22 Feb '06 -Estamos empantanados: repintando las maderas podridas de un barco a punto de naufragar

No podemos contentarnos con la idea de que, al naturalismo sentimental de la poesía de anteayer, le tenga que suceder hoy o el realismo ingenuo de quien muestra sólo lo evidente previsible, o el apunte metafísico de quien vive –como clase– entre algodones, o esa poesía académica tan ideológicamente impecable que ha perdido por completo el contacto real con los hombres y mujeres de su tiempo. * * * * * Sobre los restos agotados de un pavo real urbano, se miran inmóviles –y completamente inútiles– cangrejos, lirones y búhos. * * * * * Dos palmos más abajo, removiendo el subsuelo, las lombrices de tierra mientras tanto trabajamos. * * * * * Hoy, el objeto de la poesía política es decir lo evidente imprevisible.

—Enrique Falcón, invierno de 2006; fragmento de El amor, la ira (escritos políticos sobre poesía).

Editado por quique, el día 22 Febrero '06 - 21:08, en Critica Comentario.

Han dicho algo al respecto:

Comentario de dmg - 23 Febrero '06 - 20:14



Un buen amigo me repetía hace unos meses, mientras recogíamos limones, que no es ya que el pensamiento crítico sea haya vuelto introvertido, requeteidealista e hiperincomprensible, sino que ha querido olvidar que un problema es aquello que tiene solución.

-Un problema es aquello que tiene solución -me repetía otra vez – y el pensamiento no sirve para buscarte problemas, sino soluciones.

Mi amigo, que traduce lentamente libros de filosofía del alemán y del latín, odia la postmodernidad y sus juegos de manos acerca de la realidad.
– Da lo mismo cuánto especules acerca de la realidad de esta lechuga me dijo otro día, en el huerto. Si no la riegas, se muere. Si no te la comes, el que te mueres eres tú.

A mi amigo le encantan, sin embargo, los cronistas de Indias, especialmente algunos de los menos conocidos, y no deja de recomendarme su lectura. El cronista utiliza el lenguaje administrativo, de la corte, literario o científico del SXVI para poder balbucir la realidad en que se haya inmerso. Sus crónicas, hoy, muchas veces suenan a fantasías encorsetadas, unas veces, y animadas, otras, por usos y palabras antiguas. Sus crónicas, que formaban parte de la administración del Imperio, no han conseguido ser del todo realistas, ni su lenguaje ha conseguido ser del todo fiel a sus fines. Pero, indudablemente, las crónicas trataban de resolver problemas (a veces, tan manifiestamente solucionables cómo la mejor y mayor explotación de los indios).

El problema hoy es cómo vivir en pleno capitalismo consumista, voraz, irresponsable, antropófago, insostenible y miserable. A ese problema le buscamos soluciones, parciales y confusas no pocas veces, a diario.

Nuestros poemas hablan de ese problema, de sus angustias y dolores, de sus confusiones y azares, de sus posibles soluciones. Pero nuestros poemas no son, desde luego, la solución.

Así, Quique, sí, aquí, servimos escarbando la tierra. A la búsqueda.



Comentario de El Negus - 24 Febrero '06 - 12:10



Desconocía que la poesía tuviese “objeto”. Siempre pensé el mundo como entelequia, y el arte como una experiencia fundamentalmente estética. Nada nuevo, es cierto: en estas cosas soy dialéctico, hegeliano. Nunca comprendí el “voluntarismo” de algunos artistas: ¿cambiar la realidad? Mejor fuera rasgarla, atravesarla, desnudarla y escribir su epitafio. Al Cesar lo que es del Cesar; y a las Musas: la vida, la intemperancia, altura de horizontes, la garra y las mentiras
de nuestra culpa sin tanto “Yo no he sido”.



Comentario de Vox - 24 Febrero '06 - 18:24



Efectivamente, nada nuevo: el mundo es una entelequia y el arte pura estética.

Aunque imagino que habrá, al menos, una tercera categoría (ni entelequia ni estética) donde encajen, por ejemplo, los desplazamientos por carretera, las hemorroides, la explotación laboral, el cáncer y las papas con tomate. Es lo que tiene el pensamiento moderno -decía aquel: lo que no es ideación es digestión.

También sospecho que habrá muchos dialécticos y hegelianos, a pesar de que no sé qué querrá decir semejante fórmula; como no sea que solo sirva como supuesto argumento de autoridad, que Hegel otorga mucho crédito. A partir de ahí, sinceramente, soy incapaz de entender palabra. Limitaciones de los no hegelianos, supongo.

Te animo a ser algo más extremo en tus afirmaciones. Creo, con sinceridad, que eres demasiado tibio: no sólo la poesía y el arte carecen de objeto, es que nada lo tiene: ni el mar, ni el sexo, ni las hemorragias, ni los puentes, ni las guerras, ni la bolsa, ni el tráfico…

Yo lo decía la canción de “Un globo, dos globos, tres globos”, maestros más avezados que tú en el nihilismo: “La Tierra es un globo que se me escapó”. Y poco más.

El resto sólo podemos añadir: la, la, la, tralalá.



Comentario de El Negus - 27 Febrero '06 - 13:44



Desgraciadamente, la única tercera categoría que cabe es la de los poetas “profetas”; la de los que se dan a la multiplicación de panes y peces (si “barbos”, mejor)para alimento de inanes; la de los que se autoproclaman “Voz” de los que no la tienen; o “alimento” (indigesto: este sí que sí) de los alienados por el mercado y bla bla bla….

Hegel? psa….



Comentario de MLRS_ADMIN () (link) - 27 Febrero '06 - 15:36



Estimados “El Negus” y “Vox”:

Queremos agradeceros, con toda sinceridad, vuestra participación en nuestra web. Pero, dado que vuestros comentarios han ido afilándose, también querríamos haceros una aclaración y enviaros una sugerencia.

En primer lugar, deseamos aclarar que en el MLRS se publican textos de diversas personas que muestran distintas opciones poéticas, políticas, estéticas y literarias (aunque con cierto grado de proximidad, esperamos). El MLRS se quiere propuesta en construcción o punto de encuentro. Creemos en la participación directa y nos esforzamos en mantenernos en una disposición de apertura. Por ello, nuestro proyecto dista mucho de ser profético, dirigista, cerrado o autoritario, como la última intervención de “El Negus” podría sugerir. Esto último no es óbice para que el MLRS, como cualquier otra publicación, posea su propio horizonte (un perfil, que como todos, se somente al cambio).

En segundo lugar, parece ser que las convicciones de “El Negus” son profudamente contrarias a algunos de los valores, interpretaciones, cuestionamientos, proposiciones… de esta página. Dado que ha considerado oportuno venir a verter sus críticas precisamente aquí, digamos que al seno de algo que parece disgustarle realmente, podemos considerar su actitud como controvertida. Y “Vox” parece haber aceptado esta polémica.

No deseamos frenar ni alimentar ni esta ni ninguna otra controversia que cualquier lector desee que se dé en esta página, pero animamos, tanto en este caso en particular como en cualquiera futuro, a que cualquier controversia se convierta debate. Esto es: que añada argumentos y valor a los discursos (incluido el del propio MLRS). Esperamos que en este caso sea posible.

Reiteramos, finalmente, nuestro agradecimientos a los dos.

MLRS.



Comentario de El Negus - 27 Febrero '06 - 16:33



Una poesía al servicio de “una” ideología. Eso es lo que aquí defiende nuestro amigo Falcón. En cuanto poesía, podrá estar mejor o peor construida, no entro en ello; pero en cuanto “Ideología” es puro ripio. ¿Por qué? Pues sencillamente porque se empeña en rimar “dogma”, “axioma” y “congoja” cual si de la Santísima Trinidad rediviva se tratara: tres personas en una sola naturaleza…ah! Y el demonio, claro; el demonio del “capitalismo” afeándonos el futuro; tentándonos con sus tentáculos (y sus testículos, supongo): consumo, consumo, consumo…luego NO existo. Menuda tralla… ¿o será “metralla”?.

El Negus.



Comentario de Vox - 28 Febrero '06 - 22:18



Ante todo, quiero aclararte dos cosas, Negu. Primera, mi VOX no es más que mía, entre otras cosas, porque esta no escribe ni ha escrito nunca poesía (a excepción de los versos amorosos adolescentes de rigor). Segunda, no conozco a Enrique Falcón, aunque he leído alguna cosa suya, así como a un par de autores más que escriben acá. Para más precisión, contacté con esta página por un amigo (que él sí, escribe). Te lo aclaro por que no me vayas a pensar que pongo en juego mi status en defender lo que sigue (sin embargo, estoy convencida de que tú sí que escribes y que por eso te muestras tan agresivo defendiendo lo tuyo)

Mira, estamos condenados a no entendernos.

No sé a qué llamas ideología (subrayando además UNA), ni a qué poetas voluntariosos, ni de qué axiomas, dogmas, congojas, ni culpas hablas. Yo no veo nada de eso en lo que afirma ni en lo que escribe Falcón, pero parece que tú sí (y que te molesta mucho además).

Afirmas que en cuanto a poesía, “podrá estar mejor o peor construida”. Esto es, no negas que es poesía, pero, diríamos que te molesta su contenido, al que le cuelgas la etiqueta “ideológica”. Imagino que será porque en el resto de la poesía (la de Octavio Paz, Antonio Gala, Pizarnik o Borges, por iluminar el asunto ejemplos desparejos) no aprecias que haya ninguna ideología. ¿Ahí, qué hay? ¿sólo ideas? ¿sólo sentimientos? ¿sólo temas universalmente poéticos?

Tampoco hay forma de entender eso que dices de la poesía al servicio de “una” ideología (¿y por qué subrayas “una”?). Primero por exagerado: ¿el hecho de que se publiquen y de manera bastante minoritaria unos versos como los de Falcón determina la naturaleza entera de la poesía? Por acá se te ve que eres escritor: nada más que defiendes algo de tu posición. Desde luego, a Falcón (etc) le haces un servicio: por mí, ojalán fueran tan peligoros como tú los dibujas. Segundo, lo que decíamos antes: en tu opinión, los ideológicos deben de ser lo que tienen modos que no te gustan, ¿el resto son normales? (Me recordas a ciertos políticos a los que se les llena la boca con “las personas de bien”, “las personas normales”, “los patriotas”, “los buenos demócratas” que los apoyan: el resto también son “ideólogos”.)

En fin, tu último mensaje es tan delirante (¿tentáculos, testículos y Santísima Trinidad? ¿de qué hablas?), que hay poco que decir. Lo único que parece claro es que a ti el capitalismo no sólo no te parece “ideología” (es, desgraciadamente, algo más real también), sino que te parece estupendo y te agrede cualquier cosa que se le oponga.

Negus, querido, hablar por hablar cansa. Deja de tratar de ofender (que no lo consigues), y si tienes algo que argumentar: dale, hazlo.



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