Sobre el Plan Hidrológico Nacional.
EXPOLIO



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Cuando anunció el gobierno español su P.H.N., o para llamarlo por su nombre trasvase del Ebro, en Aragón no cogió por sorpresa a nadie. Son décadas viviendo con la amenaza del trasvase en una tierra que a día de hoy, todavía sigue esperando ver cumplidas todas las promesas que se le han hecho durante 100 años sobre riegos, no para enriquecerse, sino para poder vivir sin tener que emigrar y que ha visto como se incumplían una y otra vez unas leyes aprobadas al respecto. En ocasiones, incluso beber agua potable es un lujo, abasteciéndose con camiones cisterna en periodo estival, y que esta nueva amenaza, hecha realidad, hipoteca para siempre su futuro.

Lo intentó el franquismo con sus métodos, siguieron después los socialistas y ha hecho realidad, de momento, esta aberración política, social y económica el P.P., pero hay que ver más allá y preguntarse y que expliquen por qué esa obsesión por el trasvase y a quién beneficia realmente.

En realidad a quien beneficia es a unos cuantos y no precisamente a los regantes, a donde se dice que va a llegar el agua, sino a los de siempre, el capital, que ven en el trasvase el negocio del siglo. Cuando se aprobó, se hizo una estimación presupuestaria de al menos 3 billones de pesetas, y claro se frotaban las manos pensando en la tajada que iban a sacar de ahí constructoras y cementeras a costa del Estado, pues no hay que olvidar que esta "necesidad" la pagamos entre todos, y es que está por ver que suelte pasta la U. E., que ya ha advertido que el Estado español no dispone de más cuota en referencia a regadíos, en una obra que aumenta los desequilibrios entre territorios para crear campos de golf y parques temáticos en desiertos, masivas urbanizaciones para turistas, y que no hace falta decir quién controla.

También, ante la expectativa de la llegada del agua a las zonas receptoras se multiplicaron los regadíos ilegales e igualmente se roturaron grandes extensiones de terreno, siendo algunos casos espacios protegidos, como denunciaron en su momento grupos ecologistas con abundante documentación gráfica y que, como puede adivinarse, dichas roturaciones no se pueden pagar con dos tomates y tres lechugas, sino que hay detrás muchos y oscuros intereses.

Política y socialmente este proyecto, por la forma en que ha sido impuesto -recordemos si no las declaraciones del ministro Cañete (Por huevos y va a ser un paseo militar), o las de Aznar (O se hace ahora o nunca)-, demuestran bien a las claras el talante político del gobierno de turno, una dictadura encubierta y mal disimulada.

Socialmente, el perjuicio de esta política brutal, más propia del siglo XIX que del XXI, aunque las dictaduras no tengan un siglo concreto, a quién perjudica, por la forma, modo y trato que reciben, es a las gentes que poseen aquello que codician los especuladores, para hacer su negocio. Gentes que viven, sobreviven más que viven, en conjunción con un medio, que se les quiere arrebatar, se les pide solidaridad, solidaridad para morir un poco más, o que les pregunten si no, a los habitantes de Jánovas y cómo les pidieron esa solidaridad. Se les aplicó la ley de expropiación forzosa en aras del "bien social" para construir el embalse del mismo nombre. Pero cómo se produjo esa dramática expropiación es lo que pone los pelos de punta, en plenos años 80 con los socialistas en el poder y que ha dado pie a que recientemente un conocido director de cine escogiera ese escenario para rodar una película sobre la guerra en Bosnia.

Miembros de la Guardia civil iban dinamitando casa por casa para que los vecinos no pudieran volver nunca más, una vez abandonadas "por el bien social". Hay que decir que el pantano no se construyó por problemas geológicos del terreno donde se iba a construir (sin comentarios). Se les llena la boca pidiendo solidaridad, solidaridad para los más ricos. Estas gentes de sobra saben lo que se les pide, se les pide una vez más el éxodo y el desarraigo, cientos de pueblos inundados es la muestra que podemos ver hoy en día, cuando se ven obligados a dejar sus casas y medios de vida para beneficio de unos pocos que puedan así enriquecerse con su sufrimiento. En unos casos fueron las compañías eléctricas las causantes de tal situación con embalses como los de Yesa, Lanuza, Lo Grau, Mediano, etc. Tampoco se ha librado el llano de esta agresión como puede comprobarse con el inmenso embalse de Mequinenza, propiedad de E.N.H.E.R., y la lista es interminable. Año tras año se congratulan y se muestran exultantes con miles de millones de beneficios, basados en el expolio y a los que ahora se les quiere sumar el de la industria turística que ansia algo que no tiene o no sabe administrar correctamente, el agua. Pero esta vez, estas gentes que ven el fantasma del expolio nuevamente, han dicho NO.

El grito no lo han dado ellos solos, sino que ha sido todo un pueblo que ha dicho un NO rotundo y sin ambages a este nuevo intento.

Para el exterior quizás, o seguramente, no se entienda esta postura, debido en parte, al desconocimiento que hay sobre Aragón en el resto del Estado, algo que sí se entiende cuando se vive aquí.

La contestación social ha sido impresionante, con manifestaciones que no se conocían. A los aragoneses se nos ha tachado de insolidarios por los medios de comunicación, mediáticos más bien, por no darle nuestro pobre mendrugo al niño rico que tiene todo menos nuestro mendrugo, en este caso el agua.

En Zaragoza más de 400.000 personas salieron a la calle a protestar, en Barcelona 250.000, en Madrid cerca de 400.000 y 15.000 en Bruselas al margen de otras concentraciones y protestas en distintos puntos como el Delta y el Pirineo o el abrazo del Ebro en Zaragoza y la marcha azul desde el Delta hasta Bruselas, de momento, haciendo a pie todo el recorrido y sumando adhesiones en contra por los lugares por donde pasaba. En la primera manifestación en contra, la de Zaragoza, merece la pena resaltar, por chocantes, las declaraciones del Comisario político del Gobierno español, el Sr. Ameijide, ante la avalancha humana, que sorprendió incluso a los propios organizadores, diciendo que si estábamos allí era porque se habían repartido bocadillos. Quizás él, recordaba otras concentraciones y otro lugar donde sí se repartían bocadillos.

Desde las Delegaciones y Subdelega-dones se ha intentado restar importancia a estas movilizaciones, en ciertos casos espontáneas, motivados por el peligro que se corría en esos lugares por los pretendidos embalses para trasvasar, como son el recrecimiento de Yesa, y los embalses de Santaliestra y Biscarrués una vez desechado el embalse de Jánovas, que conformaban los cuatro jinetes del Apocalipsis del trasvase.

La verdad es que esto es lo más parecido a la puesta en pie de guerra de todo un pueblo contra las injusticias del gobierno, una contestación social que se ha intentado tergiversar y silenciar ante los ojos del resto del Estado dando una imagen insolidaria, que evidencia la mezquindad de estos gobernantes y sus adláteres con su jefe a la cabeza.

El capítulo medioambiental de semejante proyecto es, claramente, el de un atentado contra el medio ambiente, al ejercer un fuerte desequilibrio en toda la cuenca del Ebro, especialmente en el Delta, con un retroceso muy acusado de la lámina de agua dulce en los últimos tiempos, debido a la regulación del río en toda su cuenca y que hace que el limo que se debería aportar al Delta se quede en los embalses que lo jalonan y se rompa el frágil equilibrio del mismo y es de suponer que estos nuevos embalses harían desaparecer el Delta y penetrar el mar en una buena parte del río.

Se han ocultado estudios que desaconsejan su realización (son casi todos) y se han descartado de antemano las alternativas al trasvase como pueden ser las desaladoras, sistema cada vez mas en auge por su escaso impacto medioambiental –ahí está el sistema de ósmosis inversa del escritor Vázquez Figueroa que lo corrobora- , la reutilización de aguas urbanas, un sistema de riego mas racional, etc., y se sigue adelante con el, a pesar de tener que conducir el agua a más de 900 Kms., de distancia, como si no hubiera evaporaciones, filtraciones y otras pérdidas de caudal, con lo que se encarece el precio del agua mucho mas, ya de pos sí bastante elevado, en unas 150 ptas. por metro cúbico según tasación, a pesar de que el gobierno, cómo no, lo sitúa alrededor de 60 ptas. por metro cúbico. Tendrían que decir que clase de juegos malabares han hecho, puesto que son los únicos que dan esa cantidad, cuando todos los expertos consultados dan mas del doble en el precio final.

La desfachatez de este gobierno no tiene límites, pues pidió informes y estudios a diversos colectivos, pero como eran contrarios a sus tesis, resultando negativos al trasvase de los 1.050 Hm. Cúbicos, pues simplemente los silenciaron para aprobarlo.

Concluyendo, el sistema seudodemocrático liberal-capitalista nos impone unas pautas que condicionan nuestra existencia en una rueda de movimiento sin fin de necesidad=trabajo=explotación durante toda nuestra vida, en una alienante lucha por la supervivencia, y nos dice que es bueno y malo para nosotros, sin decirnos que lo que se busca en realidad es el negocio de unos pocos a costa de nuestro esfuerzo desde el mismo momento en que nacemos, relegándonos al esfuerzo diario de luchar por lo más básico, manteniendo una clase media obrera que participa o cree participar del sistema, cuando lo que son en realidad no es mas que unas marionetas con unos hilos movidos por los guardianes del sistema, unos sindicatos adocenados que no cuestionan nada, simplemente participan como un eslabón más de esta cadena de esclavitud, y unos partidos políticos actores de este teatro del engaño.

Por eso, las protestas de toda la sociedad en conjunto desde Aragón y la comarca del Delta d’Ebre son un toque de atención a todos aquellos que creían que los movimientos de masas estaban muertos si exceptuamos colectivos y actuaciones concretas, como son las protestas contra el G-8 ó las de los estudiantes contra la L.O.U., y que, en este caso, ha sido todo un pueblo el que ha salido a la calle para protestar contra un sistema basado en la especulación y el robo de lo que nos pertenece por derecho, y pretenden apropiarse estos mismos que no dudan en vaciar pueblos enteros, condenando a sus familias a formar parte de esos ejércitos de mano de obra disponible que tiene el capital, como simples piezas de recambio como si de una inmensa máquina se tratara. La máquina del capitalismo.


F. Chabier Salete