29 12 06H
Lectura recomendada de
H , de Eugenio Castro.
Publicado por Pepitas de Calabaza; Logroño, 2006 (puedes solicitarlo pinchando
acá )
Y, aquí, una reseña de mano de Jorge Riechmann...:
“¿La mediocridad de nuestro universo no depende esencialmente de nuestro poder de enunciación?”, se preguntaba André Breton en 1927, en la
Introduction au discours sur le peu de réalité. Y aunque tengamos que echar bastante hielo en el vaso que contiene ese poderoso alcohol, no olvidamos la doble intimación del Manifiesto:
Transformar el mundo, dijo Marx,
cambiar la vida, dijo Rimbaud. Esas dos consignas, para nosotros, no forman más que una sola.” (...)
.
Ahí seguimos estando. Y ése es el lugar desde donde escribe Eugenio Castro, tales son sus exigentes fidelidades: a sabiendas de que la fidelidad exige incesante revisión crítica, a medida que van variando las constelaciones históricas y naturales que dan forma a la vida humana.
No ignoramos que el surrealismo no es una técnica (un conjunto de técnicas) de escritura: es una aspiración ambiciosa y coherente a
changer la vie, en la estela del
dictum de Rimbaud. En ese libro de descubrimientos que es
H (Pepitas de Calabaza, Logroño 2006) el lector o lectora van a encontrar algunos caminos practicables para desuncirse de la terrible noria donde se nos intenta confinar, y salir a campo abierto, donde podemos aprender la escucha, la atención y la espera.
Quizá la mayor carencia del surrealismo sea su desconocimiento –al menos parcial-- del momento trágico de la vida humana. (En esa medida, no deja de padecer una suerte de enfermedad infantil, o las huellas de la misma.) Pero ha tenido, como ningún otro movimiento social o estético del siglo XX,
la audacia de imaginar: aunque sólo fuera por eso, deberíamos tributarle un agradecimiento perenne. Yo lo actualizo, ahora, congratulándome de las páginas alumbradas y reveladoras que nos ha regalado Eugenio Castro.
Jorge Riechmann
Galapagar, 5 de noviembre de 2006
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