¡Libre cultivo de la hoja de coca! ¡Libertad para los presos políticos! 

      
      ¡A cerrar filas!
  

Gloria Gaitán / Mariátegui
 
17/09/08

Veo Globovisión por cable y me ha impresionado constatar con cuánta rapidez e irresponsabilidad los dirigentes de la oposición afirman - sin base alguna - que el intento de golpe y magnicidio a Chávez, recientemente denunciado por el gobierno bolivariano, es un montaje. ¿Cómo pueden saberlo a ciencia cierta? ¿Cómo pueden asegurar con tanta ligereza y frescura algo para lo cual no han dispuesto de investigaciones serias? Eso recuerda que el gobierno de Uribe, a los cinco minutos de haber sucedido un acto terrorista cualquiera, ya está declarando que fueron las FARC. El jefe de la policía, el comandante del ejército, el ministro de la defensa y cuanto parlamentario pueda de la coalición uribista, con el eco irresponsable de los medios de comunicación masivos a su servicio, señalan a las FARC como gestores del atentado terrorista. La calumnia - porque eso es calumnia - se ha convertido en herramienta mediática para modelar conciencias, al amaño e interés de quienes usan armas indebidas para manipular la opinión pública. 

Chávez ha señalado a los Estados Unidos como autores intelectuales del abortado golpe, mientras que la oposición sale a defender al Imperio diciendo que nada tiene que ver… Nos recuerda una película de Woody Allen donde este aparece como agente de la CIA. Un colega suyo le dice: "Pero si nosotros nunca matamos a quienes no piensan como nosotros" y Woody Allen le responde: "No crea, esa es nuestra especialidad". Así es. ¿Acaso el agente John Mepples Spirito no confesó que vino, recién fundada la CIA, a asesinar a mi padre, complot que realizaron el 9 de abril de 1948 en lo que denominaron la Operación Pantomima? El resto de asesinatos en el mundo, que no son pocos, se los dejo al recuerdo del lector.

Es mucho más probable (si nos atenemos a la Ley de Probabilidades) que los Estados Unidos estén maquinando un golpe en Venezuela y un magnicidio contra Chávez, a que se estén portando, sorprendentemente, como "angelitos".

Y, hoy, es el día de reconocerle a Chávez su capacidad de coherencia en su propuesta de unidad latinoamericana. Porque la unidad significa y exige "solidaridad". Es por ello que llama la atención que, en defensa de Bolivia, expulse Chávez, de Caracas, al embajador norteamericano.

Que lo haya hecho con un sartal de groserías e insultos es reprobable y le quita altura al gesto. Pero, si criticamos la forma, no criticamos el fondo. Chávez es un hombre consecuente, en la práctica, con su proyecto bolivariano continental.

Es importante que el resto de los países latinoamericanos hayan salido a defender el legítimo gobierno de Evo Morales, pero un gesto como el de Chávez - que involucra la espada de Damocles de vender o no petróleo a los Estados Unidos - es un telón de fondo que hará pensar dos veces al imperio del norte antes de actuar.

Si Chávez hubiera existido cuando el gobierno de la Unidad Popular de Allende, no habríamos tenido a Pinochet en el poder ni a tantos y tantos sacrificados, torturados, exiliados ¿o es que los que entrevista Globovisión creen que el golpe en Chile fue una implosión y los Estados Unidos nada tuvieron que ver? 

Cuando hayan pasado treinta años, gracias a FOIA, la norma norteamericana que ordena desclasificar la información de la CIA después de ese tiempo, veremos en detalle qué hicieron los Estados Unidos frente a Venezuela e - insisto - la Ley de Probabilidades nos hace pensar que no son tan inocentes como nos lo quiere hacer creer Globovisión.









 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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