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¡Larga vida a
Saúl Cantoral!
La lucha continúa.
Recordar a Saúl, es seguir combatiendo a las transnacionales
explotadoras y
a los gobernantes que criminalizan las huelgas y movilizaciones.
"…Y si bien el sol no alcanzó la plenitud en tus labios Poblaste con estrellas y huelgas los sueños del hombre…"
Juan Cristóbal (Poema del libro: "El llanto / el fuego", inédito)
Por justicia y una ley de trabajo con estabilidad absoluta: Huelga Nacional
Cesar Zelada / Revista Mariátegui
21/02/07
El 13 de febrero se celebró 17 años de la inmortalidad de un hombre. De una persona, como pocas, que priorizó los intereses de la clase proletaria a los intereses individuales. De aquellos que caminaron por el sendero del Che Guevara (valentía y ejemplo). Que unió la praxis y la teoría. Hoy conmemoramos con optimismo revolucionario al líder histórico del proletariado minero peruano Saúl Cantoral
Huamaní.
Saúl fue elegido en 1986 Sec. Gral. del Sindicato de Hierro-Perú (Nazca-Marcona). De manera casi paralela obtuvo la Sec. Gral. de la Federación Nacional del Trabajadores Mineros y Metalúrgicos del Perú (FNTMMP), en 1987. Como relata Brenda Cantoral en Prensa Perú, "…Tras su elección, la FNTMMP tomó otro perfil y empezó a dinamizar a los sindicatos bases. El 17 de julio de 1988, ante la negativa del gobierno y empresarios de escuchar los reclamos de los mineros presentados en el Pliego Nacional Minero, se inicia la 1ra Huelga General. La misma que concluyó el 16 de agosto de ese año…".
Esta fue una medida de lucha contundente. Saúl Cantoral y las bases obreras dijeron ¡basta ya! de tanta opresión. Y salieron a tomar el destino en sus propias manos. Algunos dicen que fueron 60 mil obreros mineros los que participaron de la medida de combate, afectando así al 90% de la producción minera. (Según los agentes políticos del capitalismo, se perdieron 120 millones de soles). Alan García, el APRA y la clase dominante no sabían que hacer. El Perú ya no seria el mismo después de esta jornada de lucha.
La Huelga General del 17-07-88 puso a temblar a la oligarquía peruana. ¡Los obreros, con sus propios métodos (toma de fabrica, movilización, huelga e insurrección de masas), consiguieron una victoria histórica! Los agentes del sistema estaban desesperados. En verdad, tenían razones para estarlo. La huelga, como método de lucha proletaria, manifestó en la práctica que son los obreros, con su fuerza de trabajo, los que producen la riqueza en el Perú. Y que los patrones no son más que una sarta de parásitos que se enriquecen por la superexplotación de la clase proletaria y la ignorancia política de esta de su fuerza en la sociedad (como motor de la economía).
Este atrevimiento de Saúl y el proletariado no podía ser perdonado por la burguesía y su agente político Alan García. Por eso es que decidieron deshacerse de el antes de la siguiente medida de lucha (exigiendo el cumplimiento del liego de reclamos). Primero trataron de comprarlo, pero fracasaron. Luego, lo amedrentaron.
Antes de que terminara la jornada de combate, hacia el 9 de agosto, Saúl Cantoral fue secuestrado y torturado. Durante este acto barbárico y cobarde (estilo de los capitalistas), Saúl fue inyectado con sustancias venenosas para afectar su funcionamiento cerebral y lograr levantar la huelga.
Sin embargo, la convicción revolucionaria y la fortaleza física (como la de grandes hombres como
Túpac Amaru), frustraron las maquiavélicas aspiraciones de estos miserables parásitos (aunque su salud se deterioró).
Ante la impotencia de la burguesía y sus agentes para doblegar al líder, decidieron eliminarlo. Es así como un fatídico 13 de febrero de 1989 fue asesinado con 7 disparos por el Comando Rodrigo Franco a cargo del entonces Ministro del Interior Agustín Mantilla, durante el primer gobierno de Alan García Pérez.
La Comisión Herrera, la Comisión de la Verdad y los testimonios de los integrantes del Comando RF (leer Ex agente de la Marina identifica a los asesinos del líder minero Saúl Cantoral, por Ángel Páez, http://www.adehrperu.org/) manifiestan la responsabilidad de este último en el asesinato del líder sindical. Es por esto que los familiares de
Saúl exigen JUSTICIA a fin de que no exista más impunidad. Pero la justicia burguesa, que es como un cuchillo (porque no corta al que la maneja), no ha llegado al hogar de esta valiente y humilde familia.
Al contrario, el actual gobierno aprista se lava las manos diciendo que no sabe nada al respecto. Y niega que la actuación de Mantilla fuera coordinada con el ejecutivo.
Por esta razón, y en un marco donde los mismos parásitos de siempre (Benavides, Picasso, New Mont, etc.), agitan por seguir manteniendo la precariedad laboral, es un menester que, en honor a la vida del
co. Saúl Cantoral, las bases de la CGTP, y demás centrales sindicales, organicemos una Huelga Nacional por Justicia y una Ley General de Trabajo con estabilidad absoluta. Una Huelga como las que organizó nuestro
co. Saúl: Que demuestre una vez más que son los trabajadores el motor de la economía.
¡Larga vida a Saúl Cantoral!
¡Por una Huelga Nacional por Justicia y una Ley de Trabajo con estabilidad absoluta!
Mariátegui.
La revista de las ideas.
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