puntos mínimos
teóricos
anticapitalismo
Vivimos
en una sociedad subsumida por el capital en la que existe una relación
económica que hace que éste se revalorice al margen de las
necesidades humanas. La relación dominante entre los seres humanos
es como poseedores de mercancías/dinero, y la lógica del
máximo beneficio se traslada a todas las esferas de la vida. Así,
se genera una dinámica que empuja a la mayoría a no
tener mucho más que su capacidad o fuerza de trabajo para vender
a cambio de un salario si quiere sobrevivir. Es vender nuestas vidas como
una mercancía más, sometida a las leyes del mercado.
La parte
fundamental de nuestra existencia (y la definición de cómo
queremos vivir), nos es arrebatada, sustraída, relegándonos
a un papel pasivo, estableciéndose un mecanismo dónde una
minoría, en tanto que poseedores, gestores y protectores del capital,
deciden en su propio beneficio cómo han de ser las relaciones entre
los seres humanos y entre éstos y su entorno.
Toda
propuesta de transformación real y radical (que va a la raíz
de las cosas) de la sociedad, debe tener como objetivo el plantear un modelo
en el que las relaciones humanas no estén sometidas y determinadas
por las relaciones económicas, permitiendo que sea el conjunto de
las personas, libres e iguales, independientemente de su edad, sexo, cultura,
opción sexual, origen étnico, etc., en función de
las necesidades colectivas (incluída en estas el respeto y una
relación equilibrada con la naturaleza), quienes difinan las formas
y condiciones de sus vidas.
Entendemos
esta lucha anticapialista desde un punto de vista global, lo que supone
la crítica radical y la destrucción de las diferenes contradicciones
a las que nos somenten las relaciones de producción y dominación,
animando a que las personas asuman su responsabilidad individual y colectiva,
en lugar de delegar, participando en la definición y gestión
de todas las esferas de su existencia.
antipatriarcado
En la
lucha contra el patriarcado, tenemos, todavía, poco que decir y
mucho que aprender y hacer.
Llegamos a la conclusión
de que la condición de género debe ser considerada como una
lucha que atraviese todos los puntos y temáticas en las que incidimos,
y que atraviese también todas nuestras relaciones.
Parece
que tod@s tenemos claro que el antipatriarcado es uno de los elementos
básicos de nuesra acción y reflexió política,
pero hasta el momento no hemos sido capaces de ir más allá.
Por tanto,
debemos incorporar valores, elementos del discurso y de la acción
antipatriarcal en nuestras luchas y en nuestra cotidianeidad, e intentar
que todas las personas asuman que la opresión de género y
de opción sexual se consideran un elemento esencial a combatir
y que hacia ello dirigimos nuestros esfuerzos.
poder/contrapoder
El poder
es una estrategia difusa que siguen tanto l@s beneficiari@s como las "víctimas"
de este orden social injusto. En el mundo actual hay establecido un sistema
de relaciones de poder, fijadas en estructuras sociales y políticas
(como el Estado) que garantizan la capacidad de imposición y coerción
en beneficio de un@s poc@s.
Esto
incluye un conjunto de valores (jerarquización, egoísmo,
competitividad, pasividad, individualismo,..) que justifican y sostienen
dichas relaciones de dominación y obediencia. Por lo tanto, el poder
es compartido por tod@s y cada un@ de nosotr@s, ya que en el proceso de
socialización nos hecho asumir como propios y "naturales" estos
valores. Sin embargo está en nuestras manos cambiarlo.
La lucha contra el sistema
tiene, por tanto, varios aspectos:
1. La
lucha contra sus estructuras. Para combatirlas, hay que establecer unas
fuerzas que se les opongan: unos Contrapoderes (un espacio/territorio liberado,
en el que las relaciones y los valores del sistema no rijan los comportamientos
y deseos). Hay que acumular y unir fuerzas, en términos sociales,
para defender estos espacios que generan libertad, nuevas formas de pensar
y sentir (nuevas subjetividades).
2. Paralelamente
esá la lucha por la tranformación interior de cada un@, para
eliminar de nuestra cotidianeidad los valores asumidos que reproducen las
relaciones de poder. Hay que reemplazarlos por una nueva subjetividad que
se va construyendo.
autonomía
Autonomía
significaría que frente a los dictados y órdenes del mando
y la concepción del mundo que ello implica, proponemos otro tipo
de relaciones en base a la toma directa del control de nuestra vida, a
través de la lucha y la cooperación, rechazando la mediación
(de las instituciones) y negándonos a que el capital compartimente
y jerarquice de forma artificial nuestra vida. En consecuencia consideramos
la independencia de toda institución , organismo o estructura que
no respete esta concepción como básica.
En las
concepciones aplicadas a la práctica de confluencia de diversos
grupos, implica que la conjunción de todos ellos han de respetar
la autonomía de cada parte. Por un lado, ha de regir el principio
de que en lo que afecta al conjunto, decide el conjunto, pero en lo que
afecta a la parte, decide la parte. Por oro lado la capacidad de desisión
reside en el grupo, que estará implicado (y se corresponsabilizará)
en una decisión si la ha aceptado y asumido. No hay obligación
de hacer lo que no se quiera aceptar. La confluencia se hace, no en base
a una autoridad superior, sino en base a la voluntad de convergencia de
las partes. No se busca la disolución en un todo que nos haría
idéntic@s.
unión
de "lo político y lo social".
Rechazamos
la "imperante" fractura entre "lo político y lo social" resultante
de una concepción técnica de la política, encargada
de "gestionar" los recursos sociales en pos de la economía. La economía
se convierte en el elemento central de la política desterrando al
hecho social. Esta concepción asimilada por la inmensa mayoría
de la "izquierda", margina cualquier anhelo de construcción de una
sociedad nueva, pues en ella no es posible plantear las relaciones entre
seres humanos como tales, como sujetos activos, y se confía a la
"buena marcha de la economía" el mejoramiento de las condiciones
sociales, algo que a estas alturas se manifiesta contradictorio, la buena
marcha económica asegura la opresión y la mala no digamos.
Reclamamos
por tanto la recuperación de la política como búsqueda
de formas justas de relación entre sujetos sociales activos, como
apertura a la complejidad del mundo y de los seres humanos, como diálogo
entre semejantes y búsqueda de bienestar social real.
Por tanto
consideramos que lo político y lo social son inseparables, siendo
lo social el elemento central no sólo del análisis sino también
de la práctica política.
Ésta
es a la vez una concepción teórica y la estrategia práctica.
Si queremos construir una sociedad de sujetos sociales activos, autoorganizativa,
se hace necesaria la transformación del objeto económico
en sujeto político-social activo, y ese proceso no puede darse sino
en lo social, desde el planteamiento reivindicativo de propuestas locales,
en la cotidianeidad social, hacia el planteamiento global de alternativas
reales, en, desde y para toda la sociedad.
unir
todo lo unible desde las prácticas y los territorios locales
Los principios
de autoorganización y autonomía nos conducen a afincar nuestra
actividad social y política en un territorio concreto, entendiendo
este como algo que "va más allá de unos límites físico,
aunque a veces sí se reconozca en ellos, como por ejemplo, una asamblea
que realiza su actividad política y tiene su espacio en un instituto.
Otras veces el territorio se escapa a los límites físicos,
como por ejemplo le ocurree a un colectivo dedicado a la contrainformación".
A partir
de esta plataforma inicial del territorio, donde "recogemos los afectos
y la potencia necesaria para desarrollar nuestra acción política",
es necesario potenciar la unidad y la acumulación de las fuerzas
que trabajan por una tranformación liberadora de la sociedad. Más
que hablar de "alianzas" y "negociaciones", de llevarse el "gato al agua",
creemos que es necesario fomentar la cultura de la solidaridad, el respeto,
la afectividad y las ganas de aprender, que sea capaz de romper posibles
suspicacias y bloques, y potenciar la unidad en base a las prácticas
políticas.
Consideramos
que nos tenemos que mover entre dos actitudes: la humildad que nos
acerque y haga que podamos aprender de otras realidades que trabajan en
territorios distintos y con prácticas diferentes a las nuestras;
y la crítica, como valor inherente a toda aspiración de liberación,
como proceso de debate y redefinición permanente, que no separe
y distancie, sino que aproxime y una.
Hay que unir todo lo que
sea unible contra l@s enemig@s sin renunciar a la propia identidad.
Hay que construir un espacio
donde se integren las distintas formas de pensar, sentir y actuar de la
autonomía.
Madrid,
primavera de 1999.
Coordinadora
de colectivos Lucha Autónoma (II)
Modelo
organizativo.
La
organización nace como una estructura dinámica, en
la que confluyan los colectivos, con la voluntad de fomentar la autoorganización
y garantizar la mayor participación posible del conjunto de la organización
y la corresponsabilidad de los grupos tanto en la toma de decisiones como
a la hora de llavarlas a la práctica.
1.-
La asamblea General
Bimensual (con posibilidad
de convocatoria urgente)
Funciones:
- debate y decisión de las líneas políticas de trabajo
a seguir.
- valoración y control del trabajo realizado por las comisiones
En esta asamblea
participan tanto la gente de los colectivos de la coordinadora como personas
que vayan a currar (son plenarias), tod@s a nivel individual. Todas las
personas deciden si se comprometen a asumir su responsabilidad y a hacer
lo que digan.
2.-
Comisión Permanente
Funciones:
- asegurar la circulación de información tanto entre
los colectivos de la coordinadora como con los colectivos que no formen
parte de ella.
- preparar las convocatorias de Asamblea General.
- cuestiones de infraestructura.
Formada por militantes
de la organización (tanto de los colectivos como individualidades).
3.-
Comisiones Técticas
Encargadas de llavar
a cabo las tareas concretas designadas en la Asamblea General (campañas,...).
Formadas por delegados
de los colectivos y personas interesadas en trabajar.
4.-
Jornadas anuales de debate y reflexión
5.-
Debates
Que se convocarán
en función de las necesidades de los colectivos y las que pueden
acudirr colectivos e individualidades invitadas.
