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Fidel nos enseñó a ser hombres libres y decentes
Eloy Jáuregui / Mariátegui
25/08/08
Conocí a Fidel Castro antes de nacido. Como mito, quiero decir. Y ahora el viejo está de cumpleaños 82. Los barbudos de Cuba llegaron al poder mientras yo tomaba teta. Entonces el programa Alianza para el Progreso instalado en toda Latinoamérica nos regalaba unos cómics donde Fidel protagonizaba a un Dr. Lecter marxista que se devoraba a curas y niños. Una tía llegó a Surquillo -mi barrio en Lima- y dijo que Castro era un demonio. Solo la sabiduría de mi padre paró el asunto. Levantando la voz dijo: "Un cura no es Dios. El hombre es tan pecador que llega a ser divinamente perfecto".
Desde esa vez en casa había los que éramos fidelistas y los otros. Yo, fiel a Fidel, le seguí la huella. Por eso tengo su tatuaje en mi pecho. Y él como el Che me ayudaron a entender lo que es el furor. Eso, el furor, del que habla Hugo Neira respecto a Vargas Llosa. La pasión por crear. La pasión de ser imaginación pétrea y retar la muerte. Borges también era dueño del furor aunque, como Mario, se fue de este valle de culebrones hablando mierdas de los comunistas. Yo que soy ateo gracias a Dios les digo que eso es vivir intensamente.
82 años y vamos que el hombre con sus velas y calaveras es único. Se enfrenta al imperio desde Moncada y sigue. Y yo lo sigo por su fe y por crear un pueblo ejemplar y un sueño que se toca con el corazón. Un cubano de hoy es un ser integral, dinámico y seguro. Por Fidel he visto la grandeza como la miseria humana. Desde que mi profesor de colegio Gregorio "Goyo" Martínez dijo que Castro no era gallego sino de Coyungo, pasando por Kennedy que lo quiso ajustar con un enema de cianuro y hasta mi hijo Alonso que ha dicho que la historia de la civilización es antes y después de Fidel, el hombre es vida, esperanza e historia.
¿Y de dónde son los cantantes? De Cuba. ¿Y los revolucionarios? De Cuba. Y Fidel es cubano galáctico. Los cavernícolas de la derecha jurel del Perú y el resto ya habían festejado su muerte. Se cagaron. Fidel Castro vive y habita en el imaginario de los seres que buscan equidad, libertad y justicia social. Retar al poder norteamericano y los fascistas es lo nuestro y lo mío. Fidel nos enseñó a ser hombres libres y decentes. Comandante Fidel, vida eterna.
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Mariátegui.
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