27 Dic '11 -Un poema de Eduardo Milán
EL DOLOR es personal, no debe
nada a nadie, no debe
ser contagiado.
Las cosas como están:
la pobreza aumenta su caudal
de río en sombras, de Leteo, de
dejarlo todo: Una resta aún mayor
cayó sobre la pobreza (la poesía
está con los restados), la riqueza
aumenta su caudal de río en sombras
(la poesía aquí es una excepción)
desbordándose sobre la pobreza, un vacío
de lluvia. No es nada personal, pero, vacío,
el dolor aumenta de capital en capital, vuela de una
a otra golondrina. Podemos verlo
levantando la cabeza. Si lo delatas,
si delatas al dolor puede que la realidad,
doblando el habla, perdone tu palabra.
Un poema de
Eduardo Milán, de su libro
Razón de amor, acto de fe.
(Rescatado del blog de la
Asociación Poética Caudal y también visto en
Islas en la red).
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