Andahuaylazo Etnocacerista en Imágenes I
Fotos: Reportero Etnocacerista / Mariátegui
20/08/07
El primero de enero, una fecha tan simbólica para la revolución cubana y para los indígenas zapatistas, tendrá que ser compartida en la historia de
América Latina con el Movimiento Etnocacerista (MEC) Peruano, que en las primeras horas del año 2005 tomó la comisaría de la ciudad surandina de Andahuaylas, liderados por el Mayor en retiro del
Ejército Peruano, Antauro Humala y cientos de reservistas (militantes del Etnocacerismo), para exigir la renuncia del cipayo Alejandro Toledo, quien terminó por regalar el país a las transnacionales, la embajada de EEUU, los servicios secretos israelitas y nos convirtió oficialmente en una colonia de Chile. Luego de cuatro días de resistencia en las calles
con el apoyo del pueblo, con seis
muertos: cuatro policías (asesinados por el "Centinela" un
infiltrado del Servicio de Inteligencia del Ejército), dos reservistas (asesinados por los francotiradores
toledistas) como saldo y luego de que Antauro Humala fuera capturado cuando participaba en la mesa de diálogo con los altos mandos militares, los etnocaceristas entregaron las armas, para evitar más derramamientos de sangre. Pero la herida continúa abierta.
A continuación el testimonio gráfico de la rebelión en su primera
parte.
Arequipa
infaltable.
Un grueso contingente de reservistas
arequipeños reforzó el batallón etnocacerista en Andahuaylas.

Procesión popular.
El pueblo
Chanka se solidarizó con el Movimiento Etnocacerista combatiendo con
marchas a la represión toledista.

Vanguardia
Etnonacionalista. El
levantamiento liderado por Antauro Humala provocó el masivo voto
antisistémico en el sur peruano a favor de la candidatura presidencial
de Ollanta.

Barricadas anti
criollas. Los
etnocaceristas se adueñaron de las calles de Andahuaylas para resistir
los ataques de la policía y el ejército colonial peruano.
Espíritu breñero. Emulando
a las tropas de Andrés
Avelino Cáceres, los reservistas se enfrentaron al régimen prochileno
y traidor a la patria de Alejandro Toledo.

Cazando homicidas.
Los andahuaylinos
capturaron a los francotiradores que asesinaron a rebeldes
etnocaceristas, a los que hasta hoy no se les ha abierto ningún proceso
judicial.

En calles y plazas. El
Movimiento Etnocacerista convirtió por cuatro días a la ciudad de
Andahuaylas en una zona liberada del gobierno fondomonetarista de Perú
Posible.

Siempre alerta. La
comisaría de Andahuaylas fue la principal trinchera de combate ante la
inminente matanza que pretendían perpetrar las fuerzas represivas
neoliberales.

Pueblo
vs.
Ejército. La
población de Andahuaylas hizo suya la exigencia etnocacerista de pedir
la renuncia del felipillo Toledo y tampoco le tuvo miedo a las milicias
homicidas criollas.

Sabor a multitud.
Antauro y sus
batallones llevaron a la acción, el descontento de un Perú
provinciano, que siempre ha sido discriminado por toda la clase
política limeña.

¡Etnocacerismo
o muerte! Los
jóvenes utilizaron las armas arrebatadas a los esbirros toledistas para
defender la rebelión en Andahuaylas.

¿Juicio
popular? Los
francotiradores que mataron reservistas iban a ser linchados por los
enfurecidos andahuaylinos, sin embargo se le respetaron sus derechos
humanos.

¡Hasta la
victoria final! Sino
existe una trampa del poder judicial alanista, Antauro y los reservistas
quedarán libres en enero próximo, por haber cumplido tres años de
prisión sin sentencia.
Mariátegui.
La revista de las ideas.
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