- LO MEJOR: Loquillo, el descubrimiento de Sínkope
y la fiesta de la zona de acampada
- LO PEOR: el sonido, la masificación agobiante
y que Reincidentes van para abajo
El “Festival del Oeste” se ha propuesto crecer a lo grande,
y en su tercera edición pudimos ver que, efectivamente, lo están
consiguiendo. Para bien y para mal, y es que los festivales demasiado
tochos son bastante agobiantes y llega un momento que la mitad de los
grupos no te interesan nada de nada por eso de tener que meter música
para todos los gustos.
La asistencia según los organizadores fue de más de 20.000
personas, algo que se notaba bastante en los grandes conciertos de las
“horas punta” (Reincidentes el sábado, Despistaos el
domingo), bastante más agobiante que el año anterior donde
aun habiendo muy buena entrada te podías mover, entrar y salir
sin desear morirte. Pero vamos entrando en harina.
La “latidoexpedición” partió en dos trozos,
uno de nosotros fue desde el jueves junto a un compañero de Radio
Ritmo y otros amigos, y el otro desde el propio viernes. La fiesta
del jueves, la verdad, de marca mayor, desde aquí dar las gracias
a Carlos, del departamento de prensa de AVallekas,
por dejarnos pasar a la zona de acampada pese a no tener listas aun las
acreditaciones.
En cuanto a la música, recordar que como no somos profesionales
de esto sólo os vamos a contar lo que fuimos viendo, que no fue
ni mucho menos todo. Y es que la auténtica fiesta en estos eventos
muchas veces está más en la zona de acampada y alrededores
que viendo tocar a los artistas.
Los dos primeros grupos del viernes (El Desván del Duende
y The Buzzos) no fuimos a verlos. La Familia Iskariote
fueron la primera banda con la que disfrutamos de los bailes, es el típico
grupo “multiculti” de ska mestizaje pachanguero con letras
buenrollistas. Muy buena puesta en escena y música muy bailable.
Después fueron Mas, El Gitano, la cabra
y la trompeta (que me sorprendieron para mal ya que con este
nombre esperaba algo más pachanguero y era rock urbano); y Los
Reconoces, grupo que poco a poco se van ganando tocar más
tarde en los festivales, porque ya van movilizando bastante gente. Los
nuevos temas suenan bastante bien, y como siempre su momento álgido
es la canción de “La Risa” con todos repitiendo mil
y una veces aquello de “sin mi meeeeeeeedio graaaaaaaaamo”.
Con Mamá Ladilla llegó la locura. El cantante
y guitarra Juan Abarca ha tenido que dejar el palo con cuerdas para quedarse
solo cantando por problemas de salud en un brazo o algo así, lo
que no quita ni mucho menos fuerza al grupo, aunque Abarca fuera un virtuoso.
Pogos salvajes en varios sectores y con muchas de las canciones más
clásicas de estos madrileños.
A Lujuria no los vi ya que no me va mucho el jevi, pero
me comentan que se marcó un concierto bastante bueno y con muchas
referencias a luchas sociales y nacionales castellanistas. Algo muy curioso
viniendo de un mundo tan poco politizado como el del heavymetal. De Hamlet
sí que no sé nada de nada, es un grupo que aunque me gustaban
hace años poco a poco les he perdido la pista.
Gatillazo se marcaron un concierto con muchísimos
temas propios y menos versiones de La Polla de las que hubiéramos
deseado la mayoría del público. Destacó muchísimo
la canción que han hecho adaptando la música del famoso
y polémico anuncio de un coche con lo de “Maldita burguesía,
maldita sociedad, odio el dinero…” Les cortaron antes de acabar,
así que todos imaginamos que alguna otra canción pollera
hubiera caído.
Loquillo, por su parte, fue para mí la sorpresa
más grata del festival. Todo pose, actitud y presencia en el escenario
cuando por fin cayó la noche. Un auténtico espectáculo
el que dio el Loco en la noche cacereña, impresionante puesta en
escena y buena selección de temas aunque faltaran clásicos…
es lo que tienen los festivales.
Después fue el grupo superstar ouh yeah de la noche, el que atrajo
a bastante gente poco habitual entre la fauna festivalera, Pereza.
Es un grupo del que no he oído nada, ni me interesaba demasiado
así que a tomar algo a la tienda y a estar a punto de que un tapón
volador me reventara la cabeza, algo que hice hasta que comenzaron Los
Delinqüentes tras Kiko Veneno y Albertucho.
No fue precisamente el mejor concierto que les he visto a los jerezanos,
el sonido dio más guerra de lo normal y sonaba poco contundente.
Además de que la falta de temas nuevos hace que sean conciertos
muy parecidos a los que ya había visto. Comentar que subió
Kiko Veneno a cantar con ellos uno de los temas.
Después fue Tierra Santa, grupo que como imaginaréis
no me quedé a ver para echar otros tragos más (aun). A los
que sí me acerqué a ver pese a no conocer de nada fue a
Sínkope, que cerraban esta primera noche del festival
con su peculiar rock urbano. Servidor iba ya un tanto tocado, pero la
impresión que me dieron fue muy muy buena, tienen canciones preciosas
y fue una de las sorpresas más gratas del Extremúsika, si
bien mi estado me impidió acabar de ver el concierto entero…
Durante toda la noche, además, estuvo sonando la “carpa rock”
a un volumen infernal que si bien era una putada para intentar dormir
es algo que los más fiesteros agradecieron… a la próxima
se agradecería también algo de variedad para poner la música,
que parece que sólo tenían un CD.
El sábado amanecí con los RIP y Cicatriz de
fondo, no sé de donde demonios sonaban pero entre eso y el sol
fue imposible dormir más. Nos fuimos a comer y ducharnos en el
hostal que tenían unos colegas en Cáceres así que
muy a mi pesar me perdí a Cross Ahead, Transfer, Dr. Sapo
y sobre todo a Parabellum y Vantroi,
grupos que nunca he visto y por los que me pica la curiosidad, aunque
seguramente tenga más oportunidad, que están en bastantes
carteles festivaleros este verano. El primer concierto al que fui el sábado
fue el de Skalariak, que por fin, con esto de tener nuevo
disco, hicieron un concierto diferente a los muchos que ya les he visto.
Estuvieron bastante bien, movieron a muchísima gente a bailar pese
a la mierda de sonido que había en muchas partes del recinto, y
aunque de nuevo el exceso de celo a la hora de dejar tiempo a los grupos
les dejara sin tocar su gran tema “Sólo vivir” tuvieron
una muy buena selección de temas.
Después, Los Porretas, banda que llevaba mucho
sin ver y que sí me apetecía enterarme de si han cambiado
en algo en los últimos 6 años, pero me pudo el vicio y el
cansancio y los escuché desde la tienda. Buena mezcla de clásicos
con modernos, y parece que la gente salió muy contenta.
Tras Porretas, y del tirón, otra banda de los mitos calimocheros,
los Boikot. Primer llenazo del sábado, con mogollón
de pogos a distintos niveles, buena selección de canciones, verdaderos
himnos… lo pasé como un enano pese a que es un grupo que
en casa no escucho ni a tiros. Pero tienen muy buen directo y el ambiente
contagia.
Y más del tirón, Barricada. Me salí
a descansar diciéndome “vuelvo a entrar para escuchar las
últimas que serán “No hay tregua” y “En
blanco y negro”” cuando oigo que suena “No hay tregua”
la tercera. A mí los Barri me aburren soberanamente salvo este
par de temazos, así que sudé de entrar para aburrirme como
otras veces que los he visto, había cosas más interesantes
en la zona de acampada.
Por eso ya no me pasé por la zona de conciertos hasta que tocaron
Reincidentes, después de Mojinos Escozíos,
La Cabra Mecánica, Despistaos y Kreator.
Y si llego a saber que iban a hacer tal mierda de concierto, hubiera seguido
afuera. Cada día me transmite menos este grupo que siempre había
sido un mito para mí. Pero ahora no dicen nada. Seleccionaron muy
bien los temas, estaba todo hasta la bandera… pero me fui con cara
de “vaya jena”.
Después me quedé a ver a Barón Rojo,
grupo al que no había visto nunca y del que me gusta muchísimo
su disco clásico “Volumen brutal”. Pero los muy cabrones
como buenos jevis se enrollaban con los punteos... y se dejaron sin tocar
“Resistiré”. Así que me piré pa la zona
de acampada sudando bastante de Celtas Cortos y más
agobio masivo de gente en el retorno de Cifuentes a la voz de los pucelanos…
Y fin del Extremúsica 2006. El domingo la zona de acampada se fue
vaciando poco a poco de ambiente y vida… ¿Hasta el año
que viene? A ver cómo pinta!!!
Santi
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