¡Libre cultivo de la hoja de coca! ¡Libertad para los presos políticos! 

      
                 Sindicato de Trabajadores de Celima iniciaron huelga 

                 

Mariátegui
 24/09/07

Dos centenares de obreros acataron el inicio de una huelga indefinida en la empresa Cerámicas Lima S.A., en protesta por la flagrante violación de las libertades sindicales por parte de los titulares de esta empresa que encabeza Augusto Belmont Cassinelli.

Por este motivo las dos plantas de la empresa, uno ubicada en San Juan de Lurigancho y la otra en la Panamericana Norte, amanecieron cerradas y con numerosos contingentes de obreros que uniformados con sus ropas de faena, marcharon y protestaron por las calles adyacentes a la fábrica cargando banderolas y gritando consignas alusivas a sus demandas.

En el transcurso de la mañana los obreros marcharon y se concentraron en la Planta 2 de la Panamericana Norte (Trébol). En la puerta de esta planta, en horas de la tarde, los trabajadores improvisaron un concurrido mitin que contó con la concurrencia de dirigentes de la CGTP y de otras bases que fueron a expresar su solidaridad, entre ellas Cayetano Heredia, Federación Regional de Salud, Fábrica Nacional de Zinc, Luz y Fuerza, la Coordinadora de Despedidos y de Cerámica Pirámide; ésta última también en huelga indefinida desde el lunes 10 por sus propios reclamos. Luego de la concentración realizaron una marcha en torno a la fábrica y después todos los trabajadores volvieron a concentrarse en torno a sus piquetes de huelga.

En el mitin los diversos oradores se refirieron a la problemática laboral: el no cumplimiento de la jornada de ocho horas, los despidos de dirigentes sindicales, la no solución de pliegos de reclamos y la violación del derecho de huelga que en general sufren los trabajadores en las empresas. El malestar hoy se expresa en la huelga de Celima pero embarga a toda la masa laboral. 

En el mitin se hizo alusión a los esfuerzos que realiza el gobierno para permitir la firma del TLC con el gobierno de los Estados Unidos, mientras que por otro lado los empresarios locales en lo hechos lo vienen boicoteando porque con sus actos confirman a cada paso las denuncias de que en nuestro país no se respetan las libertades sindicales, denuncia de la que se han hecho eco en el Congreso Norteamericano.

En el caso de Celima se han despedido a más de 120 trabajadores, entre ellos a varios dirigentes sindicales, no se atiende la solución de su Pliego de Reclamos, se presiona a los trabajadores para que renuncien a su filiación sindical, se aplica sanciones por haber acatado una paralización los días 10 y 11 de Julio, violando su derecho a huelga; todo lo cual muestra una manifiesta conducta antilaboral. 

La empresa Celima es propiedad del grupo familiar Belmont Casinelli, tiene el 80% del mercado local de revestimientos cerámicos, tiene un crecimiento sostenido superior al 20% y el 2006 obtuvo una utilidad neta cercano a los 60 millones de dólares. 

No obstante, su conducta antilaboral lo ha convertido en un caso emblemático como en su momento fue Minera Casapalca. Ha recibido varias inspecciones del Ministerio de Trabajo y sufrido varias multas y denuncias, y no obstante sigue violentando derechos laborales básicos.

De qué vale que los empresarios hablen de responsabilidad social, realicen largos discursos sobre la "inclusión" y ahora con motivo del caso Majaz se estén planteando la necesidad de lograr una licencia social para sus operaciones, cuando en los hechos no hacen más que producir conflictos y exacerbar los ánimos de sus propios trabajadores por negarse a reconocer derechos sindicales básico. Por su parte Walter Liñán, secretario general del sindicato Celima, anunció que no retornarán a sus labores hasta que se solucione sus demandas.


 

 

 

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