¡Libre cultivo de la hoja de coca! ¡Libertad para los presos políticos! 

      
                    Contrapunto. Para Máximo Damián Huamaní y su violín de víspera.

            

    

 Feliciano Mejía / Mariátegui
 24/09/07

Primera: Insiu y Pasacalle 

Afina el filo del frío 
con tus dedos de obsidiana. 

Los lamentos se pierden en la oscuridad 
y arde el cielo: 
esponja de gasolina 
o melocotón de alegría. 

Jala el hilo 
del amor. 
Jala el hilo del aire 
de la muerte, su carnaza. 
Jala el ronquido 
de los Cerdos 
y escúpelo. 

Hoy he venido, 
sombra al borde de ti, 
Hermano de Oro. 

A mi lado, carbón 
encendido entre los dientes, 
cobijados en mi alegría: 
* Cariado Lector de Piedra haciendo con sus dedos 
de cernícalo una Historia manchada 
que deberemos lavar. 
* La Antigua Mujer con boa 
acogotándole la garganta afónica. 
* El Viajante de la Ruta de la Cólera, 
con sus fotos azules, husmeando los recodos 
del camino bélico, 
husmeando los lagos 
donde ocultamos la fuerza de la ira. 
* La Mujer de Oro colorado, también, 
que ríe a mi lado en medio de la guerra 
entre la luz y la sombra. 

He venido, Gesto de Maíz, para preguntar- 
te por el color 
de tu nombre 
y encontrar contigo el sendero 
que conduce al Hogar del Demonio de la vida 
que, al fin, de pie, lucha contra este dios 
portador de la peste. 

El Sapo, el Jaguar y la Serpiente 
se carcajean a nuestro lado, 
como guardianes y hermanos. 

Segunda: Apachiku con Awasñapaso 

Ah, pero si El Hogar eres tú. 
Yo, El Hogar. 
Y El Diablo eres tú. 
Entero, yo, El Demonio. 

Mientras,... entrechocan pedreríos 
en nuestros corazones 
como fieras enjauladas. 

Segunda (Repetición): Pasta y Agonía 

¿Por qué el dolor 
incuba su herida 
aquí en nuestra olla, 
en el centro de nuestras camas, 
en las encías de nuestros niños, 
en la médula de nuestros testículos, 
en las fumarolas de nuestros tabacos 
y en los lisos labios de nuestras hojas sagradas, 
Hermano de Oro? 

Toma la pulpa de mi corazón: 
Con la punta de tus tijeras 
ábrelo, como se abre una sandía, 
y lee en sus fibras 
el anuncio que vine en nuestras manos 
con guantes y callos. 

¿ Por qué circula, taponada, 
como pus, como mazamorra, 
ah, siempre, aún, la mirada de nuestros enemigos ? 

Oye mi voz que es Borde del Rayo, 
y florea tu mutismo con el crepitar del granizo: 
su metralla está anunciando la venida 
caudalosa del Río de Sangre 
que es ahora una realidad de Fiesta de Sangre. 

¿ Por qué tiembla aterrorizado 
el Buitre de la lengua sucia 
y ojos fulgurantes de plástico, 
trayendo sus aviones y lanchas a nuestras fronteras ? 

Sigue, nomás, con tu gigante melodía, 
Hermano de Oro; 
todavía lloverá fuego 
y nuestras montañas, aún, enterrarán montañas 
de cadáveres queridos, 
antes que llegue el Día. 

Tercera: Yawarmayu 

La Madre canta con su voz de alhelí 
aires de angustia, júbilo y furia. 

La Madre de la Vida canta cantos. Mas, 
en medio de la hecatombe del dolor que nos cerca, 
la alegría me invade, 
marea de peces de candela: 
el viento de asco me golpea 
y escapa, perro, con su sombra uniformada a cuestas 
cuando el fino susurro y algodón de tus cuerdas 
me cubre protector como poncho nutricio. 

¡ Viva, Hermanos, tu gesto de limón, 
que limpia mis heridas endulzando mi corazón 
en este mar de fango 
que estamos desecando ! 

Yo te agradezco con una venia, Padre 
de los Danzantes del Mundo, 
yo te saludo; cargando una roca de hielo 
en mis espaldas, 
te doy mi homenaje, 
por alejar el cascajo de espinas de mis huesos, 
por matar en mis venas los novios del gusano 
que quisiera eternizar aquí su bulbo y su carroña. 

Tú me haces bailar 
la cadencia de la agonía, que también es vida, 
sobre los muñones de mis codos, 
sobre los rosados y brillantes costurones 
de los muñones de mis muslos. 

Ah, la felicidad de saberte triunfante sobre La Noche, 
de saberte que Sigues Siendo, 
Hermano Centella de Oro. 

Cuarta: Laso y Pañesllo 

Viaja la Alegría en su carro de Alfalfa 
partiendo los cauterios de la Oscuridad. 

Sobre el Cemento 
danza (mos), 
Sobre el rugir del Canto de los Cerdos 
danza (mos), 
bajo la Olla de Dientes 
danza (mos), 
dentro del Hervor de los Muertos 
danza (mos). 

¡ Uq Wayli ! Hora es de levantarse. 

Aparece el sol 
por el filo oscuro de cuchillo de la roca. 

¡ Uq Wayli ! A levantarse. Es la Hora, Hermanos. 

La sementera está despierta. 
Preñada, la Sementera grita en medio de sus cien flores 
el instante llegado de la época de florecer 
y la cosecha. 

Corta sin miedo el centro de tus cuerdas: 
Danza (mos) 
Hermano de Oro. 

Quinta: Tapadillo y Kacharpari 

Como a pulgas de la sarna 
botamos a las penas. 

Las aguas de este Río 
de Sangre, se las lleva. 

Sépaslo o no, 
lo quieras, o contra tu voluntad 
de zorro, eres parte de nuestro sol. 

Afuera, tras estas puertas, 
tras estas aldabas 
de cinco cientos de años, 
gime la muerte, sucia; 
y aquí, entre tu melodía y nuestra Danza, 
un ramillete de vida se encabrita 
naciendo y renaciendo. 

 

 

 

                                                            Mariátegui. La revista de las ideas.