LAS
TAREAS ACTUALES ...
¡Crisis, crisis, crisis! En todos los
lugares se habla de crisis; en la prensa burguesa, en la radio, en la
TV, en los bares, en nuestros barrios, en el currelo y por supuesto
en la prensa comunista. Se analizan causas y efectos de esta “nueva
crisis” (como si el capitalismo no fuese una perenne crisis para
las masas explotadas). Los análisis son generalmente buenos, el
problema llega cuando intentamos dar una respuesta a nuestra clase
que le permita salir de la crisis, aunque quizás el problema sea el
que los comunistas hablemos, sin más, de “salir de la crisis”.
Y es que la situación actual debería
llamar a la reflexión a todas las organizaciones e individuos que
realmente sean revolucionarios. Todos los analistas coinciden en que
la actual crisis del capital es la mayor desde la que precedió a la
II GM, sin embargo ¿que se está consiguiendo? Es triste ver cómo
ni siquiera los adalides del trabajo de masas son capaces de
organizar una huelga general en el Estado español y lo más que
podemos hacer es campaña por la huelga general (a la espera de que
la convoquen los sindicatos amarillos), como si la huelga general
fuese, por otro lado, la panacea a las desdichas de la clase obrera.
En cuanto a huelgas generales no queremos pasar por alto la penosa
postura que nuestros camaradas del EPK adoptaron en la huelga general
de Mayo en Euskal Herria, escudándose en que se trataba de “una
huelga política” ¿acaso un comunista no debe transformar las
reivindicaciones económicas en políticas? Pero daremos una tregua a
nuestros camaradas del Norte, quizás todavía estén desorientados
por no estar en el gobierno de la CAV gestionando la opresión
nacional y de clase junto al PNV y EA.
La Internacional Comunista aprobó en
1921 la táctica de Frente Único Proletario pues ya en 1920 Lenin
decía que la vanguardia proletaria estaba ganada para el comunismo y
que a partir de ahí era cuando se debía ganar a las masas para la
Revolución Socialista.
Parece ser que hoy día la vanguardia
también está ganada para la causa, de momento daremos por válida
esta falsa idea de que nuestras masas actuales son las amplias masas
proletarias. Bien ¿cómo vamos a ganarlas para la causa del
comunismo? La tarea de la vanguardia consiste en fusionarse con el
movimiento de masas, elevando la conciencia de la clase para que
comprenda la necesidad de la dictadura del proletariado y del
comunismo, algo que solo comprenderá desde su propia experiencia y
no desde el sindicalismo y la lucha económica, que no son ni
siquiera el aspecto principal al que tiene que referirse la
vanguardia proletaria en su acercamiento a las masas. ¿acaso un
obrero va a comprender la necesidad de derrocar por la violencia todo
orden social existente desde la lucha sindical (esa es una tesis
anarquista, pequeñoburguesa)?. O ¿van a adquirir los obreros
conciencia para sí, entendiendo que la dictadura proletaria es
necesaria para exterminar al capital, cuando llevan décadas
escuchando a los comunistas hablar de la legalidad republicana, del
parlamentarismo burgués o de la llamada transición pacífica al
socialismo, presentada en los últimos tiempos como “socialismo del
s. XXI”.?
Con monsergas de este tipo solo se
perpetúan los prejuicios legalistas y pequeñoburgueses que tienen
los obreros, prejuicios provenientes de su propia situación como
sujetos alienados, unida a la falta de un referente revolucionario
que los eduque en la necesidad de su dictadura de clase para
autoemanciparse de la esclavitud asalariada. Sin esta educación
comunista de las masas, lo “más revolucionario” que veremos será
las luchas espontáneas y económicas de los obreros (como la de los
obreros del metal de Ponte Vedra a principios de este verano), un
enfrentamiento agradable frente al monótono sindicalismo
socialfascista de los Toxo y los Méndez de turno, pero que sin una
dirección consciente y con vistas al objetivo de derrocar al Estado
burgués, se convierte en una lucha tan reaccionarias como las que
predican CCOO, UGT y la CEOE, pues en el fondo solo persiguen mejorar
la esclavitud, pero no superarla.
Terminando
ya con este supuesto de que las masas actuales son las hondas masas
explotadas, volvamos a la cruda realidad. La vanguardia teórica del
proletariado está fraccionada en innumerables “escuelas”. Una de
ellas es la de los autoproclamados marxista-leninistas, que a su vez
están fragmentados en grupos que van desde la defensa de la
“democracia participativa” hasta la defensa de la Guerra Popular
como aportación universal al marxismo-leninismo.
Por eso nuestra tarea principal es
comprender el marxismo-leninismo para así poder deslindar con todos
aquellos revisionistas que se esconden tras la falsa careta del
comunismo. Mediante la lucha de dos líneas tenemos que expulsar a
los reformistas del movimiento revolucionario único modo de llegar a
la predicada unidad comunista, otra bonita consigna que todas las
organizaciones suelen presentar, aunque en realidad el 99% de ellas
practiquen el sectarismo (en cuanto a siglas, pues los programas
republicanos tienden cada vez a parecerse más y más). Y es que este
tema de la unidad comunista debería ser tratado al modo marxista, es
decir, desde la dialéctica: antes de la unidad está lucha de
contrarios para poder transformarse y llegar a una unidad dialéctica.
Por tanto la consigna en cuanto a la lucha de dos líneas para
reconstituir el Partido Comunista ha de ser Lucha, Transformación y
Unidad. Observar la cuestión de otro modo sería utilizar una visión
burguesa y por tanto reaccionaria y anti-marxista.
Los comunistas no podemos renegar de la
lucha sindical ni de la lucha económica de las masas, entre otras
cosas porque nosotros también somos proletarios y entre que llega y
no la Revolución tenemos que comer. Pero actualmente poner todas
nuestras energías en las luchas inmediatas significa olvidar el
futuro del movimiento, nuestra principal tarea es la lucha ideológica
desde el marxismo-leninismo contra toda suerte de oportunistas, mal o
bien intencionados.
Este olvido en que se deja las
grandes, las fundamentales consideraciones en aras de los intereses
momentáneos del día, esto de perseguir éxitos pasajeros y de
luchar por ellos sin fijarse en las consecuencias ulteriores, esto de
sacrificar el porvenir del movimiento por su presente, podrá hacerse
por motivos ‘honrados’, pero es y seguirá siendo oportunismo, y
el oportunismo ‘honrado’ es quizá el más peligroso de todos...
(Engels)
Juventud Comunista de
Zamora
Agosto 2009