¡Libre cultivo de la hoja de coca! ¡Libertad para los presos políticos! 

      
               Organizaciones Juveniles de Perú protestan contra George W. Bush y el APEC 

                     

 


A pesar del terrorismo mediático y de la política represiva del gobierno aprista

Texto y Fotos: Yásser Gómez / Mariátegui
Desde Lima
 24/11/08

Son casi las tres de la tarde del sábado 22 de noviembre y en las calles del Centro de Lima -a pesar de que el gobierno aprista declaró feriado- los vehículos circulan con normalidad. Llegamos al cruce en el que confluyen las avenidas 28 de julio, Wilson y Arequipa donde se encuentra la Plaza con el monumento en memoria del Amauta, José Carlos Mariátegui, (Ubicado a tres cuadras de la residencia del Embajador e los EE.UU). Ahí están unos cincuenta jóvenes con banderas rojas, otras del Che Guevara y la infaltable Wiphala (la de siete colores del Tawantinsuyo) y la prensa -sobre todo internacional- llega muy interesada y en gran número al lugar de la pre concentración. Mientras, decenas de policías rodean la plaza Washington -frente a la residencia del embajador norteamericano- acompañados de portatropas, pinochitos y una cuadra más allá "escondidos" -según las autoridades- aguardan impacientes una treintena de guardias montados a caballo, dispuestos a entrar en acción. 

Días previos, las autoridades peruanas no recibieron -como lo señalan las leyes- el documento donde se les da a conocer la ruta de la movilización y los motivos de la misma, por parte de los organizadores de la marcha Anti APEC Perú 2008. Por eso, haciendo uso del Derecho Constitucional que tenemos los peruanos para movilizarnos y expresarnos libremente, decidimos realizar la protesta con o sin coordinación con la Policía.

Entonces, media hora después -con alrededor de doscientas personas reunidas- se inicia la marcha. Nos dirigimos por la avenida Arenales, desplegamos una bandera color negro con letras amarillas donde se lee: "APEC es Hambre y Desempleo". Así mismo, ocho activistas vestidos con trajes naranjas y con la cabeza cubierta por bolsas negras, que representan a los presos de Guantánamo se ponen al frente, con una gigantografía que exige: ¡Fuera Bush! ¡Que lo juzgue la Corte Penal Internacional por Crímenes de Guerra y Genocidio!

Llegamos a la Plaza Washington, -paradójicamente lleva el nombre del héroe de la independencia de los EE.UU. - los organizadores del acto leen un pronunciamiento donde destaca el desacuerdo con el Foro APEC que profundiza el modelo neoliberal y el que se realiza en desigualdad de condiciones. Además, demostrar el rechazo a la presencia de George W. Bush por sus políticas imperialistas y criminales con las que invade y destruye países como Irak, Afganistán. Por otro lado, también se denunció a presidentes como Felipe Calderón (México), Michelle Bachelet (Chile), Álvaro Uribe (Colombia) y Hu Jintao (China), los que promueven políticas represivas y de militarización contra el movimiento popular y pueblos indígenas como los Zapatistas, Oaxaca, Mapuches, Del Cauca o en el caso asiático, la superexplotación y represión hacia los trabajadores chinos, sean por empresas transnacionales o estatales. Ahí la prensa aprovechó para realizar entrevistas a los organizadores de la marcha y a algunos activistas.

            


La Policía Nacional al ver a medio millar de manifestantes y a unos cincuenta periodistas -sobre todo internacionales- que cubrían el acto, decidió dejar a un lado sus planes represivos y coordinar con los organizadores la ruta a seguir. La que como estaba trazada desde su inicio, dejó la Plaza Washington para dirigirse hacia la Plaza Dos de Mayo. Y en la movilización no faltaron los infiltrados agentes de Seguridad del Estado que grababan, tomaban fotos o en algunos casos tenían objetos punzocortantes y según ellos para no ser descubiertos cambiaban de agente cada dos o tres cuadras. Además detrás de la movilización nos seguían dos autos color oscuro, presumiblemente del FBI. También un reducido grupo de adolescentes anarco-punks pretendió desatar algo de violencia, pero fueron reducidos rápidamente por la seguridad de la organización. Mientras avanzaba la marcha, se sumaban más activistas.

                     

                    


La bulliciosa manifestación -
como escribió el corresponsal de la agencia AFP- avanza firme por la avenida Wilson -una de las principales del Centro de Lima-. Y las arengas decían: ¡Bush fascista, tú eres el terrorista! o ¡Bush y García, los mismos genocidas! La movilización llamaba la atención de los transeúntes y de los que manejaban sus vehículos, quienes pensaban que nadie se iba a movilizar, porque veían una ciudad casi tomada por la policía, los militares, los agentes de seguridad internacionales, además del terrorismo mediático de la prensa peruana, que propagandizaba y advertía sobre presuntos actos violentistas y/o atentados terroristas a realizarse durante el APEC.

                    

                    

 

                   


Así llegamos a la Plaza Dos de Mayo -casi al caer la tarde-, vemos el local de la CGTP (Confederación General de Trabajadores del Perú) cerrado por el feriado como el resto de oficinas públicas y privadas. Si el Presidente del sindicato, Mario Huamán y el Vice Presidente Olmedo Auris, decían a la prensa que repudiaban la presencia de Bush, ¿Por qué ellos, ni sus bases salieron a la calle?. Parece que el acuerdo con el Presidente del Consejo de Ministros, Yehude Simon fue ese, boicotear su propio evento político-cultural "anti imperialista" del viernes 21 -que co organizaron con nosotros- y desmovilizar a la población el sábado 22, que finalmente no lograron. Parafraseando al Comandante Fidel Castro, escribiré: "la historia los absolverá o los condenará". 

Y la Policía cada vez más irritada quiere dispersar la manifestación. Sin embargo, los activistas vestidos con el uniforme de los presos de Guantánamo se arrodillan en medio de la calle y posan para las respectivas fotos de la prensa. Luego, nos dirigimos a la estatua que está en medio de la Plaza, ahí los representantes de la Asamblea de Juventudes de Izquierda y de la Juventud de la Coordinadora Político Social -organizadores del acto- dan el discurso de cierre. 

                   

 

                    


Enrollamos nuestras banderas, dejamos de cantar, pero seremos persistentes en nuestra lucha, sobre todo, si el principal enemigo del pueblo peruano sigue en Palacio de Gobierno. 

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* Yásser Gómez es periodista, corresponsal de Upsidedownworld en Perú y Editor de Mariátegui. La revista de las ideas.

 


                         

 

                         

                




                  


 

 

 

 

 

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