¿A dónde apunta la ejecución de
Sadam?
Pena maquiavélica.
La ejecución de Hussein
tiene como fin, dividir Irak como lo hicieron en Yugoslavia, para así facilitar el saqueo petrolero.
Hugo Adan / Revista Mariátegui
05/01/07
La Unión Europea y el pope (los que avalaron la ocupación genocida de Irak) y diversas organizaciones de Derechos Humanos, han emitido declaraciones rechazando esta ejecución. Los argumentos centrales esgrimidos es (a) que la pena de muerte no ayuda a prevenir (o "detener") la emergencia de nuevos criminales de Guerra y (b) Que se atropelló el principio
"due process" con un jurado nominado por las fuerzas de ocupación imperial.
En ese trato del asunto se obvia un hecho elemental: los propósitos de la ejecución. Lo que se busca con la pena de muerte a Sadam Hussein es:
1ro. agravar la división y confrontación actual entre Shiitas y Sunis dado los recientes acuerdos para enfrentar juntos a las fuerzas de ocupación. Los miles de muertos que viene produciendo esta confrontación son responsabilidad directa de los militares y mercenarios al servicio del imperio. El plan es dividir el país como lo hicieron en Yugoslavia para así facilitar el saqueo petrolero. A eso apuntan. No es que se haya violado los principios en que se basa la pena de muerte
(deterrence theory), No. Al imperio jamás le interesó, principios ni valores subscritos por la comunidad internacional. Eso no es lo grave del asunto. No es una muerte lo que está en juego, la de Sadam Hussein. Son miles de inocentes, niños, mujeres y ancianos los que están siendo asesinados en esta confrontación entre Shiitas y Sunis. Hay evidencias de que los mercenarios del imperio han volado templos de ambos bandos y que luego han asesinado periodistas que investigaron los hechos. Esta pena de muerte es la continuación y equivalente "por medios legales" de miles de ejecuciones clandestinas y abiertas de toda oposición que este contra la ocupación militar de Irak. Son estos crímenes los que se pretende legitimar y continuar en el contexto internacional. Quieren fraccionar el país a como de lugar, antes de salir (como lo exige el pueblo Americano), entonces los fascistas republicanos podrían cantar Victoria e ir a la reelección. No les importa sacrificar miles de vidas inocentes en ese país, lo que incluye continuar asesinando de periodistas que los denuncien y/o toquen con su pluma la trafa de las grandes empresas encargadas de la "reconstrucción". Si hay alguna inhumanidad que las iglesias deben rechazar en esta pena de muerte es esa: la intención de agravar los crímenes enfrentando aún más a Shiitas y Sunis como parte del plan para fraccionar el país y continuar el saqueo petrolero en la región.
2do. Tampoco se trata de que las fuerzas de ocupación han torcido en forma grosera los procedimientos legales de un "due process", como hipócritamente se alega en el norte. Es un criminal, se alega, que debió ser ajusticiado correctamente. Puro cinismo!. Bush y su gente son criminales de Guerra con peor record que el de Sadam Hussein y a estos terroristas no les aplicarán los principios de un
"due process". Debatirán en cambio la validez o no del "pre-emptive strike", derecho que se reservan los paranoicos del norte para atacar a quienes consideren potenciales enemigos. Los acusan de ser "terroristas" o Estados que asilan terroristas, peor aún si esos "potenciales enemigos" sufrieron antes los genocidios de anteriores gobiernos imperiales. El sentido "culpabilidad" (creer que sus victimas estarían interesadas en la venganza) sería sólo el pretexto psicológico, en el fondo se trataría de facilitar la apropiación ilícita de recursos extranjeros, que es como han construido el imperio. Cuando de esto se trata siempre han falsificado y torcido leyes. Si los principios del "due process" se aplicaran a los genocidas del norte, ninguno de los presidentes vivos ni los fascistas del Consejo de Seguridad del Departamento de Estado, gozarían de la libertad y comodidad que tienen hoy. Y los que ya murieron (Kenedy y Ford entre los últimos, serian muertos de mierda, como dijo el poeta). Sin duda que de aplicarse los procedimientos de ley usados contra Sadam, muchos como Kissinger, Bush padre, Clinton y el mismo Rumsfeld estarían en el death row o habrían sido ya colgados. Recuérdese que este ultimo jamás pudo presentar evidencias de que Sadam poseía armas de
destrucción masiva como pretexto para invadir Irak. Y lo peor, que si hay evidencias de que entre los Buenos amigos de ayer (Sadam y los administradores de la Casa Blanca) fue Rumsfeld quien recibió miles de dólares por los químicos y helicópteros que se usaron para asesinar iranios. Por tanto, discutir las legalidades de la reciente sentencia contra Sadam, es sólo un pretexto para desviar la atención sobre el tema central: la ocupación genocida de un país petrolero. El solo hecho de que los genocidas de Faluya y los 700,000 muertos de Irak ejecuten a Sadam Hussein de la forma como lo hicieron, es la mas palmaria evidencia de que la ley para ellos es un instrumento usable, manipulable y descartable cuando eso sirve o no a los intereses del imperio actual. Su interés actual es el saqueo petróleo y de eso no hay la menor duda.
3ro. Si algo se tiene que condenar a raíz de la ejecución de Sadam son las guerras de saqueo imperial, sus "pre-emptive strikes" y sus "collateral damage". Cualquier Guerra que conduzca el imperio no es Guerra justa. La teoría de la "Guerra justa" es obsoleta. En estas guerras no existe ni causa justa, ni buenas intenciones y menos aun se espeta el "principio proporcionalidad". La mayoría de las victimas en estas guerras imperiales son gente inocente y los beneficiarios son un grupo pequeño de grandes empresarios que se dedican al negocio de fabricar armas de destrucción masiva (además de los "land mines" cuyas victimas mayores son niños). Es la Guerra imperial la que debe ser condenada en Irak y el único reclamo justo al respecto es la salida inmediata de las fuerzas de ocupación.
4to. La condena a estas ejecuciones del terrorismo estatal conocidas como "pena de muerte" debe ser también una condena a las "guerras contra el terrorismo" que aplican el imperio y sus súbditos para imponer sus intereses y justificar las tropelías, corrupción y abusos de empresas trasnacionales. En este sentido, la condena a la pena de muerte, es también una condena a regímenes como el de Alan García (quien busca imponer la misma ley con pretextos inventados) sobre quien penden graves acusaciones sobre crímenes de presos y comuneros de la sierra peruana.
Mariátegui.
La revista de las ideas.
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