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Poesía
SIN TITULO I
somos

II
Caído en silencios,
desviado en atenciones,
¡despiértame inmutable!;
sígueme incondicional,
piérdeme en niñerías
que si son mías
deseando no haber salido de ellas jamás.

Acaríciame despierto,
no me pierdas
esta vez
en tus sueños.

Un manantial
dulce de anhelos
me enceguece;
estoy lleno de aquellos que
aún me aguardan
¿los encontraré en las madrigueras insepultas?
o acaso en el regazo compuesto de tus senos,
impermeable a mi luz,
iransfigurados a tu aparición.

Esta noche,
como todas las noches,
nada me espera
salvo el fulgor claro y blanquecino
de esos
mi únicos amigos,
los pensamientos;
embotados a veces
en el sopor negligente
de no saber siquiera mi nombre;
que no es otro que el tuyo auscultado
en un bosque cercano
que ya no existe
y que tampoco nunca
pudimos ver.

Empújame correcto
entre parajes cálidos
para alcanzar así
impasible el tiempo.

Tiro nº 2 septiembre 1999

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