¡Libre cultivo de la hoja de coca! ¡Libertad para los presos políticos! 

      
             11 de julio Jornada Nacional de Lucha contra el gobierno aprista y la patronal 

            

PST - Perú / Mariátegui
08/07/07

¡Rony Cueto Libertad!
¡Abajo las Services y las Contratas!
¡Solucion a las demandas Obreras y Populares!
¡Fuera García y el gobierno Apro-Fujimontesinista!

Pronunciamiento del Partido Socialista de los Trabajadores


El 11 de julio, fecha de la Jornada Nacional de Lucha aprobada por la Asamblea Nacional de la CGTP, será una extraodrinaria oportunidad para concentrar en un solo puño la combatividad que muestran numerosas organizaciones obreras, populares, campesinas y juveniles que se extienden a través de todo el territorio nacional. Un solo puño para dar un duro golpe al gobierno indolente, entreguista, y a la patronal superexplotadora y despótica. Un solo puño contra el régimen laboral cavernario y humillante y contra un gobierno que escamoteó el voto popular con promesas que hoy se niega a cumplir y que se mantiene sordo ante las urgentes demandas populares.

La Jornada de Lucha del 11 de julio se dará en medio de una gigantesca oleada de luchas: 

--Los maestros del Sutep, que exigen nombramientos y contratos, más presupuesto para la educación y el archivamiento del proyecto de Ley de Carrera Pública Magisterial, vienen realizando una huelga indefinida desde el 18 de junio en varias regiones del país, y a partir del jueves 5 iniciarán una huelga nacional indefinida. 

--Los trabajadores mineros aprobaron un Paro Nacional para los días 10 y 11 de julio, luego de haberse cumplido los 60 días de plazo estipulados en el acta de levantamiento de la pasada Huelga Nacional sin obtener ninguna solución, observándose por el contrario los criminales atropellos de los que vienen siendo objeto las bases de Casapalca -represión policial con cuatro muertos- y contratados de Shougang -detención del dirigente Rony Cueto-, y la prepotencia de la patronal en empresas como Shouthern y Yanacocha. 

--Los docentes universitarios se vienen movilizando masivamente, concentrando en Lima representaciones de las universidades de todo el país, protestando por la homologación arrebatada por el gobierno aprista. 

--Los trabajadores de Educación y de Salud también están luchando, por aumentos y nombramiento de contratados.

--Los campesinos impulsan un paralización para los días 10 y 11 de julio en rechazo a la suscripción del TLC. 

--El pueblo de Ucayali se encuentra en huelga indefinida, habiendo realizado una marcha de 100 mil personas el martes 2 de julio, sétimo día de la huelga. Junto con la preservación de las exoneraciones tributarias hay una lista de demandas de las distintas organizaciones de trabajadores y del pueblo, así como de obras para la región.

--El Frente Patriótico de Loreto, el Frente de Defensa de Yurimaguas, el Frente de Defensa del Pueblo de Ayacucho, varias ciudades de Puno y otras regiones y comunidades afectadas por las empresas mineras, petroleras y gasíferas también están en lucha. 

--Por otro lado sindicatos industriales como Celima, Fibras Industriales vienen luchando por la reposición de despedidos y solución de sus pliegos de reclamos. La combativa lucha de los trabajadores textiles de Topy Top les permitió lograr la reposición de sus casi 100 despedidos.

--Los despedidos de la época de Fujimori se movilizan masivamente de manera casi cotidiana para arrancar la cuarta lista de reposición.

Estas luchas enfrentan por un lado a un gobierno empecinado en ajustar al pueblo en sus necesidades más sentidas como salud, educación, vías de acceso, etc., para no tocar los intereses de las transnacionales y grandes empresas, e incluso para destinar cuantiosos montos al pago de la fraudulenta deuda externa. Por otro lado encaran una escalada represiva de la patronal que responde a los justos reclamos de los trabajadores con despidos arbitrarios, hostilización de dirigentes sindicales, intransigencia ante los pliegos de reclamos y criminalización de las luchas mientras impunemente sabotea las inspecciones laborales. 

Los trabajadores comienzan a organizarse luego de una larga década de retroceso, indicando a las claras que ha llegado el momento de poner fin, de una vez por todas, al régimen laboral impuesto por la dictadura fujimorista, que es la que sirve de base a tanto abuso de la patronal. 

Los trabajadores se han puesto de pie contra el sistema de contratas y services que promueven el trabajo semiesclavo y por mejoras que dignifiquen su condición laboral y les permitan participar de las gigantescas ganancias que obtienen los capitalistas gracias al libre mercado que impulsa el gobierno aprista.

Frente a esta rebelión la patronal reacciona con notable cinismo: mientras por un lado presiona al gobierno a acelerar la suscripción del TLC para la cual acepta sin rubor las condiciones que le impone EEUU -como el respeto a los derechos laborales-, por el otro mantiene el trato despótico que instaló durante la época de la dictadura fujimorista, y ataca a los paros y huelgas.

Su conducta no tiene nada que envidiarle al gobierno pues este mismo los instiga con su respuesta altanera a los justos reclamos del pueblo, como en el caso del pueblo de Ucayali o de los maestros en huelga. 

El 2006 la economía nacional creció 8% y este año viene mostrando un crecimiento aún mayor, trayendo como resultado que se engrosen los bolsillos capitalistas y que las arcas fiscales se abarroten de dinero. Sin embargo, mientras a los trabajadores y al pueblo se les niega soluciones un fardo de dinero es despachado al Club de Paris para efectuar un pago adelantado de la fraudulenta deuda externa, por encima de lo ya presupuestado.

El gobierno de García fue elegido con promesas pero se olvidó de ellas desde el primer día. Del cuestionamiento al TLC pasó a una posición de ardiente defensa. La promesa de imponerle impuestos a las sobreganancias mineras se convirtió en una pasada de sombrero donde en los hechos no cae nada. Su promesa de restituir los derechos laborales quedó en las palabras. Del "shock" de inversiones no hay nada porque los pueblos del interior siguen muriendo de hambre, y padeciendo desastres naturales a los que ahora se agrega el friaje.

Todo esto agravado por la erradicación de los cultivos de coca, la ocupación de tierras en el campo por parte de ambiciosos capitalistas que emprenden proyectos de biocombustibles, la depredación ambiental de las mineras, el recorte de las exoneraciones tributarias a la selva, todo lo cual viene produciendo un shock en la economía popular con el alza en los precios del pollo, los huevos, el pan, los fideos y de otros alimentos.

Esta ofensiva antipopular tiene un objetivo fundamental: poner en práctica el TLC y la segunda ola de reformas neoliberales que exige el imperialismo, lo que terminará de hacer de nuestro país una verdadera colonia. Estas "reformas" traerán más despidos en la administración pública, la privatización de lo que queda de empresas públicas, avances en la privatización de la salud y la educación, mayor flexibilidad laboral, de nuestros recursos y depredación de nuestro medio ambiente. Todo esto sobre la base y manteniendo la reaccionaria Constitución de 1993 de la dictadura Fujimori-Montesinos.

Para llevar a cabo este plan el gobierno García tejió una alianza con el fujimorismo, la ultraderecha del Opu Dei enquistada en la cúpula de la Iglesia y sectores de Unidad Nacional; canjeando apoyo por impunidad para los corruptos y asesinos de la dictadura. Al mismo tiempo que pretende endurecer su régimen, desata una cruenta represión y criminaliza las luchas sociales.

García copia al fujimontesinismo hasta en su carácter mafioso como lo muestra la frustrada elección amañada de los miembros del Tribunal Constitucional por parte del Congreso y la corrupción destapada en la licitación de los vehículos de los ministerios del Interior y de Salud. Copia hasta su falta de escrúpulos, porque mientras el país arde en conflictos el Presidente se pasea por los pueblos que sufren frío llevando una ayuda tardía e insuficiente.

Es el conjunto de esta situación lo que está provocando un incendio social en el país que está atravesado por paros, huelgas, movilizaciones y bloqueos de carreteras. 

La última Asamblea Nacional de la CGTP aprobó esta Jornada Nacional de Lucha del 11 de julio como parte de ese panorama social. La Jornada de Lucha es una conquista de los que han venido luchando. Y debe ser una respuesta contundente y unitaria de todo el pueblo a la patronal y al gobierno García. 

Para que el esfuerzo de todo el pueblo trabajador sea coronado por el éxito no debe ser canjeado por ofrecimientos o migajas sino debe lograr la solución de todos los conflictos. Y debe arrancar de la cárcel a Rony Cueto porque no puede aceptarse la afrenta de que este dirigente obrero permanezca injustaente preso un día más. 

La plataforma de la CGTP contiene un listado de importantes demandas populares pero están basadas en un iluso pedido al gobierno de "cambio de política económica". No puede pedirse peras al olmo. La situación de los trabajadores y del país no cambiará mientras continúe García, que a fin de cuentas es un pelele de las multinacionales y los capitalistas. 

Para que haya un cambio verdadero y las reivindicaciones no queden como un saludo a la bandera, García y su gobierno deben irse y debe abrirse la vía de una Asamblea Constituyente democrática, soberana y con representación de las organizaciones populares, que entierre la Constitución fujimorista y elabore una nueva carta que reivindique la soberanía del país como base del desarrollo, recupere los recursos naturales, renacionalice las empresas privatizadas, restablezca los derechos sociales en salud y educación, los derechos laborales, las libertades democráticas y sancione a los corruptos y asesinos de la dictadura.

Para esto necesitamos un plan de lucha. De la Jornada de Lucha del 11 de Julio debemos ir ya a un Paro Nacional o a la huelga general, como nos enseñan los pueblos y gremios combativos que optan por esta medida para alcanzar sus objetivos, y como nos enseña también la experiencia del glorioso Paro Nacional de julio de 1977, de hace exactamente 30 años. Esta es la demanda y exigencia que hay que discutir en cada asamblea y en cada reunión, para llevarla a la Asamblea de la CGTP para continuar la lucha por la solución de la plataforma. Estamos ante el desafío de continuar la gigantesca movilización del 11 de Julio hasta arrancar las soluciones que espera todo el pueblo y para acabar con el gobierno de García enemigo de los trabajadores.

Avanzar en esta perspectiva empieza por el acto de unir los conflictos, rodear de solidaridad a los sectores que luchan y por construir en este proceso una nueva dirección combativa y clasista de los trabajadores que sea garantía de la victoria.

¡Viva la Jornada Nacional de Lucha del 11 de Julio!
¡Viva la lucha obrera y popular!
¡Hacia el Paro Nacional y la huelga de todo el pueblo! 

Partido Socialista de los Trabajadores / 3 de julio de 2007

                                                            Mariátegui. La revista de las ideas.