultos, movimientos vecinales, equipos eclesiales y
organizaciones de voluntariado.
2/. UN MUNDO NUEVO: “BOMBA, DINERO Y ÉTER”.-
Mercantilización de la vida (“dinero”), violencia global (“bomba”) y
macdonalización cultural (“éter”): tres claves que estas páginas aceptan como
suficientemente válidas para poder acercarnos a una visión crítica de nuestro
tiempo.
Estoy convencido de que todavía no existe un retrato crítico totalmente
coherente y “definitivo” acerca del mundo que se inauguró a finales de los años
‘80 y que, bajo el rostro de lo que llamamos globalización, nos sitúa en un
cambio de época tremendo en el transcurso de la historia de la humanidad. Sin
embargo, existe un libro, sin duda polémico, escrito a dos manos por Toni Negri
y Michael Hardt –Imperio es su título– que, publicado en los albores del nuevo
siglo, bien podría acercarse a esa mirada crítica, global y actualizada del
nuevo escenario mundial que apenas hemos comenzado a pisar.
En una de sus
páginas más sugerentes, Negri y Hardt escriben: “El control imperial opera
mediante tres medios globales y absolutos: la bomba, el dinero y el éter”. Pues
bien: son estas tres claves las que hemos tomado para estructurar la propuesta
educativa que aquí presentamos, y en torno a ellas se organizan “80 viñetas y 28
poemas para un mundo nuevo”.
3/. LAS 80 VIÑETAS.-
De igual modo que para una
época que ya no existe (la que estuvo acuciada por la primera gran revolución
del capitalismo) Verne ideó aquella Vuelta al mundo en 80 días, aquí
seleccionamos 80 viñetas de El Roto para recorrer ese triple eje
bomba-dinero-éter que nos va a permitir –a jóvenes y a adultos– pasear de manera
crítica por los signos fundamentales de nuestra época.
El Roto (heterónimo del
pintor Andrés Rábago) lleva años publicando en la prensa diaria una serie
sumarísima de viñetas que ofrecen, en palabras del filósofo José Luis Pardo,
“algunos de los caracteres fundamentales del ordenamiento actual de la
realidad”. Desde hace años podemos acceder, día tras día y viñeta tras viñeta, a
“un inventario casi exhaustivo –nos señala Carlos David Rodríguez a propósito de
El Roto– de todas las astucias de las que hoy se sirve el miedo para envenenar
las relaciones de poder y sometimiento”.
De estos dibujos siempre me ha
sorprendido particularmente la fecundidad del trazo grueso que El Roto –en la
tradición gráfica de un Grosz, de un Daumier, de un Goya– pone al servicio de la
denuncia de esa capa grosera que a menudo cubre con propaganda la verdad de los
acontecimientos que están apuntalando nuestro “nuevo mundo”.
A su trazo
deformante, tan duro en tantas ocasiones, no cabe aplicarle (como creo que a
veces se hace) el calificativo de “pesimista”. Por el contrario, acompaña a cada
uno de los dibujos de El Roto (y aquí se recogen sólo ochenta) un sentido
radical de lucidez que (en la tradición de la sátira y destacándose en el
mediocre panorama actual del humor gráfico español) nos recuerda que tal vez
deberíamos ser tan radicales como la misma realidad. El pesimismo –estoy
convencido de ello– es otra cosa y en cualquier caso no es del todo aplicable a
la producción de este dibujante.
Para los jóvenes (y los adultos) que quisieran
atreverse a emprender esta “Vuelta al mundo en 80 viñetas”, no más quedaría
reseñar el aviso que, acerca de la obra gráfica de El Roto, Carlos David
Rodríguez dejara bien marcado recientemente:
«(...) Posee El Roto la capacidad de exponernos los mecanismos perversos mediante los cuales el poder y los poderosos ocultan y desfiguran la realidad. Pero no sólo los poderosos son denunciados. También podemos vernos nosotros reflejados en el espejo de sus viñetas, en la miseria cultural e insolidaridad que no es patrimonio del poder, del miedo, del horror, sino que se expande por toda una sociedad, la occidental, que no es capaz de mirar más allá de su televisor, de llegar más allá de donde le conduce su coche o de habitar otros territorios que no sean los de su vivienda blindada y con alarma.»
4/. LOS 28 POEMAS.-
El segundo bloque de
materiales aquí disponibles recorre las cuatro partes de este libro pronunciando
las palabras (temblorosas unas, decididas otras) de la poesía.
Hace cuatro años el crítico literario Manuel Rico escribía –para el libro Pasar la página: poetas para el nuevo milenio– que, con significativas excepciones, la poesía española de las tres últimas décadas había carecido de una dimensión comprometida con la modificación de un mundo radicalmente injusto, hasta tal punto que –si dentro de un siglo– un lector intentara buscar en nuestra poesía el lugar de la tragedia humana, los desmanes de la historia, los falseamientos de la realidad que establecen los poderes dominantes, el horror y la esperanza frente a un arranque de siglo lleno de amenazas colectivas, no lo tendría nada fácil. Sin embargo –continúa diciendo Rico– ese peligro estarían conjurándolo hoy un conjunto de poetas que, no complacientes con la realidad, están hondamente comprometidos con su tiempo.
De bastantes de estos autores, y de una muestra significativa de este
tipo de poesía, se ocupa la selección de poemas realizada para este volumen.
Amigos y compañeros de ámbitos educativos, de organizaciones sociopolíticas y de
comunidades cristianas me venían pidiendo, desde hacía ya tiempo, una
aproximación a lo que últimamente se ha calificado como "poesía crítica",
"poesía de la conciencia", "nueva poesía social", "poesía del conflicto" o
"escritura de la resistencia". Lo que aquí ahora hago es –sólo eso– rescatar
poemas que me han ido sirviendo en el trabajo con los chavales, para quienes la
poesía contemporánea resulta completamente inadvertida (como a muchos adultos,
todo hay que decirlo) antes siquiera de comprobar que al menos una parte de
estos poemas podría estar diciéndoles algo.
Todo poema (no lo olvidemos)
conlleva una visión de mundo. Los que aquí se recogen lo miran con las lenguas
del cariño, la protesta, el compromiso, la denuncia y la esperanza. En las
páginas que ahora siguen, estos 28 poemas –enfrentándose a la realidad del
tiempo que hubo de herirles– no quieren doblar las rodillas ni ante la
resignación de la injusticia ni ante el derribo de nuestra esperanza. En
definitiva proponen un paseo por los signos de nuestro tiempo, caminando de la
mano de una muestra accesible de la poesía crítica que hoy mismo se está
escribiendo en España.
Los poemas que aquí se recogen han sido publicados,
durante estos últimos 14 años, por autores españoles que escriben en castellano
(excepción hecha de Verónica Pedemonte, que aunque nacida en Uruguay reside en
España desde hace mucho tiempo). El mayor de esta quincena de poetas pasa de los
50 años de edad y los más jóvenes están a punto de entrar en la treintena.
De
casi todos ellos existen suficientes libros de poesía publicados que se pueden
rastrear por librerías o entre las páginas de internet (al final de este libro,
el lector puede encontrar pistas de ello en la sección de Bibliografía). Sobre
ellos planean y cantan, todavía y entre otros, los poetas sociales de los años
50 y 60, las vanguardias históricas, los filósofos muchos del pensamiento
disidente, los profetas del Antiguo Testamento, ciertos letristas del rock, las
tradiciones sindicalistas, libertarias y ecosocialistas, y la poesía
latinoamericana, de Pablo Neruda a Roque Dalton, de César Vallejo a Gonzalo
Rojas.
Confeccionada más con carácter divulgativo que desde una perspectiva
literaria en toda regla, esta muestra de 28 poemas le sigue también la
estructura (más arriba la anunciábamos) a una de las observaciones más
demoledoras que recientemente Toni Negri y Michael Hardt han realizado acerca
del tipo de mundo que, globalizándose a pasos agigantados, nos toca a todos
vivir. Negri y Hardt (recordémoslo) escribían: "El control imperial opera
[actualmente] mediante tres medios globales y absolutos: la bomba, el dinero y
el éter". Con sólo tres palabras conseguían, así, dar aviso –polémico, sin duda–
acerca de tres claves fundamentales del tiempo presente.
Caminando de manera
paralela junto a las viñetas de El Roto, la aproximación a estas tres grandes
cuestiones de nuestro tiempo (con el añadido de una cuarta, creo que todavía más
imprescindible: la de la esperanza en tiempos de resistencia) no la realizan ni
los informes ensayísticos ni los más lúcidos análisis interpretativos de la
realidad, sino ese aparentemente inofensivo encuentro de las palabras que
llamamos poesía.
Sobre ella, y como quien comparte el pan en la mesa de todos/as, en su compromiso trenzado con palabras y en la verdad de su denuncia, Pablo Neruda (de quien recientemente celebrábamos el centenario de su nacimiento) ya nos dejó dicho que
«[el panadero] cumple su majestuosa y humilde faena de amasar, meter al horno, dorar y entregar el pan de cada día, con una obligación comunitaria. Y si el poeta llega a alcanzar esa sencilla conciencia, podrá también la sencilla conciencia convertirse en parte de una colosal artesanía, de una construcción simple o complicada, que es la construcción de la sociedad, la transformación de las condiciones que rodean al hombre, la entrega de la mercadería: pan, verdad, vino, sueños. Si el poeta se incorpora a esa nunca gastada lucha por consignar cada uno en manos de los otros su ración de compromiso, su dedicación y su ternura al trabajo común de cada día y de todos los hombres, el poeta tomará parte en el sudor, en el pan, en el vino, en el sueño de la humanidad entera.»
Esa humanidad entera en que nos encontramos, acompañándonos mutuamente, educadores y jóvenes.
Hola,
soy profesora y esta propuesta me ha parecido muy interesante, pero ¿no os parece que es demasiado “directa”? Trabajo en un colegio privado (subvencionado) y es realmente fácil que si llevara la propuesta de Falcó al aula me acusarn de “adoctrinar”.
En cualquier caso, me parece una propuesta muy “sugerente”.
Alba () - 16 03 06 - 19:43