¡Libre cultivo de la hoja de coca! ¡Libertad para los presos políticos! 

      
        Ancash: 24 horas de lucha


                                                         

              Paro total. Piquetes y movilizaciones sobrepasaron a las fuerzas represivas neoliberales. 

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Razones para un Paro Regional en Ancash

Francisco Vásquez Carrillo / Revista Mariátegui
 14/04/07


El reloj marcaba las 6:10 de la mañana, escuché desde hace mucho tiempo el cántico de los gallos. Un silencio se apoderó de las calles. Chimbote acataba el Paro Regional de Ancash. 

Silencio que me invitó a un examen de conciencia. Estoy convencido que es necesario, que por lo menos una ves al mes las personas debemos adquirir un derecho al silencio social. Hay que valorar la necesidad de escuchar sólo el sonido de la naturaleza. A las 9:00a.m los campesinos del sector de Lacramarca, portando cañas de maíz y una banderola que vivaba al Presidente Regional Cesar Álvarez, se desplazaban por las avenidas y calles donde reinaba la tranquilidad. Luego fueron los maestros, trabajadores de construcción civil, amas de casa, juventud que fueron aunándose conformando una muchedumbre de banderas, cartelones, algunos luciendo un polo blanco llamando a la paz.

A comparación de la movilización del martes 10, del Sr. Valentín Fernández y Guzmán Aguirre (ahora socios por el milagro del Dr. Alan Garcia), se sentía un fervor y mística en sus lemas, recorrieron hasta tres veces el centro chimbotano. En el puente Lacramarca los pobladores de Nuevo Chimbote, respondían a las provocaciones de la policía y a un grupo de personajes no identificados que los secundaban y arremetían con piedras. La tranquilidad y el silencio había sido violentado en el corazón del símbolo de la ecología chimbotana: los pantanos de Villa María. Eso no importó y tampoco interesó a la policía, que se acordonó justamente en el puente para impedir a los manifestantes pasaran rumbo hacia la plaza principal de Chimbote. La policía disparó a diestra y siniestra balas y bombas lacrimógenas causando heridos.

En Lima, un Premier hablaba fuera de contexto de manera conciente, para presentar a las autoridades ancashinas como irresponsables: "Primero se dialoga", "con Ancash no tenemos nada pendiente", el mismo, no creía lo que afirmaba. En Huaraz una multitud de aproximadamente 10 mil hombres y mujeres hacían vibrar las calles, lo mismo ocurría en Casma, Huarmey y otros pueblos del interior. En la Plaza de Armas de Chimbote un grupo de espontáneos protestantes descubría a un sujeto que portaba en una mochila una escopeta, cuchillo y bombardas, integrante de un grupo de avezados mozalbetes contratados del Pueblo Joven de San Pedro, todo indica que habrían sido contratados por el actual regidor Nicanor Sifuentes y el propio Alcalde Guzmán Aguirre.

Un mitin de medio día parecía cerrar el éxito de un paro, que el pueblo victoreaba, con un pegajoso estribillo: "Ancash ya despertó; Alan lo provocó". Mientras El Presidente de la República andaba por Piura, despreocupado por la primera manifestación multitudinaria en contra de su gobierno, en el cruce de la Panamericana Norte y el desvió hacia Huallanca, se producía el mayor enfrentamiento entre las fuerzas especiales de orden llegadas de Trujillo y los campesinos del valle de Santa. Hasta que dos balas se alojaron en el vientre del joven Marvin Gonzáles Castillo, de 19 años causándole la muerte.

El Dr. Alan García, ministros y asesores eran concientes del pedido ancashino para devolver la administración del Proyecto Chinecas a la Región, la pregunta que salta hacia la verdad es: ¿por qué no fue atendido desde hace tres meses? El pueblo chimbotano y ancashino se encuentra cansado a que lo desatiendan, hasta que la muerte llegó a un humilde campesino, ¿hay que esperar más muertes para que el Dr. Alan García Perez atienda las demandas de los ancashinos? Al parecer el aprendizaje y la maduración como persona y político, poco le ha servido para tener el tacto y el reflejo político para resolver problemas de inmediato.

En éste mismo momento el presidente argentino Néstor Carlos Kirchner, trata un paro nacional por la muerte del docente Carlos Fuentealba. Basta una muerte para que un pueblo se ponga de pie y muestre su indignación. En un 11 de abril, el gobierno de Aprista de Alan García es responsable de la muerte de un adolescente, que exigía fuente de trabajo y justicia y lo pago con su vida. Los campesinos de Santa, que en el fujimorismo sufrieron la desaparición de 9 campesinos, en este Paro Regional vuelven enlutarse con un nuevo mártir. 

Un asesinato no es una simple muerte, es un hombre que llama a la conciencia de los ancashinos y peruanos a reflexionar y saber indignarse como lo hacen los argentinos. La lucha por las reivindicaciones, contra el abuso y la marginación del gobierno se suma el asesinato de Marvin Gonzáles Castillo, que por mandato humano exige la solidaridad de los pueblos hermanos y la sanción a los policías con alma de criminales y no de aquel defensor del ciudadano. 

El APRA y el Dr. Alan García tienen el deber democrático (si realmente es su convicción), de solucionar de manera inmediata éstos yerros, que pueden multiplicarse en otras regiones que ya sienten el síndrome del desastroso gobierno de 1985-1990.

                                                            Mariátegui. La revista de las ideas.