¡Libre cultivo de la hoja de coca! ¡Libertad para los presos políticos! 

      
                 Hugo Chávez los mandó a la mierda

No es exabrupto ni equivocación

Dante Castro / Mariátegui
 17/09/08

Ésta es una declaración de Hugo Chávez difícil de resistir. Por supuesto que la suscribimos. Váyanse a la mierda, genocidas, explotadores, torturadores, ladrones de riquezas nuestras. No se debe meditar ni un instante en mandar a la mierda al enemigo de la humanidad. La falta de respeto la vienen cometiendo desde que nos declararon patio trasero de sus dominios, colonia económica y a veces base militar con todas nuestra riquezas en manos del capital monopolista. La suscribimos en alta voz y pedimos claridad con respecto al plan Colombia, al genocidio permanente que el régimen uribista aplica contra los luchadores sociales. A la mierda Uribe y García, los más grandes criminales del subcontinente, con quienes no podemos tener la más mínima contemplación. A la mierda el continuismo aprofujimorista que garantiza la impunidad de criminales de guerra y asesinos del pueblo. No necesitamos meditarlo ni un segundo: váyanse ustedes a la mierda o lo empujamos a la mismísima mierda. No nos urge pensar cada palabra. El heroico pueblo de Viet Nam meditó en qué consiste mandarlos a la mierda ...y les sacó la mierda.

Hugo Chávez sí que debe meditar siquiera un instante cuando declara que el marxismo es "obsoleto" o el leninismo es "dogmático". Haría mucho bien a la unidad de los revolucionarios. Sumaría talentos y voces que lo secunden en esta histórica mandada a la mierda que hemos visto por TV. Recordemos a Lenin: sin teoría revolucionaria, no puede haber movimiento revolucionario. Los seguidores de Marx y de Lenin han abonado con su sangre la ruta de la revolución antiimperialista en Nuestra América y en el mundo entero. Hasta hoy las cárceles tienen como inquilinos forzosos a cientos de militantes comunistas, allende nuestras fronteras y aquí nomás en la patria de Túpac Amaru. Los cinco patriotas cubanos secuestrados por el imperio, son militantes comunistas: no salieron del sombrero mágico de los nacionalismos innominados.

Un gran marxista-leninista sigue siendo el exponente vital de la única revolución socialista en Nuestra América: Fidel Castro. Y también Fidel, a su tiempo, desafió con palabras muy duras al imperialismo colindante a noventa millas de las costas cubanas. El pueblo cubano, en aquellos días, iba a ser el primero en inmolarse en la última guerra internacional: la guerra atómica. Fidel, hasta el día de hoy, sigue retando a los yanquis. Cada día de vida de la revolución cubana, es una afrenta ominosa a los yanquis, insoportable para los monopolios transnacionales, indigesta para los conservadores de todas las latitudes.

A la mierda, invasores genocidas... Pero mandarlos bien... Iniciemos una peregrinación, entonces, a Ayacucho, donde está acantonados los soldados yanquis que mancillan nuestra soberanía nacional. Hagamos allá un encuentro de los pueblos, con grandes marchas y masivas protestas, porque para sacarlos no necesitamos de otra arma que no sean las masas organizadas.

No debemos quedarnos en la afrenta verbal. Hay que convertirla en un hecho político. Fuera yanquis del Perú. Fuera tropas imperialistas de Nuestra América.










 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

                                                            Mariátegui. La revista de las ideas.