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                  Maccarthismo contra Wálter Chávez: Un globo de ensayo mediático


                                                                Ataques prosti-mediáticos. El periodista peruano afronta con dignidad las envestidas del gobierno aprista y de los medios de desinformación, dirigidos por la reacción peruano-boliviana.

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 05/02/07


La desaforada grita que ha emprendido la reacción internacional, vía sus alcantarillas mediáticas, en contra del colega periodista peruano Wálter Chávez, a mucha honra asesor del querido presidente de Bolivia Evo Morales, no ofrece sino uno de los ángulos de su incansable despliegue del arma de la mentira, de la difamación y de sofisma político.

Acusan de terrorista a un dignísimo colega que titula a su principal publicación "El juguete rabioso" (claro que esos imbéciles por vocación e ignorancia, no saben, ni sabrán nunca, que tal nombrecito de marras es el de una obra del gran narrador argentino Roberto Arlt -con qué se come eso, dirán esos devoradores de Selecciones y de Cosmopolitan) . 

Onomástica, pues, que rinde culto a la irrefragable vocación literaria de Wálter, pero también a la condición "comprometida" (otra mala palabra) de la obra del argentino, que el peruano respeta y agita como gonfalón insurrecto de su pensamiento de hombre de avanzada.

Rebelión en la literatura, en el arte, en la cultura -entiendan sicarios, vendepatrias, travestistas ideológicos, traficantes de la política genuflexa ante el imperio genocida-; rebelión que es el signo del progreso humano de todos los tiempos: rebeldes fueron Leonardo, Miguel Ángel, Quevedo, Byron, Dostoiewski, Melgar, Maicoksvy, Brecht, Picasso, Mariátegui: pero ¡para qué hablar de ello frente a estos muladares morales y mentales!

Las hetairas mediáticas de hogaño, se rasgan, pues, las vestiduras, en Bolivia, en el Perú y en el ilimitado lupanar que es el Imperio norteamericano (el mismo origen escatológico los une: Panamericana Televisión-Basura, especialista en caza de brujas y en soplonería de baja estofa: por qué el Estado peruano, que ha soltado al perro de presa alicaído de su procurador antiterrorista, valetudinario y con demencia senil-que tiene varias acusaciones de sus propios colegas; ¿por qué el Estado peruano, primero no le cobra lo que le debe ese Al Capone de los medios que es el dueño del Canal de la Avenida Arequipa? Eso huele a contubernio. Recordamos, de paso, que fue esa misma letrina televisiva la que difamó a una estimada periodista, directora del Semanario Cambio.

Bueno, pero ahora, como no se pueden, todavía, lanzar a dentelladas contra ese símbolo de la lucha vernácula de Nuestra América que es Evo Morales; como las condiciones, al parecer no están aún dadas, aprovechan para tratar de socavar a su entorno.

La guerra de los medios, o los medios en guerra para la causa contrarrevolucionaria, son uno de los peligros latentes -y presentes-en nuestros, contra nuestros procesos.

Escudados en una celestina "libertad de prensa" creen que tienen todo el derecho de mancillar honras, ejercer el soplonaje, chantajear doquiera puedan; y todo con el "preclaro" propósito de coadyuvar al mantenimiento de un Establishment que, ahora, ya no solo es enemigo de los gobiernos progresistas, sino que es el directo responsable del desastre mundial que significa el calentamiento global y la próxima desaparición de la especie humana, si las cosas siguen como parece que seguirán, en nombre de Poderoso Caballero Don Dinero.

Este es, pues, con dulces términos, el trasfondo de cruzada prosti-mediática contra el colega periodista peruano y asesor del querido presidente Evo Morales.

Claro, ellos quisieran que Evo estuviera desarmado de asesores en uno de los puntos neurálgicos donde se creen el non plus ultra: la comunicación. Como que el manejo de la manipulación informativa fue inventada por el nazi Joseph Goebbels; el mismo que tiene grandes discípulos en USA y en todas las semicolonias que aún le quedan.

Solidaridad, pues, con el periodista, comunicador y escritor peruano Wálter Chávez. 

Pero no solo ella, sino, básicamente, denuncia contra la campaña prosti-mediática que han emprendido las trasnacionales de la información para que no se les acabe el gineceo mental y social y político que quieren seguir manteniendo en nuestras dolorosas (Martí dixit) naciones de América.

En resumen, quieren liquidar al periodista e intelectual peruano Wálter Chávez, y qué asco que el gobierno que padecemos se preste a este abyecto juego; quieren eliminarlo, ponerlo fuera de juego, para escarmentar a todos los que pongan la diáfana inteligencia y el valor moral en la defensa de las rescatadas patrias latinoamericanas. 

¡Pero no pasarán! Sus viejas tretas se las conocemos de memoria.

Y ahora América es otra, con esta gran Humanidad que ha dicho ¡basta! y ha echado a andar...


                                                            Mariátegui. La revista de las ideas.