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               Fútbol y política, un cóctel peligroso: ¿Quién Maneja las Barras Bravas? 


                                               

                                            

        Pasión política. Barras bravas como la de Estudiantes de la Plata  son la fuerza de choque de  sindicatos de obreros. Así lo hicieron el día del  traslado de los restos de Perón en San Vicente.

Las barras bravas son utilizadas por los sindicatos y los partidos políticos como fuerzas de choque 

Pablo Olivieri / Tiempos del Mundo - Revista Mariátegui
 09/01/07

Buenos Aires.
En Argentina, cualquier equipo de fútbol tiene su barra brava, un grupo de hinchas que portan banderas, organizan la tribuna durante los encuentros y, si es necesario, se lían a golpes con cualquiera.

Aunque al principio eran vistos como simples aficionados que amaban a sus cuadros, en la actualidad hasta las autoridades les temen porque los niveles de violencia a los que han llegado trascienden los terrenos de juego y hoy incursionan como fuerzas de choque para diversos sectores políticos y sindicalistas. 

"La participación de las barras del fútbol en la política se da porque muchos dirigentes del fútbol saltaron a la política y muchos políticos y sindicalistas ocupan lugares importantes en la dirigencia de los clubes", explica Marcelo Parrilli, defensor de varios familiares de víctimas de barras bravas. Este hombre consiguió que el juicio por dos hinchas del River Plate asesinados en 1994 terminara con la condena a prisión de la primera plana de la barra del Boca Juniors. "Ellos, con poco dinero, contratan a estos delincuentes para todo servicio". 

Según Parrili, los utilizan fundamentalmente como fuerzas de choque, para amenazar a los rivales y ganar peso. "Son mercenarios que se venden al mejor postor. Si no hubiera un dirigente que les pague no existirían, porque entre ellos no comparten ni pasión, ni ideología, ni religión".

El 17 de octubre de 2006, durante el traslado de los restos del ex presidente Juan Domingo Perón, desde un cementerio capitalino hasta una quinta del Gran Buenos Aires que era de su propiedad, grupos contratados por el sindicalista Hugo Moyano (Sindicato de Camioneros) y por Juan Pablo Medina (Unión Obrera de la Construcción, de La Plata) se enfrentaron por ocupar el lugar más cercano al escenario donde iba a hablar el presidente Néstor Kirchner. Moyano recurrió a integrantes de la barra brava de Independiente, mientras Medina a los de Estudiantes de La Plata y Defensores de Cambaceres. 

Días antes, barras de Nueva Chicago y Chacarita Juniors, vinculados al jefe de gabinete nacional, Alberto Fernández, impidieron la protesta de trabajadores del Hospital Francés, pegándoles a médicos, periodistas y familiares de internados. El gobierno intervino el hospital y quiere que sea gerenciado, mientras que los trabajadores desean que el Estado asuma la responsabilidad y les pague lo adeudado. 

Meses atrás, barras bravas de Boca Juniors, utilizados por la burocracia sindical, sacaron a golpes a estudiantes que ocupaban la Facultad de Medicina en repudio al nombramiento del nuevo rector de la Universidad de Buenos Aires. 

Las responsabilidades
De acuerdo con Parrilli, estos grupos no sólo son financiados por sindicatos y partidos políticos, sino también por algunos jugadores que son amenazados y hasta por los mismos dirigentes de los clubes, que ven en ellos una herramienta.

"La realidad es preocupante, pero más grave es aún si los hechos comprometen a los más altos funcionarios del gobierno actual", comenta. "Aníbal Fernández, en pleno estadio, le repartía plata a la hinchada de Quilmes, club del que es hincha, para que lo acompañara en su campaña política. Hoy, ese mismo hombre, es ministro del Interior".

"Los barras bravas y los dirigentes se necesitan mutuamente", justifica un hincha de Independiente que solicitó el anonimato. "Por eso la violencia nunca se va a terminar. Ahora todas las barras tienen que ver con algún sector político o sindical, consiguen algún puesto en un municipio o trabajan en el club. Es la manera que tienen de subsistir". 

Parrilli sostiene que, en el fondo, los integrantes de las barras bravas son las víctimas de esta situación. "Los culpables son los dirigentes que los contratan. Tienen que ir presos ellos, que son los que fomentan esto. Cuando caigan ellos, terminará todo". 

Escándalos y terror

- La barra brava de Gimnasia y Esgrima de La Plata amenazó a sus jugadores para que perdieran ante Boca Juniors. Un triunfo beneficiaría a Estudiantes, su máximo rival. Boca Juniors ganó 4 a 1. Algunos jugadores de Gimnasia se animaron a hablar y declararon ante la justicia. 

- Varios integrantes de La Doce, barra brava de Boca Juniors, trabajan en la legislatura de Buenos Aires. 

- Hugo Moyano, líder del Sindicato de Camioneros, y su hijo Pablo, tienen cargos en Independiente, manejan a la barra brava y la utilizan para diferentes funciones. 'El Polaco', uno de los jefes de la barra, es el guardaespaldas de Hugo. Emilio Quiroz, quien fue filmado mientras disparaba en el homenaje a Perón, forma parte de la hinchada de Independiente y es el chofer de Pablo. 

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