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            "Mientras haya una persona desaparecida, no hay derechos humanos garantizados"


                                                                       

              No a la impunidad. La política de derechos humanos del gobierno de Néstor Kirchner ha demostrado su inconsecuencia con la desaparición de Julio López.

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Entrevista a Carolina, de HIJOS La Plata

Prensa de Frente / Revista Mariátegui
 05/04/07

La movilización de Congreso a Plaza de Mayo fue larga, colorida, la más numerosa y aunque se la tildó de la "marcha opositora", miles de personas volvieron a salir como todos los años en el mes de marzo, en el día 24, a la calle. El repudio al mayor genocidio del país estuvo presente, como siempre. Pero lo que más fuerza tuvo fue la exigencia por la aparición con vida de Julio López y la vigencia del reclamo por los derechos humanos. Convocado por el Espacio Memoria, Verdad y Justicia, participaron cientos de organizaciones, entre ellas Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos, el Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (Ceprodh), Correpi Sur y más de 350 organizaciones políticas, sociales, estudiantiles, culturales y barriales. Entrevistamos a Carolina Salvador, miembro de HIJOS La Plata, convocantes también de la marcha. 

- ¿Qué piensan de la política de derechos humanos del gobierno nacional?
- Con la forma en que se está moviendo Kirchner por la desaparición de López se nota que su discurso ha sido más declamativo que otra cosa. Antes de que empezaran los juicios, nosotros dijimos que era necesario que la Justicia avance con el castigo a los genocidas, pero que para eso, primero, se necesitaba personal y gente que garantizara que no sucediera lo que hoy se está viendo. No es un dato menor y es importante tenerlo presente: antes de que empezara el juicio a Etchecolatz no teníamos dónde hacer el juicio.

Con la desaparición de López quedó clarísimo que no hay política de derechos humanos consecuente con lo que se dice porque ya pasaron seis meses sin ninguna respuesta. Queremos que se investigue, que se terminen los discursos y se avale con hechos lo que ahora sólo está de palabra. Es ilógico que el gobierno pida la aparición con vida de Julio cuando son ellos los que tienen la responsabilidad de que aparezca. Por eso decimos basta de actitudes declamativas y exigimos hechos. 

- ¿Cuáles son las principales violaciones a los derechos humanos que se dieron durante este gobierno?
- Mientras haya una persona desaparecida, no hay derechos humanos garantizados. Todavía hay gente perseguida por luchar. Ramiro González, compañero de HIJOS de Capital, el caso de Carlos Leiva, militante del Frente Darío Santillán que estuvo secuestrado, nosotros hemos recibido mails con amenazas que si no nos dejábamos de joder íban a "lopear un bastardo". Los casos son innumerables desde la desaparición de Julio. Y antes también hubo amendrentamientos, intimidaciones. La asociación Anahí recibió amenazas previas, durante el juicio. Nosotros no pensábamos que podía desaparecer un compañero y que podía pasar todo esto, pero el Estado no hizo nada por evitarlo.

Además, si queremos hablar de derechos humanos, no podemos dejar de decir que los sueldos siguen estando por debajo del nivel que sube la inflación, que siguen habiendo problemas de salud, que se mantiene la falta de vivienda, la precariedad en la educación y que el Estado no garantiza nada de esto para la mayoría del pueblo. En vez de repartir lo que se sabe que se existe producto de las exportaciones, nos tenemos que preocupar por cómo se falsea una cifra del Indec. Hay muchas razones para luchar por los derechos humanos hoy. 

- ¿Qué piensan de que se hayan realizado dos marchas separadas un 24 de marzo?
- Sin duda el gobierno de Kirchner puso en debate la noción y lucha por los derechos humanos, generó cooptación en algunas organizaciones y en organismos de derechos humanos. Lo que sucede es que hay diferentes valoraciones de lo que pasa y esas diferencias están siendo irreconciliables. Nosotros creemos que el Estado es responsable de la aparición con vida de Julio y otros piensas que no es así. El tema es que nosotros entendemos que eso es inclaudicable. Pese a que no queremos un 24 de marzo divido, la realidad es que así están planteadas las cosas desde que el gobierno no reconoce su responsabilidad en la aparición y en el castigo a los culpables por López.

Los organismos tenemos como rol que se garanticen los derechos humanos y hoy hay muchos que no lo ven de esa manera. Pero nosotros entendemos que nuestro papel sigue siendo el mismo, estar en la calle con la gente denunciando cualquier tipo de violación a los derechos humanos. No estamos solos. Hoy en la plaza fuimos muchísimos, la gente sigue reclamando, no se olvida ni de López ni de los 30 mil. Así que no queda otra: que el gobierno entienda que es una exigencia, que tenemos que saber ya mismo qué pasó con nuestro compañero, por qué lo secuestraron, quiénes fueron y que sean castigados. Y que Julio tiene que aparecer ya.

                                                            Mariátegui. La revista de las ideas.