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                  Argentina: El Especial Fútbol de Primera División 

                   

                              Ilustración. Prensa de Frente

Que se pinche, pero que no se pare

Prensa de Frente / Mariátegui
 27/08/07


Cambios acelerados sufre en los últimos tiempos el fútbol argentino. Dos de los clubes más grandes de primera división trajeron novedades en las tres primeras fechas del campeonato Apertura 2007. Dirigentes, policía, barras bravas convertidas en Pymes y jugadores en un cuarteto vicioso.

La muerte nunca fue un hecho desconocido en el ámbito del fútbol. Es costumbre ver cruces entre hinchadas con el saldo de algún fanático asesinado. En River Plate fue diferente, cuando Martín Gonzalo Acro, integrante de una fracción de la barra conocida como "Los Borrachos del Tablón" fue tiroteado a la salida de un gimnasio, entre acusaciones cruzadas entre el grupo liderado por los hermanos Alan y William Schlenker y el comandado por Adrián Rosseau. Parafraseando opurtunamente al ex gobernador Eduardo Duhalde, Jose María Aguilar, presidente del club, había afirmado meses atrás que River Plate era "el club más seguro de la Argentina". 

Los barras millonarios eran empleados del club y se dice que ademas de cobrar peaje, administrar los estacionamientos, cobrar por colgar banderas, participan de las regalías por pases al exterior. Nadie dice a cambio de que favores políticos. Esta situación no es exclusiva del club de Nuñez. 

El último Chicago-Tigre que definía qué club permanecería en primera división, culminó con la muerte de Marcelo Cejas, hincha de Tigre, apedreado por la furia de los hinchas del descendido Torito en las calles de Mataderos. La sanción fue el descuento de veinte puntos para el próximo torneo que disputarán en Primera B Nacional y la clausura del estadio verdinegro. 

Por el lado de la Ribera, desde este torneo, los socios de Boca Juniors se van a ver sometidos al llamado "ranking de la pasión". Midiendo el sentimiento de cada hincha por su equipo a partir de puntajes que se otorgarán según la "calidad de partido" al que se asista, se elaborará un ordenamiento de socios que se podrá consultar diariamente en el sitio web oficial del club. Este novedoso sistema en el país servirá, luego, para darle prioridad en el otorgamiento de tickets a los que más puntaje hayan acumulado. Por concurrir a un clásico de local se ganan 100 puntos, de visitante 150, 180 por partidos a cincuenta o más kilómetros de la Capital y la gloriosa suma de 200 puntos en partidos por la Copa Libertadores de América o la Copa Sudamericana en el exterior. 

La medida se tomó por el problema de la capacidad de público visitante. La mercantilización extrema del fútbol empezó hace décadas y se plasma en una competencia feroz que forma una tabla de posiciones, cual triste tabla de descenso. En principio, el ranking fue festejado por diarios y directivos, pero para algunos socios la contabilización de las asistencias logra una competencia sin sentido entre los propios hinchas por la obtención de la puntuación necesaria y para no perder la posibilidad de ver a su equipo. Según dicen, no van a faltar los hinchas que compren sus entradas aún sin poder asistir, sólo por no perder la categoría. Esta carrera, claro está, queda reservada solamente para los que tengan un nivel adquisitivo mensual garantizado.

Mientras el responsable político de los operativos, el ex arbitro Javier Castrilli, se tomó licencia para lanzar su campaña a Intendente de Almirante Brown por el Kirchnerismo, el fútbol violento y mercantilizado es un negocio que levanta millones de pesos por domingo y la televisión deportiva, que para este año aumento millonariamante su oferta, no puede darse el gusto de que se suspenda: pase lo que pase el show debe continuar. La policía, que cobra un plus por operativos de seguridad que nunca son eficaces, es parte de la tajada y cada tanto, da rienda suelta a su afición por la represión.


                                                            Mariátegui. La revista de las ideas.