A propósito de las afirmaciones de un prachandista II
¿QUIÉNES SON LOS VERDADEROS RENEGADOS DEL MARXISMO?


   

En una presentación general de diferencias entre el verdadero marxismo leninismo maoísmo y el falso -hoy expresado en las teorías prachandistas- hoy seguimos con otro aspecto del terreno político.

En el documento “El gran salto adelante: una inevitable necesidad histórica” propuesto por Prachanda y respaldado por la II Conferencia Nacional del PCN(m) en febrero del 2001, se lee: “Lo primero que hay que señalar aquí es que en el curso del desarrollo de la época del imperialismo y la revolución proletaria -desde el establecimiento del socialismo en Rusia, la formación de la Comintern para avanzar la revolución mundial y la formulación de sus estrategias- Lenin planteó que la revolución proletaria y el movimiento de liberación nacional debían fusionarse, y que tal fusión constituiría una importante tarea histórica” (sn).

Las tesis de Lenin sobre el problema nacional y colonial fueron discutidas en la Comisión del II Congreso de la III Internacional, y TODAS junto con las complementarias propuestas por Roy fueron aprobadas por unanimidad. Y lo que realmente dice el numeral 5 de la tesis 11, es: “la necesidad de luchar resueltamente contra los intentos de dar un matiz comunista a las corrientes democrático-burguesas de liberación en los países atrasados; la Internacional Comunista debe apoyar los movimientos nacionales democrático-burgueses en los países coloniales y atrasados, sólo a condición de que los elementos de los futuros partidos proletarios, comunistas no sólo por su nombre, se agrupen y se eduquen en todos los países atrasados en la conciencia de la misión especial que les incumbe: luchar contra los movimientos democrático-burgueses dentro de sus naciones; la Internacional Comunista debe sellar una alianza temporal con la democracia burguesa de los países coloniales y atrasados, pero no debe fusionarse con ella y tiene que mantener incondicionalmente la independencia del movimiento proletario incluso en sus formas más embrionarias.”(sn)

Por tanto, que Prachanda le adjudique a Lenin semejante disparate, rebasa el límite de la interpretación oportunista, y se convierte en una falsificación desvergonzada del leninismo, para engañar y confundir al proletariado internacional. Ahora veamos en el terreno de la economía, dos ejemplos de la abismal diferencia  entre el marxismo y el prachandismo.

En el documento “La situación actual y nuestra tarea histórica” presentado por Parchanda y adoptado en el Pleno del Comité Central del PCN(m) en junio de 2003 se lee: “Desde la última década ha estado ocurriendo una profunda recesión en la economía imperialista en general y en la de Estados Unidos en  particular. El capital financiero tiene la dominación sobre el capital industrial y el capital financiero es controlado a su vez principalmente por Estados Unidos por medio de organizaciones como el "Banco Mundial" y el "Fondo Monetario internacional". El monopolio de capital financiero y su centralización ilimitada ha creado distribución desigual de ingresos, desarrollo desigual, y desempleo y han intensificado peligrosamente la brecha entre ricos y pobres. El desarrollo de la ciencia y la tecnología y la concentración del capital están aumentando ilimitadamente la capacidad productiva de las unidades económicas imperialistas, pero la demanda y el mercado no sólo no se están expandiendo sino que se han vuelto aún más limitados debido a la desigualdad en el desarrollo y la distribución. Debido a esta lógica inherente del sistema económico imperialista, éste está condenado a que haya choques entre las facciones imperialistas por la conquista de mercado.” (sn)

En primer lugar, ni una alusión al proletariado, el componente principal, más dinámico y revolucionario de las fuerzas productivas; sólo “ricos y pobres”, sólo “ciencia y tecnología”. En segundo lugar, lo preciso para la economía marxista no es “recesión económica” sino CRISIS ECONÓMICAS; y siempre el marxismo ha combatido el soslayo de la teoría de las crisis, o su errónea interpretación. Ya Marx había refutado la teoría de Rodbertus desde hace 150 años, y Lenin hace 100 años, la había vuelto a pulverizar en su artículo “Sobre la caracterización del romanticismo económico” donde dice: “La concepción de Sismondi según la cual la acumulación (el desarrollo de la producción en general) se halla determinada por el consumo, y su modo falso de explicar la realización del producto global de la sociedad (reduciéndolo a la participación de los obreros y a la de los capitalistas en la renta) conducen natural e inevitablemente a la doctrina de que las crisis obedecen a la desproporción entre la producción y el consumo. Sismondi abrazaba íntegramente esta teoría. Estaba tomada, además, de Rodbertus (...) El análisis científico de la acumulación en la sociedad capitalista y el de la realización del producto vino a minar todos los argumentos de esta teoría, demostrando que es precisamente en los períodos que preceden a las crisis cuando aumenta el consumo de los obreros; que el consumo insuficiente (con el que se pretende explicar las crisis) ha existido bajo los más diversos sistemas económicos, mientras que las crisis son características de un sistema solamente, del capitalismo. Esta teoría explica las crisis mediante otra contradicción, a saber, la contradicción entre el carácter social de la producción (socializada por el capitalismo) y el carácter privado, individual de la apropiación. Aunque podría parecer que la profunda diferencia existente entre estas teorías es ya clara de por sí, no tenemos más remedio que detenernos a examinarla de cerca, pues son precisamente los secuaces rusos de Sismondi quienes intentan esfumar esta diferencia y embrollar la realidad. Las dos teorías de las crisis de que hablamos contienen explicaciones totalmente distintas. La primera teoría las explica partiendo de la contradicción existente entre la producción y el consumo de la clase obrera; la segunda se basa en la contradicción existente entre el carácter social de la producción y el carácter privado de la apropiación. La primera encuentra, pues, las raíces del fenómeno fuera de la producción (de aquí que Sismondi, por ejemplo, ataque de un modo general a los clásicos, quienes ignoran el consumo y sólo se ocupen de la producción); la segunda busca esas raíces precisamente en las condiciones de producción. Dicho en términos más concisos, la primera teoría explica las crisis como efecto de un déficit de consumo, la segunda como obra de la anarquía de la producción. Por tanto, aunque ambas teorías explican las crisis partiendo de una contradicción inherente al orden económico, discrepan plenamente al definir esta contradicción.”

¡Qué se iba a imaginar Lenin que un siglo después, so pretexto de desarrollar el marxismo, volvieran a sacar cabeza los secuaces de Rodbertus y Simondi!

El prachandismo no puede partir de las contradicciones reales del capitalismo imperialista, porque su punto de vista es el del pequeño propietario, mirando hacia atrás, hacia el feudalismo; no desde el punto de vista del proletariado, hacia adelante, hacia el comunismo, hacia  donde mira el verdadero marxismo. Es así que en los Extractos de la Resolución política y organizativa de la II Conferencia del PCN(m) (Noviembre 2005) que fueron tomados de The Worker No. 10, y publicados sin crítica por la Revista UMQG No. 32, se afirma: “El partido no debe permitir y no permitirá que se pase por alto la verdad histórica de que la principal particularidad del imperialismo y de la revolución proletaria es la alianza del feudalismo y el imperialismo.”(sn).

¡Esto no es ninguna verdad histórica, sino un vilipendio contra el leninismo! cuya teoría verdadera y exacta es: “La particularidad fundamental del capitalismo moderno consiste en la dominación de las asociaciones monopolistas de los grandes empresarios." / "...el imperialismo, por su esencia económica, es el capitalismo monopolista. Con ello queda ya determinado el lugar histórico del imperialismo, pues el monopolio, que nace única y precisamente de la libre concurrencia, es el tránsito del capitalismo a un orden social-económico más elevado." / "De todo lo que llevamos dicho más arriba sobre la esencia económica del imperialismo, se desprende que hay que calificarlo de capitalismo de transición o, más propiamente, agonizante." / "Los monopolios, la oligarquía, la tendencia a la dominación en vez de la tendencia a la libertad, la explotación de un número cada vez mayor de naciones pequeñas o débiles por un puñado de naciones riquísimas o muy fuertes: todo esto ha originado los rasgos distintivos del imperialismo que obligan a caracterizarlo como capitalismo parasitario o en estado de descomposición.”

Son esas algunas ideas de “El imperialismo, fase superior del capitalismo” escrito por Lenin ¡hace 91 años! y aún las desconocen o las callan los catedráticos “maoístas”. Son esas las ideas que ha defendido intransigentemente la Unión Obrera Comunista (MLM), en su Programa, en el periódico, en sus resoluciones. Y sin embargo el señor prachandista que atacó a la Unión en el Acto de Revolución Obrera, dijo muy campante: “Es incorrecta la síntesis de la UOC sobre el estado actual del imperialismo”. Otra aberrante afirmación del prachandismo criollo que merece ser denunciada en otra ocasión.

Cuánta razón tenía Lenin cuando recalcaba en la obra citada: “Las cuestiones esenciales en la crítica del imperialismo son la de saber si es posible modificar con reformas las bases del imperialismo, la de saber si hay que seguir adelante desarrollando la exacerbación y el ahondamiento de las contradicciones engendradas por el mismo o hay que retroceder, atenuando dichas contradicciones.”

Y esa es la esencia más profunda del prachandismo: atenuación de las contradicciones del imperialismo. Y por lo visto, ese sí es el marxismo leninismo maoísmo que convence al Señor prachandista, muy seguramente del mismo cuartel general del Señor X. Pero nos negamos a creer, que no defender ese tipo falso de marxismo leninismo maoísmo, haya sido el motivo para vetar la solicitud de ingreso de la Unión Obrera Comunista (MLM) al MRI.

 
Revolución Obera Nº 211
26 de Febrero-4Marzo 2007