23 Jun '11 -Un poema de Fernando Quiñones

LOS POETAS

También tú, curtidor,
y tú, patán hermoso, arrancándole
al invierno terrones, empujando
en agosto el plostellum. Y tú,
herrero entre sombríos fulgores,
o tú, inocente
borracho sin oficio.
También vosotros sin saberlo
conocisteis alguna vez
no la mayor: la única gloria del poeta:
cuando en el prado, la curtiduría,
la taberna, la fragua, se os llegaron
casualmente a la boca aquellas tres, cuatro palabras
que no se habían juntado antes
o nunca habían sonado de aquel modo,
y que dejaban dicho algo,
sencillo acaso como ellas,
pero tan verdadero, tan nuevo y tan antiguo
que os suspendió y enmudeció un instante,
como a algunos de los que os escuchaban.


Un poema de Fernando Quiñones, de su libro Las crónicas de Hispania, 1985.

Editado por palabra, el día 23 Junio '11 - 01:59, en Poemas.

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