21 May '06 -las palabras:
(…) Sólo podemos confesar nuestra confusión y nuestra impotencia, nuestra ira y nuestras opiniones, con palabras. Con palabras nombramos aun nuestras pérdidas y nuestra resistencia porque no tenemos otro recurso, porque los hombres están indefectiblemente abiertos a la palabra y porque poco a poco son ellas las que moldean nuestro juicio. Nuestro juicio, temido a menudo por quienes detentan el poder, se moldea lentamente, como el cauce de un río, por medio de corrientes de palabras. Pero las palabras sólo producen corrientes cuando resultan profundamente creíbles (…)
(John Berger: "Cada vez que decimos adiós", 1997).
Han dicho algo al respecto:
Comentario de dmg () - 25 Mayo '06 - 19:52
Querido Quique:
Me temo que esta vez no puedo estar de acuerdo contigo. Entiendo que a nosotros (me incluyo, como ves) nos parezca tan central el lenguaje, sin embargo, los seres humanos disponemos de muchas más capacidades cognoscitivas, además de la palabra, para acceder a lo real. En cualquier caso, aunque la palabra sea un canal, no es el destino. Y como casi todo canal, este también parece de doble dirección (sobre la realidad, el lenguaje y la cultura, valga, quizá, aquello del huevo y la gallina; aunque las eleccionas respecto de este asunto creo que discriminan posturas bien diferentes).
Ahora bien, este optimismo sobre el poder de la palabra, contemplado desde el lado de los que la usamos como herramienta de creación, me parece que corre el peligro de conllevar un optimismo y endiosamiento excesivo de la figura (mito burgués, mercancia personal, o cómo quieras llamarlo) del poeta. Además de acercarnos, también peligrosamente, a los juegos sectarios de la post, cuyos discursos giran en torno de discursos de discursos de discursos… (imposible saber por qué vuelta del meta-meta-meta-meta…lenguaje van, los pobres).
Comentario de Enrique - 08 Junio '06 - 11:48
David,
Berger no dice que la palabra sea el único medio para “acceder a lo real” (para esto, como bien dices, hay otras posibilidades más), sino para “expresar”, por ejemplo, nuestras opiniones. Es decir, este fragmento de Berger no se situaba en lo cognoscitivo, sino en lo expresivo. Sobre los peligros de endiosamiento y sacerdocio del creador, me tienes completamente de acuerdo.
Comentario de dmg - 13 Mayo '25 - 01:45
Tienes toda la razón, Quique, en que Berger no afirma que la palabra sea el único acceso a lo real. Sin embargo, esta breve cita no se sitúa en lo expresivo, pues afirma que nuestro juicio, temido a menudo por el poder, se moldea, sólo o fundamentalmente, por el flujo del (de los) discurso(s). Eso sitúa al lenguaje en el centro de algo más que la expresión. Y precisamente la ocupación (no sé cómo llamarlo: ¿ideológica? ¿epistemológica?) del discurso como sede política es la que nos resulta sospechosa. Creo que necesitamos encontrar otro eje que vertebre nuestras posiciones (en plural). También considero que depende de nuestra perspicacia el darnos, finalmente, cuenta de la necesidad cada vez más acuciante que existe de forjar un horizonte político suficiente y operativo con cabida para distintas miradas (a no ser que, definitivamente, nos situemos todos dentro la poesía burguesa y concedamos que aquí lo que más importa es la carrera literaria de cada cual). Para nosotros ese horizonte no puede ser el del concepto ‘la palabra’.
(Por otra parte, en lo que recuerdo, la obra de Berger es más materialista que este fragmento -al menos ‘Modos de ver’, aunque quizá no tanto ‘Mirar’ ni ‘El tamaño de una bolsa’ y sus otras muchas obra que desconozco).
Introduce un comentario