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                  ¿Alianza Patria Roja - FARC al descubierto?

Cuando la imaginación sustituye a la razón

Dante Castro / Mariátegui
 04/12/08

Periodista Chichi Valenzuela mostró pruebas reveladoras sobre la alianza del Partido Comunista del Perú "Patria Roja" con las guerrillas de las FARC, a las 12 de la noche, en el programa "La Ventana Indiscreta".

Para quienes tenían todavía energías, a la hora 25 del lunes 24 de noviembre, la Chichi Valenzuela presentó un bluff sicosocial de la peor especie. Documentos en mano, la periodista de marras intentó nuevamente aterrorizar al público televidente con la demostración de los vínculos entre el PC del P "Patria Roja" y las FARC (Colombia). Este muñeco ya se había venido desgastando desde el 2003 y continúa siendo usado hasta que otra vez se rompa y vuelvan a remendarlo. Profesionalmente, el hallazgo es mediocre. Políticamente es una artimaña para asustar ingenuos. Ahora le toca a Patria Roja, mañana será otra agrupación y luego escogerá personajes políticos a título individual. 

Testimonio de parte
Recordar es vivir, pero también es agonizar en medio de disgustos. El general PNP Augusto Miyashiro sorprendió a mis colegas de diferentes medios entregándoles un dossier de cuadros sinópticos que demostraban la vinculación de Patria Roja con las FARC. Eso ocurrió en junio de 2003, en vísperas de un paro nacional y de la absurda respuesta ministerial decretando el estado de emergencia. Extrañamente, me incluían con foto y seudónimo.

Yo trabajaba en la revista Caretas y cumplía el tercer año allí. Pero mi foto en un organigrama de "peligrosos terroristas" (ningno lo era), comprometía seriamente mi carrera como comunicador social. Además, como es de público conocimiento, no pertenecía ni pertenezco a Patria Roja.

Mis colegas, de diferentes medios, al verme amenazado por la inquisición antiterrorista, acudieron a mi domicilio para advertirme. Los que habían recorrido calles y provincias cazando la noticia conmigo, los que aprendieron a redactar y a poner gorros, titulares y bajadas conmigo, los que habían compartido el reclamo de honorarios defraudados por los dueños de la prensa, ninguno de ellos se prestó para incluirme en la calumnia policíaca. Los desinformados llamaban a Caretas para preguntar a Marco Zileri si yo era un peligroso terrorista. Recuerdo que él, harto de recibir llamadas estúpidas, le dijo a alguien: ¿a qué hora hace terrorismo si se pasa las 24 horas en Caretas?

De todos modos, la campaña de Miyashiro surtió algún efecto. Poco a poco tuve menos comisiones. Conforme pasaron las siguientes semanas, era menos elegible como periodista. Las oportunidades me las quitaban en silencio y yo dejaba de percibir mi sustento. Pedí página para contestar y me fue negada. Era el primer medio adonde me negaban el derecho a defenderme. Por una cuestión de dignidad, dejé de asistir a Caretas. Jamás me volvieron a contratar en otros medios de comunicación. Adiós al periodismo gracias a Miyashiro.

Los mejores elementos con que cuenta hoy la investigación del programa "La ventana indiscreta", proceden de la campaña desatada por el general Miyashiro y los "genios" de la DIRCOTE en el año 2003. Viejo chicle que ya perdió su original sabor.

La realidad de Patria Roja y las FARC
Volvamos a Patria Roja. Nadie en la izquierda puede justificar a supuesta peligrosidad de esa organización. Muy por lo contrario, se le acusa constantemente de abandonar la tesis insurreccional de los años 70 y del sacrosanto principio "el poder nace del fusil" pasaron a otro: el poder nace de las ánforas electorales. Los organigramas de Miyashiro "demostraban" peligrosas conexiones entre sus dirigentes y las FARC. Pero vale decir que ninguna organización de izquierda, a nivel mundial, carece de contactos con las FARC porque este grupo armado ha venido sosteniendo comunicaciones con todos los partidos posibles para favorecer a un diálogo con el gobierno colombiano y las Naciones Unidas. Los embajadores de las FARC han recorrido el mundo buscando abrir puertas para soluciones al conflicto, intercambio de prisioneros, etc. De modo que el seguimiento policial en Lima a la señora Nubia, embajadora de las FARC, no fue evitado por los dirigentes de Patria Roja ni tomaron las precauciones que habitualmente usan los movimientos clandestinos. Todo lo hicieron a la luz del sol.

La computadora antinuclear de Raúl Reyes sigue hablando
Ya en otros artículos he pedido que me vendan una computadora como la de Raúl Reyes, comandante de las FARC muerto en Ecuador, víctima de un bombardeo general e indiscriminado. Una máquina que resista los bombardeos, cohetería, rockets y ráfagas de balas calibre 50, debe ser un prodigio de la cibernética.

Esa maravillosa computadora, digna de ciencia ficción, sigue suministrando datos que comprometen a todos quienes contactaron con las FARC. De ese disco duro, salvado por la gracia del Espíritu Santo, provienen las pruebas que agita en su mano la periodista anticomunista Chichi Valenzuela. Los correos intervenidos, la información ingenuamente liberal e inusual en un grupo subversivo, las direcciones y los nombres verdaderos, no los seudónimos, estaban allí. 

De ser cierto tal portento, gracias a la computadora sobreviviente del difunto Raúl Reyes, ya se habría desarticulado a las FARC y a todos sus aliados a nivel planetario. Como vemos, la farsa no resiste el más burdo análisis.

Cacería de brujas en el horizonte
¿Qué hay detrás del reavivamiento del caso Patria Roja-FARC? No se necesita ser perito en cartomancia para adivinar que se viene otra campaña de persecución de idolatrías. La intervención de correos, teléfonos y el asalto a la privacidad de las comunicaciones, está justificada frente a la grave infiltración de las FARC en la política nacional. El apresamiento y procesamiento por terrorismo, con penas no menores a treinta años, ha sido reclamada por la periodista Valenzuela. Se trataría así de descabezar al movimiento popular, la protesta regional y de las comunidades que luchan contra transnacionales mineras, etc. Comenzaría por Patria Roja, pero seguiría esta campaña contra todas las organizaciones de izquierda y personalidades progresistas del país. 

Y a propósito de terrorismo mediático: ¿Qué se ha descubierto sobre las casas del ALBA?... ¿Cuánto presupuesto se ha gastado en comisiones investigadoras para denunciar y demostrar la infiltración chavista en el Perú?

El efecto inverso de esta campaña es sorprendente. Ayer criticábamos la inoperancia de la burocracia de la izquierda tradicional, la misma que se vio en la apatía que demostraron sus dirigentes y organizaciones para participar en marchas y mítines contra George Bush y la APEC. Hoy nos unifica Chichi Valenzuela y nos obliga a deponer diferencias para luchar por la seguridad de todos. ¿Lo habrán calculado así los artífices de la seguridad del Estado?



                         

 

                         

                




                  


 

 

 

 

 

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