¡Libre cultivo de la hoja de coca! ¡Libertad para los presos políticos! 

      
                No existe ninguna contradicción entre mi Lucha Indígena con el Materialismo Dialéctico. / Entrevista a Hugo Blanco

                           

        Foto: Mariátegui

Yásser Gómez / Mariátegui
 09/09/08

El Autogolpe Legislativo del TLC, Pueblos Indígenas y Movimientos Sociales, fue el nombre del Encuentro Nacional de Pueblos Originarios, Comunidades Campesinas y Movimientos Sociales que se realizó en Lima. Ahí la revista Mariátegui entrevistó a Hugo Blanco, quien en los sesenta lideró la toma de tierras en La Convención, Cusco, antes que se diera la Reforma Agraria de Juan Velasco Alvarado. Hoy continúa en el combate político desde las luchas junto al campesinado y como director del periódico Lucha Indígena.

- ¿Cuál es su análisis del Movimiento Indígena Peruano?

- Creo que está en ascenso como también en Bolivia y México. Aunque debo reconocer que en Perú, estamos un poco retrazados, pero no es porque seamos cobardes, ni más lerdos ni nada. Es que acá hemos sufrido veinte años de guerra interna, donde se ha asesinado cerca de 70 mil personas, la mayor parte de ellos indígenas, entre ellos a muchos de sus dirigentes. Por eso llevamos un retraso, pero ya nos estamos poniendo -digamos- al día y esto no es casual. Porque se debe a que los dos pilares fundamentales de nuestra cultura que han sido agredidos durante 500 años, nunca lo han sufrido con la intensidad de ahora. Esos son la solidaridad y el colectivismo. Ahora que se pretende destrozar las comunidades, ensalzando el individualismo neoliberal. Por eso, nos sentimos más agredidos que nunca. Y por otra parte también el ataque a la naturaleza, porque nuestra cultura indígena en todo el continente es respetuosa de la madre tierra, por ejemplo Mapuche, significa Hijo de la Tierra. Por eso, es que el movimiento indígena reacciona además de rechazar los últimos decretos legislativos que destrozan la comunidad, que quieren entregar las tierras a las empresas multinacionales, entonces, es natural que el movimiento indígena responda a eso.

- ¿Evo Morales va por el camino correcto en su actitud conciliadora con la oligarquía separatista de la media luna o debería ser mas duro con ellos?

- Creo que cede mucho, dice que quiere evitar sangre y por eso trata de conciliar con la oligarquía, pero esta no quiere conciliar en nada. Entonces, cada acto de él, mas o menos conciliador es tomado con un tirunfo por sus enemigos y así avanzan más. Eso se ha visto en muchos casos, por ejemplo el haber hecho que la Asamblea Constituyente tenía que sacar dos tercios. Después hasta ahora no promulga el referéndum para la Asamblea Constituyente, cuando hubo ese atropello a los indígenas en Sucre y como respuesta los indígenas plantearon tomar las carreteras, Evo dijo no hagan eso. Cuando llamó al pueblo para ir a Santa Cruz e impedir el referéndum, el pueblo estaba listo y luego dijo mejor ya no vayan. Entonces, eso de decir algo y aflojar después, frusta al pueblo y ese pueblo frustrado es peligroso. Hemos visto que a pesar de eso y de la existencia de algunos sectores ultraizquierdistas, que han llamado a votar por la salida de Evo como la revista Pukara y la directiva de la COB (Central Obrera Boliviana). A pesar de eso ha sacado más votación que la del 53% en las elecciones presidenciales del 2005. Tenemos que condenar a esos sectores de la ultraizquierda que estúpidamente llamaron a votar por la salida de Evo. Porque si salía Evo ¿Quiénes entraban? No iban a entrar al gobierno la COB, ni los redactores de Pukara, ni el Mallku, iba a entrar la oligarquía de Santa Cruz a hacer lo que hizo Pinochet en Chile. 

- ¿El pensamiento de José Carlos Mariátegui sigue vigente para la lucha de los pueblos originarios en América Latina?

- En Perú toda la izquierda se autodenomina mariateguista, pero parece que ninguno de esoso mariateguistas ha leído los Siete Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana, la obra fundamental, dos de sus ensayos están dedicados al tema indígena: El Problema del Indio y El Problema de la Tierra. Y ellos ignoran completamente el problema indígena, por eso es que, junto con algunos compañeros hemos empezado a publicar el periódico Lucha Indígena. Y con estos últimos decretos legislativos propuestos por el gobierno aprista, vuelve a ser lo que Mariátegui dijo, que el problema del indio es el problema de la tierra.

- ¿Qué tan involucrados están las autoridades policiales con el narcotráfico en la zona cocalera de La Convención en el Cusco?

- Denuncié mediante el periódico Lucha Indígena y por la radio, que en La Convención (zona cocalera del Cusco) se fabrica cocaína y que los fabricantes eran los jefes policiales de la zona y los directivos de ENACO (Empresa Nacional de la Coca). Dije que si eso era una calumnia, que me procesaran por ese motivo. Y nadie dijo nada. He ido a zonas cocaleras como el VRAE (Valle del Río Apurímac y del Ene) o Putina Punko (Sandia - Puno) y nadie me ha molestado, pero en (San Luis) La Convención cuando uno viaja en transporte público y coge un poco de hoja de coca para chacchar te lo quitan. En ese lugar existen dieciocho pozas de maceración para producir cocaína. Nadie de los medios de desinformación se atrevieron a denunciarlo. Como trabajaba con los compañeros de ese distrito, que son tealeros de té Huyro, ellos me avisaron. Fui a constatarlo, pero los policías no me dejaron entrar a esa zona. Le dije: "Sólo vengo a ver las pozas de maceración". Me respondió: "El general ha prohibido que vean esas pozas". Y los de ENACO con la policía son los que quitan la hoja de coca a sólo unos metros de esas pozas. Vuelvo acusarlos, por intermedio de la revista Mariátegui, que los jefes de ENACO y de la Policía son los productores de cocaína. Además, ENACO es un monopolio, la Constitución Política del Perú en su artículo 61 prohíbe los monopolios, no precisa excepción, de que si son estatales o privados. Entonces es un organismo anti constitucional, que compra la hoja de coca a un precio menor y lo vende a cuatro veces más.

Cuando la parlamentaria andina y dirigente cocalera, Elsa Malpartida, visitó Putina Punko el 2007, los cocaleros de la zona le pidieron un tractor al alacalde, para destrozar una pista de aterrizaje que utilizaban los narcotraficantes. ¿Quién había construido ese campo de aviación? DEVIDA, el organismo estatal que supuestamente lucha contra el tráfico ilícito de drogas.

- ¿Cuál es su análisis de la política anti drogas del gobierno de Alan García?

- Esta política del APRA (Partido Aprista) sirve a los intereses norteamericanos, quienes con la justificación de luchar contra la producción de cocaína, meten su ejército a nuestro territorio. Porque están interesados en el dominio político, militar. En esa gran fuente de hidrocarburos que es la Amazonía peruana, la biodiversidad y sobre todo el agua del Amazonas. Así como en Irak el pretexto era que había armas de destrucción masiva, acá el pretexto es el narcotráfico. Aunque ellos dicen que es un plan humanitario, por eso volvieron a sacar a la IV Flota que se pasea por las aguas del Caribe.

- ¿Tiene vigencia el marxismo como herramienta para las luchas del pueblo peruano?

- Lo fundamental que aprendí de Marx es el materialismo dialéctico. Y sigo usando el materialismo dialéctico, aunque hay muchas cosas en las que discrepo con Marx. Porque para Marx ningún ser humano es perfecto, para Marx no existen las biblias, la realidad vale más que mil libros, por todo eso soy marxista. Además como soy materialista dialéctico comprendo que la gente sufre presiones de su medio y de su época. Por eso comprendo que él también sufrió las presiones eurocentristas. Por ejemplo decía que la conquista de la India por los ingleses había sido progresiva y los acercaba más al capitalismo. No estoy de acuerdo con eso. No me gusta definirme como marxista, porque no es una religión. Pero tengo mucho que agradecerle a Marx, porque me enseñó el materialismo dialéctico. Y por ser dialéctico sé que la realidad americana es diferente a la europea, por eso trato de interpretar la realidad americana como un americano. Por lo tanto, para mí no existe ninguna contradicción entre mi lucha indígena con el materialismo dialéctico. 






 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

                                                            Mariátegui. La revista de las ideas.