Documentos de organizaciones por la reconstitución del comunismo: Presentación

A lo largo de su intensa vida política, José Carlos Mariátegui hizo parada para combatir al revisionista belga Henri de Man. El señor De Man, líder del socialdemócrata Partido Obrero Belga, se tornó en un entusiasta militarista durante la I Guerra Mundial, en la que actuó como voluntario llegando a teniente de artillería. Años más tarde, en 1940, se mostraría enérgico colaborador del nazi-fascismo alemán. En su trayectoria, De Man dejaría alguna que otra frase lapidaria que, recogida críticamente en los ensayos del revolucionario peruano, bien podría figurar en la portada de los órganos de expresión de nuestros revisionistas modernos: “Me siento más cerca del práctico reformista que del extremista y estimo en más una alcantarilla nueva en un barrio obrero, o un jardín florido ante una casa de trabajadores, que una nueva teoría de la lucha de clases”. (H. De Man)

Adentrándonos en el año VIII de la penúltima crisis sistémica del capital, la impotencia y bancarrota del revisionismo en su conjunto parecen abarcar todo lo que a “comunismo” se refiere. A pesar de que el revisionismo ha sido incapaz de arrebatar en parte alguna la dirección del movimiento práctico al “reformismo”, el comunista medio sigue anclado en esa visión obscenamente obrerista de la lucha de clases. Esta, contrariamente a los deseos de sus precursores, no contiene en sí más que la ratificación del sistema productivo que encadena a la clase obrera, a la que el revisionista adula por lo que es, la multitud informe que la miseria capitalista ha engendrado, y no por lo que está llamada a ser, la masa revolucionaria organizada conscientemente para poner término al sistema de clases que escinde a la humanidad.

Fijémonos exclusivamente en la fuerza hegemónica en el movimiento comunista estatal e internacional, en quienes actúan a día de hoy y en casi todo el globo, salvo contadas excepciones, como los representantes inmediatos de la revolución ante las masas: es más que evidente que la imagen que definiría al comunismo en general está compuesta por grises tonalidades cuyo denominador común serían la impotencia, la frustración, la mediocridad y una terrible sensación de regodeo en el pantano.

E pur si muove… ya que en su esfera política, la crisis, que ha supuesto un desplazamiento entre los que atesoraban la representación del statu quo de la clase dominante, también se ha hecho notar entre los que garantizaban el orden existente del edificio social burgués en su base. Así, en los últimos años se han producido en el Estado español diversos movimientos en el seno del revisionismo, todos vacuos (“redefinición” de propuestas estratégicas, re-bautismo de frentes sindicales, tentativas de “unidad comunista”), pero que han agudizado su particular crisis y han permitido que las posiciones del comunismo revolucionario abran un resquicio, tras años de desarrollo sistematizado de lucha de dos líneas sobre la base de la reconstitución del comunismo y el Balance del Ciclo revolucionario de Octubre.

De la brecha abierta por el campo revolucionario en el ámbito de la vanguardia obrera, ya dimos cuenta en el anterior número de El Martinete (Número 26-mayo 2013). Allí tuvimos la feliz oportunidad de publicar varios trabajos de Revolución o Barbarie (RoB), destacamento de vanguardia marxista-leninista que desde su nacimiento (en el otoño de 2012) hizo bandera de la Línea de Reconstitución (LR) y que, desde entonces, viene consolidándose como referente para la militancia proletaria. A partir de ahí el brillo del rojo sol que marca nuestro camino viene centelleando con más intensidad y entre finales del 2013 y a lo largo del año 14 han sido un nada desdeñable número de destacamentos de vanguardia los que se han incorporado al ala revolucionaria del movimiento comunista en el Estado español. Como ya hemos advertido en más ocasiones, esto es por sí mismo una muestra de la vitalidad de la LR, que habrá de traducirse políticamente en una reconfiguración del ambiente marxista-leninista en el Estado español, pero que en ningún caso podrá recorrer los aciagos cauces propios del revisionismo, que a corto plazo seguirá siendo hegemónico a pesar del crecimiento que está experimentando la vanguardia revolucionaria en la actualidad. En este sentido, la construcción de un movimiento político de vanguardia marxista-leninista, corresponde exclusivamente a la determinación de la vanguardia marxista-leninista y en ningún caso podrá ser fruto de las circunstancias impuestas por el enemigo de clase, por más que, como dicta la estrategia bélica, sus movimientos tengan que ser tenidos en cuenta.

Pero este auge de lo consciente, que ya podemos definir como tendencia política en el seno de la vanguardia comunista, no tiene por efecto único el surgimiento de agrupaciones de militantes que se organizan sobre los mandatos particulares que el marxismo prescribe en nuestra época. Un efecto paradigmático del crecimiento del campo revolucionario es observable desde los programas e intervenciones públicas de las organizaciones revisionistas, sobre todo de las que no actúan como fuerzas principales de su espacio y, de hecho, se alimentan desde la “izquierda” del cadavérico patriarca del autodenominado “marxismo-leninismo” característicamente hispánico. Y es que ese tipo de organizaciones han implementado ya, velada o abiertamente, una campaña contra la LR y que, paradójicamente, cuenta entre sus procederes tácticos el de intentar disputar algunas de las claves de la bóveda conceptual de la LR (el Balance; la reconstitución del PC;…) enfrentándolas a otras que están inmediatamente conectadas (por ejemplo: intento de oposición entre Balance de la experiencia revolucionaria y la tesis del Ciclo; reconocimiento de la inexistencia del PC pero negación de su coherencia estructural con la fase de reconstitución ideológica primero, y con la Guerra Popular posteriormente;...). No podemos dejar de resaltar que el enfoque realizado por nuestros adversarios significa una auténtica confesión, tan libre como involuntaria, sobre la inviabilidad de los arcaicos esquemas sindicalistas heredados acríticamente del anterior paradigma y la vitalidad del comunismo que se reconstituye contando, al modo revolucionario, con la experiencia condensada durante el Ciclo de Octubre. Pero sobre esta vertiente de la pugna con el revisionismo, que se encuadra en las especificidades de la lucha de dos líneas, tendremos tiempo de explayarnos en otra ocasión.

Aquí por el momento vamos a centrarnos en dar una pequeña muestra, pues no se agota aquí, de esa extraordinaria progresión del número de colectivos revolucionarios en nuestro país. Y qué mejor modo de hacerlo que dando la palabra a algunos de estos destacamentos, por medio de sus propios trabajos y que observados en conjunto nos van a permitir tomar justa medida del significativo avance que las posiciones del marxismo-leninismo viven hoy en el Estado español.

El primero de los textos que pasamos a publicar es “Las tareas hacia el comunismo”, de los camaradas de Cél-lula Roja (CR). Este documento sirvió a los camaradas de CR de presentación ante la vanguardia en abril de 2014. En el mismo, los camaradas toman posición a la par que desarrollan una aguda crítica a los postulados de Reconstrucción Comunista, partiendo de su experiencia política concreta pero que pronto se sitúa sobre problemáticas de larga distancia, relacionadas con la Línea General de la Revolución Socialista y que llegan a enlazarse con algunos puntos cardinales respecto de la experiencia histórica de la Revolución Proletaria Mundial (RPM).

El siguiente documento es de Nueva Praxis (NP) y lleva por título “Tomar la iniciativa. Salutación crítica al IV Congreso de Iniciativa Comunista”. Como puede intuirse, el documento de los camaradas sintetiza la crítica, desde un posicionamiento proletario, a la línea política de Iniciativa Comunista. Es digno de mención que si bien este documento en particular data del pasado verano, estos camaradas se presentaron ante la vanguardia meses antes, y vienen acompañados de una interesante estela de trabajos relacionados con diversos elementos concernientes a cuestiones estratégicas y tácticas, que sirven para animar la lucha de dos líneas entre las filas de la vanguardia y de las que una parte pueden observarse en su revista teórica “Nueva Ola”.

Siguiendo el carrusel de materiales que hacen causa por la LR, en las páginas que siguen se encuentra el trabajo de RoB “Stalin, clases sociales y restauración del capitalismo”. Este documento se centra en arrojar luz sobre una problemática tan compleja como polémica, como es la cuestión de la restauración del capitalismo en la Unión Soviética, sobre todo porque los camaradas acuden, como buenos marxistas, a la raíz del asunto, no dejándose llevar por esa fatua mezcla de sentimentalismo y fanatismo políticos de que hacen gala nuestros revisionistas cuando de aplicar el marxismo a la experiencia revolucionaria se trata.

Para cerrar este espacio dedicado a manifestar la avanzada del campo revolucionario entre la vanguardia del Estado español, presentamos el trabajo de la Juventud Comunista de Almería y la Juventud Comunista de Zamora (JCA-JCZ) y que lleva por cabecera “La revolución burguesa y el paradigma de la revolución proletaria”. Un escrito que viene a indicar algo muy importante, y que nunca está de más recordar, como es la inmediata ligazón entre la decimonónica revolución burguesa y la formación del proletariado como clase social, circunstancia vital para comprender el Ciclo revolucionario de Octubre.

Lamentablemente y por motivos de espacio no hemos incluido más trabajos de estos u otros destacamentos (como podrían ser los de destacamentos de nuevo cuño como Nueva Dirección Revolucionaria –NDR- o Balanç i Revolució –BiR-)1, que dan señal de ese vigor que trae aparejado lo nuevo y muestran que estamos ante un amplio período de articulación, dentro de las tareas que emanan de la defensiva política estratégica, entre la vanguardia revolucionaria.

Como marcábamos al principio, nuestro movimiento está aún dominado por vergonzantes posiciones que en la arena de la lucha de clases vienen a poner al proletariado bajo la bota y el pensar del capitalismo decadente, con la falsa impresión de que son los auténticos defensores de la clase obrera. Sin embargo, y como ocurriera en los tiempos en que Henri De Man y otros menguados economicistas y posibilistas como él fuesen figuras eminentes del movimiento obrero internacional, la ruptura revolucionaria es la única opción que nuestra clase tiene para alcanzar la emancipación social. Para realizar ésta, se vuelve indispensable acometer consciente y organizadamente la reconstitución ideológica y política del comunismo, para devolver de nuevo, parafraseando a Mariátegui, al marxismo-leninismo a la categoría de luminoso sendero de la revolución. La brillante expectativa que abre el crecimiento de nuestro movimiento, nos instiga, más si cabe, a ordenar como primer afán de la vanguardia de la clase proletaria el bregar por seguir avanzando por la senda de la reconstitución del comunismo.



Movimiento Anti-Imperialista

Abril de 2015








Notas:

1 Como decimos, la publicación impresa pone cota a nuestra capacidad para publicar los trabajos de todos estos destacamentos referidos. Sin embargo, en nuestra web sí venimos publicando con asiduidad importantes escritos de estas nuevas organizaciones, y así como de las que ya son familiares en estas páginas. En todo caso, estos trabajos también pueden ser consultados a través de las direcciones web de las distintas organizaciones:

RoB: http://revolucionobarbarie.wordpress.com/;

CR: http://revolucionobarbarie.wordpress.com/;

NP: https://nuevapraxis.wordpress.com/;

JCA: http://jcalmeria.blogspot.com.es/;

JCZ: http://ujcezamora.blogspot.com.es/;

NDR http://nuevadireccionrevolucionaria.wordpress.com/;

BiR: http://balancirevolucio.wordpress.com/