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5 años riéndonos del poder...
¡
nuestra pequeña historia
         
   

JARTOS nació como fanzine en el seno de un grupo de chavales que se juntaban en el Parke Norte de Pinto, muchos de ellos compañeros en el instituto Vicente Aleixandre, en 1999. La idea surgió en noviembre de 1998, sin apenas cultura fanzinera ni política, pero sí unas ganas locas de hacer cosas. Así, se sacó un nº0 en enero de 1999, que eran dos folios grapados, gratuítos, con un cómic, la explicación de la idea del fanzine, y un comunicado antifascista de las JJLL que nos dieron en una mani. Comenzaba el popurri.

Tras engañar a los colegas para que pusieran 200 pelas para fotocopias y pagar el apartado de correos, renunciándo así a un par de litros de vino de mierda del que tan de moda estaba por aquellos norteños tiempos, nos pusimos a terminar de maketar... y...

COMENZAMOS LIÁNDOLA

En febrero de 1999, salió el nº1. Una tirada ínfima, de apenas 30 copias, que se distribuyó basicamente entre conocidos y compañeros del Instituto. El nombre del fanzine, cogido, como todos sabréis, de una canción de los superradicales y enrrollados Reincidentes. El título, una frase de un colega haciéndonos las víctimas (Nos dan libertad de expresión... hasta que empezamos a hablar). El contenido, muy "frentepopulista", los grupos que salían, de anticomerciales tienen lo mismo que la Pantoja pero con letras radicales (MCD, Soziedad Alkóholika), los artículos del poder principal del que "se ríen" es el poder "escolar", los cómics iban a ser publicados en serie y nunca llegaron a acabarse... Aun así, este primer número supura sinceridad y frescura. La portada del grupo de colegas caricaturizados portando banderas me sigue encantando.

Las consecuencias de éste panfleto terrorista no se hicieron esperar. Y es que el poder escolar con el que nos metíamos directamente se puso farruco. El director del Instituto la lió parda, amenazando con denunciar al autor de algunos insultos y barrabasadas dirigidas a este personaje (conocido lameculos del ayuntamiento, todo hay que decirlo)... Pero al final no pasó nada, un simple susto, pero que tuvo su gracia. Y es que, entonces, éramos los "más malos" del insti, Jajajaja!

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