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         El Recital del "Huascar"


                                                                     

              Mala memoria. Rodolfo Hinostroza (der.) recitó encima del Huáscar: "La poesía es fuego y el pasado es ceniza". Así estamos. (Foto: Canal 13) 

Juan Cristóbal / Revista Mariátegui
 08/04/07

La invitación. Marco social. Participantes.

Entre el 17 y 25 de marzo del presente, se llevó a cabo, en Santiago de Chile, un encuentro de escritores de ambos países, organizado por la institución denominada "ChilePoesìa", bajo el slogan, "Cruzar la Frontera".

Dicho encuentro estuvo auspiciado por la Presidencia de la República, por algunas Universidades, algunos Municipios e Intendencias, diarios como El Mercurio, la Armada de Chile y también la embajada norteamericana.

"Chile poesía" es una institución privada que cuenta con el patrocinio de instituciones gubernamentales y del mundo empresarial. Su director es el escritor José María Memet y su cabeza visible y brazo derecho, el poeta Raúl Zurita.

Esta institución ha organizado diversas actividades parecidas con escritores de Argentina, Bolivia, Uruguay, incluso organizó una lectura de poesía (meses antes y por primera vez en la historia de Chile), en la Escuela Militar ante más de mil cadetes, lo que acarreó toda clase de críticas e insultos. Un participante me narra: "Yo participé en esa lectura y doy fe que ninguno de los poetas abjuramos de nuestras posiciones, por el contrario, leímos, poemas que no eludían los temas de la represión, la tortura y la muerte. "Chile poesía" hasta hoy no se ha abanderizado con ningún partido en particular".

El encuentro con los poetas peruanos tenía como objetivo, como lo señala su propio Programa, "que vayan poetas a Chile y den conferencias, participen en talleres de poesía, den recitales en plazas públicas, en los Metro, en ferrocarriles. Porque hay que abrir las fronteras no sólo para negociar, sino para entregarse gratuitamente".

En una entrevista realizada en el 2005, Memet decía lo siguiente: "Chile hace muchos acuerdos desde4 el punto de vista económico y comercial con diferentes países poderosos, pero de lo único que no se preocupa realmente es de América Latina. La comunicación que tuvimos hace 30 años se perdió por la política y la necedad. Nosotros tenemos que crear esos lazos que intelectualmente hicieron notable a AL. No podemos seguir caminando solos por un continente que se está haciendo pedazos con su miseria". Y más abajo recuerda que hicieron poesía en la Escuela Militar "porque la poesía es un modo de reunión, no sólo continental, sino interno".

En el momento que "Chile poesía" realiza su invitación a los poetas peruanos, su país pasaba (y pasa) por una crisis política y social. Desgastado y sin rumbo. El gobierno de la Concertación ha cedido ante las presiones de la derecha que ha podido incorporar gente al gabinete y en puestos importantes de la sociedad, pero ante la protesta frente al modelo económico neoliberal de los estudiantes universitarios y secundarios, trabajadores portuarios y de la salud, pobladores y transportistas, los encarcela y reprime con inusitada violencia, por lo que han conformado una Coordinadora de la Protesta Popular. En el Perú, entretanto, se discutía el problema limítrofe con Chile, tanto en zonas territorales, como marítimas. El gobierno aprista tuvo que intervenir, por otro lado, para que no se pasara en los canales de TV chilena la película "Epopeya", en alusión al conflicto del pasado. En este marco se produce la invitación a los siguientes escritores peruanos:

Arturo Corcuera, Rodolfo Hinostroza, Antonio Cisneros, Carmen Ollè, Josè Watanabe, Miguel Angel Zapata, Miguel Ildefonso, Jorge Frisancho, Paolo de Lima, Abelardo Sánchez León, Roxana Crisòlogo, Hildebrando Pérez Grande, Jerónimo Pimentel, Domingo de Ramos, Willy Gómez, Cecilia Podestà, Rosella di Paolo, Rocío Silva Santisteban.

De todos ellos, sólo Rocío Silva Santisteban no aceptó. Sus razones las expuso en un artículo publicado en el diario que colabora, La República. Los demás no han dicho, ni escrito nada hasta el día de hoy. Resaltamos que entre los invitados se encuentran tres Premios Casa de las Amèricas, Cuba.

Sobre los organizadores
José María Memet (1957), poeta, nació en Argentina pero se nacionalizó, desde pequeño, chileno. Pertenece a la llamada generación "Testimonial". En tiempos de la dictadura pinochetista fue un militante de izquierda, se dice que del MIR. Trabajó en la Vicaría de la Solidaridad, que era una defensora de los derechos humanos. Fue preso y torturado. Estuvo exiliado en Francia entre 1981 y 1985. En una entrevista realizada en el 2004 declaró: "Fui político por juventud e inexperiencia. La ideologización la encuentra nefasta para todos los seres humanos y para el poeta…El papel del poeta no es recordar el pasado, sino recordar lo indescifrable, mantener la relación del lenguaje con la profundización del ser en el presente…No hay poetas que canten la guerra".

Raúl Zurita (1951), reconocido poeta chileno, miembro del CADA (Colectivo de Acciones de Arte). Premio Nacional de Literatura en el 2000. Fue militante de las Juventudes Comunistas en la Universidad de Playa Ancha, en Valparaíso, pero interrumpió su compromiso político cuando el régimen militar de Pinochet. Su labor literaria es reconocida como posmodernista, como poeta del "borrón y cuenta nueva". En la actualidad, se le considera un poeta oficial. Ha trabajado con todos los gobiernos de la Concertación. Fue Cónsul en Italia. Le hizo un poema a Ricardo Lagos (que fue el que más reafirmó el neoliberalismo en su país), comparándolo con Allende. En 1982 escribió un poema en español en el cielo de Nueva Cork, dedicado a Dios. Lo llaman el "loco Zurita", por sus permanentes quiebres emocionales, producto de lo cual ha estado algunas veces en Sanatorios. Se quiso quedar ciego, por lo que se echó amoníaco a los ojos, "porque era la única forma de escribir sobre el cielo". Después se marcó la cara con un fierro caliente, "porque cierta vez me humillaron y me acordé que Jesús había dicho que había que poner la otra mejilla". A pesar de todo, en una entrevista, se sigue considerando "un revolucionario".

El recital
Como dijimos, el Encuentro constaba de varios tipos de recitales. Unos se hicieron en la Casa Cultural de España, otros en algunas Universidades, en la Sociedad de Escritores de Chile, en el Instituto Goethe, en la Municipalidad de Lo Prado. Hubo también uno en la Plaza de Armas de Santiago, que, como me cuenta un poeta que participó, "es un punto de reunión de miles de peruanos y peruanas que emigraron a ese país en busca de trabajo. Fue emotivo, me dice el amigo, porque al final se terminó en una fiesta donde no faltaron ni las cuecas ni las marineras".

Hasta que llego el sábado 24, cuando se realizó, a partir de las 12 del día, el recital en el "Huàscar". Por parte de los peruanos participaron Rodolfo Hinostroza, Doris Moromisato y Miguel Angel Zapata (que radica en los Estados Unidos). Por la parte chilena, José María Memet, Raúl Zurita y Alexis Figueroa.

Mi amigo chileno me dice que la lectura en el "Huàscar" tenía "por objeto subrayar la disposición mayoritaria en Chile de devolver este "botín de guerra", que en el fondo representa el lugar donde murieron Prats y Grau, hermanados en el arrojo y sacrificio, así como también devolver los libros de la Biblioteca de Lima". Sin embargo, me dice también que "hubo poetas peruanos que se negaron a participar por las descalificaciones que recibirían en su país". O sea, que hubo de parte de algunos, conciencia de lo que aquello significaba.

Por supuesto, al final del recital también hubo brindis, cuecas y marineras, a cargo de "Marlene Guillén y Trío".

El significado del recital
Como se sabe, en el conflicto del Pacífico en el siglo XIX, Chile retuvo como botín de guerra no solamente las salitreras de Tarapacá, las islas guaneras de Chincha, sino también el "Huàscar", barco emblemático que comandara el Caballero de los Mares, don Miguel Grau, aparte del saqueo de Lima y el apoderamiento de una buena cantidad de libros de nuestra Biblioteca Nacional. Producto de este conflicto, el Perú se quedó en la quiebra total, por lo que después se entregó (por culpa de su oligarquía antipatriota, por sus diversos gobiernos militares y civiles entreguistas y traidores) al dominio del imperio inglés y luego norteamericano, que también había participado, un tanto agazapadamente, en el conflicto.

De donde se puede desprender que, un recital en el "Huàscar", llevado como una de las reliquias más codiciadas de la guerra, no podía representar un simple recital literario. Tenía una contundente y significativa representación política, que, nuestros poetas Hinostroza, Moromisato y Zapata o no quisieron comprender o no les importó comprender el pasado, y absolutamente menos el presente. Sus declaraciones posteriores así lo confirman. Declaraciones que no vale la pena ni siquiera recordar. Basta con su gesto político-literario.

Obviamente, una lectura de poemas en el "Huàscar", quiéranlo o no los escritores participantes (tanto chilenos como peruanos) es un acto fundamentalmente político, que debería ser acompañado y desarrollado, por parte de los peruanos, en su vida literaria y cotidiana, en su quehacer político (que jamás lo han realizado, a no ser como especialistas francotiradores), pues de lo contrario dicho gesto es un acto totalmente oportunista, aprovechándose del alto pedestal de la poesía para actuar como profetas y observadores y disimuladores del momento, y no comprometiéndose con el pasado, presente y futuro de su país, en sus luchas permanentes, para favorecer a las grandes mayorías explotadas y oprimidas de nuestra patria.

Los actores
La lectura en el "Huàscar" es un acto enajenante. Es una afrenta a nuestra historia. Es pensar que con la poesía podemos cerrar las heridas del pasado y construir el futuro.

Los que participaron (Hinostroza, Moromisato y Zapata) representaron fielmente el rol de los vencidos. Mientras los chilenos el rol de los vencedores (y no solamente en el imaginario colectivo). Y esta no es una actitud chauvinista, es una lectura objetiva de lo sucedido.

Pero nuestros escritores no son ingenuos. Moromisato y Miguel Angel Zapata tienen, por decir lo menos, una actitud acomodaticia con el sistema. Mientras que Rodolfo Hinostroza sí es un zorro viejo en la política, esto se deduce de sus diversas entrevistas en los diarios y cuando ha aparecido en la televisión. Y esto desde antes. Por eso fue expulsado de Cuba revolucionaria por sus declaraciones antigobierno y contra el socialismo.

En este marco, hubiese sido oportuno que, los que no participaron, incluyendo los que tenían conciencia del acto, hubiesen formulado una declaración al respecto para delimitar responsabilidades. Lamentablemente, hasta ahora no lo han hecho. Hasta ahora ninguna señal o palabra.

La polémica en Lima
Aparte de la precisión de la carta de Rocío Silva Santisteban en no participar y criticar el Encuentro, no he leído más declaraciones en los medios masivos sobre el asunto. Pero sí a través del Internet, donde han existido varias opiniones condenatorias tanto de escritores como de sociólogos y economistas, amantes de la literatura. Todas ellas con un tono muy fuerte contra los poetas que participaron en el "Huáscar". Acusándolos de "traidores contrarrevolucionarios y antisocialistas". Incluso ha habido una pequeña dosis de xenofobia, lo cual reprobamos, porque finalmente todo es un asunto de opción ideológica y política y no de raza.

Comprendo y comparto la indignación de todos ellos. Pero en algunos aspectos no la comparto. Ir a Chile a tener un encuentro con poetas de ese país no es negativo, es importante y ojal siempre se haga para hablar de hechos literarios y sociales, y no solamente con Chile. Se puede participar en las escuelas, en las universidades, en las plazas publicas, en conferencias, en los Metro, pero no se podía participar en el "Chascar", sin tener una actitud firme y valiente, por lo que hemos señalado.

Otro aspecto a tener en cuenta. Con la poesía no podemos cerrar los problemas que tenemos con Chile. Y no sep si con los políticos burgueses o los que representan al sistema burgués se podría. Estoy seguro si nuestros países tuviesen gobiernos socialistas el problema podría solucionarse.

Acusar a Hinostroza, Moromisato y Zapata de "reaccionarios y antisocialistas" es mucha gloria para ellos. Jamás estuvieron comprometidos con las grandes mayorías nacionales. Lo que sí puede decírseles, a mi modo de ver, ya que tuvieron un gesto político, es que fueron desleales con la memoria de su país, y que su actitud está encuadrada bajo la óptica de las clases antinacionales del Perú. Pues dicha reacción no solamente la realizaron como poetas, sino también como ciudadanos. Ya que poetas y ciudadanos son una misma realidad existencial, y no dos, como muchos pretenden para evadir responsabilidades, como la que estamos narrando.

Palabras finales
"Chile poesía" cumplió con su cometido. Creer que con la poesía se puede cerrar el pasado. Sus utópicos e iconoclastas representantes consideran que ser nacionalistas es no recordarlo, y mejor aun, olvidarlo. Eso embrujó, especialmente, a los poetas peruanos que leyeron en el "Chascar". Lectura que fue subalterna a la actitud simbólica política. 

La lectura de los que lo hicieron tiene un hilo conductor en su pensamiento (o sea, en su ideología): el pragmatismo, mejor dicho el interés personal individualista. No nos llamaría la atención que, dentro de estos intereses, algún dic podrían ser convocados por escritores ecuatorianos para leer poemas en Tiwinza. Y seguir declarando como si la realidad no existiera.

Nos gustaría, a pesar del tiempo transcurrido, que los otros escritores nos dijeran algo al respecto. Si no lo han hecho y no lo hacen serian cómplices visibles de los que lo hicieron. 

Finalmente, todo lo que se haga en torno a olvidar nuestra pasado y nuestra memoria histórica, debe ser respondido con efectiva rebeldía, no sólo oral o por escrito, sino también mediante la práctica concreta. Toca a los gremios y agrupaciones de escritores convocar una respuesta que tenga ecos no solamente en los escritores que fueron, sino también en los que no fueron invitados, en los diversos estratos políticos oficiales, en los diversos medios de comunicación y en los sectores populares, sindicalizados o no.

Terminaría con una anécdota que me escribió un crítico chileno: ¿Y por qué no coger o asaltar un barco de cualquier parte del mundo, y con poetas de diversas latitudes, dar recitales por todos los pueblos y ciudades del mundo en contra de la globalización, la guerra y explotación contra los países más pobres y contra el orden criminal capitalista-imperialista que nos gobierna, que hablan de paz y fomentan el pillaje y la guerra?

Y como decía, el inacabable Carlos Marx: los revolucionarios tienen el deber de oír crecer a la hierba. 

Eso ha pretendido ser estas palabras, que esperan, ¡ojalá!, respuestas y críticas de todos los ángulos posibles, para enriquecer toda reflexión.

                                                            Mariátegui. La revista de las ideas.