¡Libre cultivo de la hoja de coca! ¡Libertad para los presos políticos! 

      
          
       Perú: La Ópera Bufa de la Libertad de Expresión

                 

        Terroristas mediáticos. Obedeciendo a Washington, los gamonales de la comunicación hicieron el ridículo frente a la embajada de Venezuela. 


"Ya va a venir el día…"
César Vallejo

Celestinas apócrifas; tartufos vergonzantes

Winston Orrillo / Mariátegui
 02/07/07

Fueron usadas todas las tácticas de "inteligencia".

Primero, que se sabía de una convocatoria de la derecha, la ultraderecha y los sirvientes de turno, para el jueves 21, y los compañeros de la defensa ya estaban preparados para salirles al paso y quitarles las "caretas" a los discípulos y asalariados de los zileris y CIA; pero, súbitamente, el miércoles 20, unas decenas de individuos, con ese aire típico de desclasados y de estar-allí-sin-saber-el porqué, irrumpieron en esa ya histórica esquina de la primera cuadra de la avenida Arequipa, en Lima, Perú, donde se halla la Embajada de la hermana República Bolivariana de Venezuela.

Sí, irrumpieron a gritos y con las pancartas de una vieja hetaira que ni siquiera en los burdeles ya la aceptan, porque se le conoce que está infectada de SIDA: me refiero a la desprestigiada y manoseada "libertad", en este caso endilgada a la legítima recuperación que el Gobierno Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, había hecho de la frecuencia de RCTV, canal no solo golpista, sino un edema, una verdadera pústula en la educación mediática de ese pueblo hermano, al que durante más de 50 años se ocuparon de envenenar o estupidizar en cómodas cuotas diarias.

¿Pero quiénes eran los que así, en esta operación-sorpresa, se "manifestaban"?. Sectores lumpenes, sin duda, pero cuyo aspecto podía confundir a un espectador desavisado: son pueblo se diría. Sí, lo son, pero es de ese pueblo-de-alquiler, esos mercenarios que se prestan para aparecer en accciones bien dolarizadas, promovidas por quien les pague bien. Con la atingencia que éstos llevaban una identificación: CTP, sector de trabajadores que, es ampliamente conocido, por estar directamente financiado por la benemérita Central de Inteligencia Americana, conocida cariñosamente como CIA; pero CTP, que es fundamentalmente la organización sindical aprista, sí y experta en paralelismo, instaurada para hacerle sombra y fallida competencia a la CGTP , central de trabajadores clasistas, fundada por nuestro Amauta, el "primer marxista de América, como lo denominara el crítico italiano Anmtonio Melis: José Carlos Mariátegui.

Y ojo con la denuncia, especialmente internacional, porque aquí, en el Perú estas son verdades de Perogrullo: esta deprimente y oscura y desprestigiada "Central Sindical", es manejada por el APRA, y es obvio que allí no se hace nada que no sea aprobado por YO, EL SUPREMO, perdón, me equivoqué, hablaba del Alan reciclado, aggiornamentalizado, en el cual algunos subnormales creen, o al que otros toleraron y auparon a la presidencia (dicen que ya están arrepentidos) , con la espuria teoría del "mal menor".

Ajá, por un lado don Alan se muestra prudente y evasivo en la condena a la decisión soberana de un país hermano, mientras que líderes auténticos de su partido revivían las viejas tradiciones democráticas que el APRA diz que nació para cumplir y hacer cumplir. Y que ellos, precisamente, estaban aplicando,. en este momento, al no permitir que el Parlamento (que manejan los apristas y sus aliados) tome un acuerdo de censura a lo acaecido, soberanamente, en Venezuela; mientras que, sus "obreros", su pseudo masa trabajadora, conculca al ponerse a la cabeza de una grita que no tiene nada que ver con los intereses del proletariado de ese país, y en cambio, sí es una defensa, vergonzante, de los latifundios mediáticos, contra los que se ha levantado, precisamente, el digno gobierno del comandante Hugo Chávez

O sea la típica escopeta de dos cañones aprista: por un lado García, haciéndose el que sigue las leyes de convivencia internacional, mientras la propia guardia obrera de su partido, encabeza una tarifada manifestación contra el pueblo de Venezuela y su soberana decisión.

Pero el show de fondo se produjo al día siguiente: el jueves 21.

En esa fecha salieron de sus cuevas y estudios y oficinas alfombradas, los dueños de los medios "a manifestar" en pro de la libertad de prensa. Léase los dueños y sus managers y chambelanes, y sus paniaguados y sus turiferarios y sus"modelos" de pasarela, y sus prostivedettes, y sus operadores y sus empleados de confianza (a los que vemos con sus gestos tristemente histriónicos en las diversas programaciones de la que el pueblo (y mi amigo el relevante escritor argentino, Raúl Isma, llama, cariñosamente, la televisión basura).

Fue un espectáculo que tenía mucho de Dadá y de Surrealismo de pacotilla.

Una Ópera bufa chicha, como decimos en el Perú.

Ver a un Miró Quesada, sirviente desvergonzado de la SIP , y director de un centenario periódico (latifundio endógeno)donde no hay libertad alguna para los que no piensan como "la familia": "El Comercio". Pregúnteselo a los cientos de empleados, periodistas y obreros puestos de patitas en la calle por haber cometido el nefando delito de querer agruparse sindicalmente. Este monumento esperpéntico del jurásico, nos hizo ver su pícnica figura levantando sus brazuelos por una libertad en la que ni cree ni jamás ha practicado.

Y otra de las que hizo uso de la palabra, fue una siniestra rábula, que perpetra un programa en el Canal 4, propiedad también de los Miró Quesada (¡que casualidad!). Esta buena señora ha sido denunciada, repetidas veces, por haber recibido varios miles de dólares como cobro de "honorarios profesionales" al hacerle la campaña mediática a un candidato municipal de la dictadura: Hurtado Millar. Incluso, por la Internet , viene circulando una carta que la esposa de Hurtado (quien está hurtado de la Justicia ) emplaza a la hogaño oradora y defensista denodada de la libertad para que se ponga a derecho, pues ella sabía perfectamente que ese dinero era de una de las bestias del Apocalipsis peruano, Montesinos, y que, por lo tanto, era un robo más al erario. La señora Miller se pregunta por qué está encauzado (y fugitivo, es decir hurtado del derecho) su esposo, y por qué no se encuentra en similar condición la Palacios , si sabemos, verbi gratia, que un hijo del fascista Bedoya Reyes purgó carcelería por haber recibido dinero del mismo personajes del que lo recibió la susodicha, claro que de manos de otro, de un testaferro.

Y en esa primera fila de los manifestantes contra la soberanía de la Patria de Bolívar, se podía ver a bufones, saltimbanqujis, contorsionistas, transexuales y travestís ideológicos, como otro, bien gordito porque se dedica al arte de fundar restoranes y cobrar miles de euros a las sabandijas de las AFPs, que ya han sido denunciadas como pirañas del pueblo peruano, el que fue obligado a afiliarse,gracias a la maniobra de un ministro de Economía de la dictadura: ¡abominable retrato de este libertario que, a mayor abundamiento, fue de los que sirvió al Gobierno Revolucionario de la Fuerza Armada, capítulo que, como muchos otros (incluido el ahora Director de la Biblioteca Nacional) , quieren desesperadamente borrar de sus ridiculum vitae! Amén de los muchachitos que son conductores de espacios en la televisión basura y editorialistas de diarios serviles (sabemos que los editorialistas son los que interpretan el galimatías delictivo de los dueños de las empresas, y que, por lo tanto, son los que mejor reflejan sus pensamientos, sus arterías y sus enajenaciones).

Un poquitito de historia reciente. Hace no mucho, en el Perú, el Gobierno clausuró varias estaciones de radio en diferentes provincias, por el delito mayor de expresar las quejas de las poblaciones secularmente olvidadas por los gobiernos, y vueltas a engañar por la demagogia aprista. ¿Cuál de estos libertarios de dos por medio levantó la voz o el índice admonitorio para protestar? ¿Cuántos mítines -similares a éste- ellos hicieron con un motivo tan flagrante?

No hace un año que el abyecto sionista, Baruch Ivcher, dueño del canal 2 TV -el patrón de la Chichi Valenzuela , otra entusiasta asistente al mítin, por encargo de su jefecito - le cerró el programa -diz que poniéndole precio a la cabeza de su máxima estrella televisiva: César Hildebrandt. Delito de CH: discrepar y ejercer su libertad de prensa, de conciencia, contra las trapacerías del Gobierno. Pues bien, este mucilaginoso personaje mediático todavía no acaba de gastar los 20 millones de dólares que cobró por cerrarle el programa a Hildebrandt, y ahora funge de "crítico" del Régimen, como una forma de chantaje para que le den o le perdonen el pago de una millonada en impuestos. 

Razón tienen, en este particular caso, los que dicen que sería mejor invertir en cárceles que en centros de estudio, porque las prisiones, en el Perú de hoy, no serían suficientes para albergar a tanta sabandija como la que encabezó la manifestación, del jueves 21 de junio, contra la legítima decisión de un Gobierno como el de la República Bolivariana de Venezuela, que representa el enfrentamiento más decidido contra el amo de toda la morralla citada: vale decir, los Estados Unidos de Norteamiérdica.

¿Alguno de los sinvergüenzas tartufos, que ahora protestaban por "lo sucedido en Venezuela", dijo algo, una sola palabra, en defensa de la libertad de expresión de César Hildebrandt, ciudadano y periodista rebelde no de Aruba, sino del Perú?

En fin, un espectáculo circense. Solo faltaban, creo algunos engendros mediáticos que medran con su "opción sexual", como el innombrable Bayly o alguno de los equívocos íconos de la farándula, con la que cubre los contenidos educativos de su canal, el 2, que para un gobierno con algún espacio en la frente, estaría compitiendo con RCTV y podría tener -con iguales o mayores méritos-ese mismo fin que, al cabo, los torna famosos internacionalmente, y como muchos de ellos padecen del complejo de Eróstrato, es un decir...…………………………………………………………………………………

Al otro lado, y como una suerte de guardia pretoriana, jóvenes estudiantes, trabajadores empleados y desempleados, intelectuales, artistas, poetas, y gente noble, se puso al lado de los enhiestos representantes diplomáticos del Gobierno Boliviariano, con el fin de cumplir el sacro deber de resguardar la Embajada -sagrado territorio del país hermano- y denunciar a estos farsantes y encanallados mercenarios que no creen, como decía el inmortal Che, "ni un tantico así" en libertad alguna, y lo único que están defendiendo son sus apetitos de poder y las órdenes fieles del amo de Washington DC, que no puede soportar otra Cuba en lo que otrora fuera, por décadas, su patio trasero.

                                                            Mariátegui. La revista de las ideas.