Las organizaciones y personas que piensan firmar la declaración libertaria "El Anarquismo en el Siglo 21" estamos decididas a poner en la práctica y con hechos las palabras de nuestra común filosofía libertaria.

En pocas décadas, la globalización económica ha causado, y causará aún más si no lo paramos, un notable aumento en la pobreza e injusticia social. Los movimientos obreros sindicalistas de antaño, fuertes y capaces de revolucionar la sociedad que les rodeada hace menos de un siglo, se encuentran ahora debilitados, incapaces de cambiar su más inmediata realidad social y mucho menos confrontar un enemigo crecido a escala global.

Por eso pensamos que los que llevamos años implicados en una lucha sindical en nuestras empresas locales, nacionales y con algunas esporádicas pero correctas acciones internacionales, debemos juntar manos y sueños con nuestros compañeros y compañeras de otros países que practican otro tipo de lucha: la de construir un mundo libre, solidario, justo y libertario desde acciones revolucionarias y libertarias en su entorno más inmediato, su barrio, pueblo o ciudad.

Pero, ya que todavía somos demasiado pocos para contraatacar a la globalización en todos sus frentes, proponemos que la solidaridad internacional de los libertarios se concentre en el apoyo semestral a unas acciones locales que ya están funcionando con un planteamiento libertario, pero que podrían funcionar mejor con una buena campaña internacional de solidaridad y apoyo mutuo.

Aprovechamos la estancia de los compañeros brasileños y uruguayos de la FAG y FAU, para pedir que ellos vengan a la reunión internacional de Madrid del 31 del marzo y 1 de abril preparados para exponernos en detalle algunas de sus actuaciones que más podrían beneficiarse de la solidaridad internacional y el apoyo mutuo y con ideas concretas sobre lo que nosotros podemos aportar desde nuestros respectivos países y organizaciones. Previamente, les pedimos que nos informen brevemente de estas acciones para que nosotros y las demás organizaciones podamos venir preparados.

Asimismo, estos compañeros serán los que reciban nuestro mandato para coordinar, mediante las nuevas tecnologías y la indeleble ideología libertaria, las acciones de solidaridad y apoyo mutuo que decidamos tomar en la reunión de Madrid. Después de este período de seis meses, se hará una evaluación de la acción, de sus aciertos y sus fallos, y se preparará la siguiente campaña semestral internacional de solidaridad.

No cabe duda de que estas campañas son complementarias a y no substitutorias de las distintas campañas de apoyo internacional que cada organización viene realizando en el ámbito interno (p.ej., el apoyo de la CGT al pueblo sahauari), y que estas otras campañas podrán llegar a ser también objeto de las campañas semestrales propuestas.

Tampoco sugerimos en absoluto que se deba de abandonar la lucha sindical, sino que las raíces libertarias de esta lucha obrera pueden y deben impregnarse mutuamente de las luchas en otros frentes que no sean la fábrica, taller, campouo oficina.

El momento es drástico y no podemos perder más tiempo. Dentro de poco veremos ciudades de 20, 30 y hasta 40 millones de pobres hacinados en ciudades sin ningún futuro salvo la anarquía, bien en el sentido que le da el poder reinante, bien en el sentido que le damos nosotros.

Estas macrociudades de la pobreza, víctimas de la rapiña continua de sus materias primas, y de la insensata política sanitaria así como de la feroz necesidad de mano de obra a precio de saldo, serán los caldos de cultivo de una futura primavera libertaria o, si no nos movemos, de los más terribles focos de epidemias incontroladas, violencia y opresión. Todo esto contrastado con la apatía de los ricos de Europa y América del Norte.

Nosotros, las mujeres y los hombres libertarios, nunca seremos libres si hay una sola persona que muera de hambre, o que vive sin dignidad y sin libertad.

Todo se comercializa, las palabras, nuestros trabajos y nuestros cuerpos, la cultura, todo, hasta nuestros genes, pasan de ser nuestros a formar parte del gran mercado del tercer milenio.

El poder moderno acapara las riquezas y destruye la clase obrera y la sociedad en general por medio de fomentar el individualismo y la precariedad. Nos vende la cuenta de que la democracia prospera y funciona y que las libertades triunfan, pero la realidad es otra. El pobre de ayer es el sobreexplotado, excluido y marginalizado de hoy, representando cada vez más de la población. Sus beneficios privados son el resultado de expolio de los bienes comunes de la humanidad y las riquezas naturales. La criminalidad financiera es un hecho: los banqueros reciclan dinero sin mirar si es blanco o negro.

Hoy en día, la globalización es un monstruo cruel e indestructible. Hemos ido siempre por detrás de sus pasos, pero estamos cada vez mas lejos de poder alcanzarlo y destruirlo. Las loables pero limitadas actuaciones internacionales (contracumbres, marchas contra el paro, apoyo a Chiapas, etc.) nos han enseñado que tenemos no solamente que trabajar más este escenario internacional, sino que tenemos que abrirnos y aceptar, como amigas y amigos, como co-revolucionarios/as todas aquellas personas y organizaciones que luchan bajo el ideario libertario, para, conjuntamente, ser el motor, sin afán de elites o de liderazgo, pero sí matronas en los alumbramientos de futuros arrebatos sociales.

Ya es hora de que luchemos juntos los y las anarquistas, anarcosocialistas, anarcocomunistas, anarcosindicalistas, sindicalistas, sindicalistas revolucionarios, libertarios y libertarias diversos, y, sobre todo, los millones de personas enfadas, que rechazan el sistema económico y político actual, y que están dispuestos a luchar por la libertad, bajo la acción directa y el federalismo, junto con el apoyo mutuo y la solidaridad internacional.

Proponemos que olvidemos nuestras diferencias, por lo menos en cuanto al desarrollo de estas actuaciones semestrales, dejando que sean los propios implicados a nivel local, los que apliquen con su sabiduría local el matiz libertario que ellos sientan y practiquen.

Queda claro que no estamos sugiriendo una nueva Asociación Internacional de los Trabajadores (AIT/IWA), con sus estatutos y acuerdos y estructuras orgánicas. Lo que proponemos es una coordinación semestral a través de una red de organizaciones libertarias con una presencia y actualización real, que se unan para luchar conjuntamente en proyectos reales en diferentes partes del globo, como respuesta a la globalización.

La coordinación semestral de esta red será rotativa, cayendo en las manos de la organización que esté llevando a cabo el proyecto local.

En el temario de las comunicaciones no entra el debate ideológico, hay otros foros para este debate, sino solamente la logística del proyecto entre manos.

Las reuniones se harán en el lugar del proyecto, fomentando la participación del movimiento libertario en las regiones y los países próximos.

Esta coordinación semestral será para nosotros, los libertarios del mundo, una escuela en la cual aprenderemos a trabajar más y mejor contra la globalización y donde, esperemos, brotarán más y mejores formas de organización internacional.

Estos objetivos de fomentar solidaridad y apoyo mutuo internacional en contra de la globalización se toman con ilusión y alegría, tenemos que poner todo nuestro corazón en lucha, junto con los desposeídos y excluidos de la tierra, con la misma dedicación que, por ejemplo, estos hombres y mujeres de Africa arriesgan sus vidas en busca de una vida digna, cruzando el estrecho de Gibraltar, para poder ser explotados y mendigados en la rica Europa.

Es la hora de aunar fuerzas, de agitar, de plantar semillas de libertad y de podar los arboles podridos que nos tapan la luz.

Lucharemos, pues, juntos para defender la dignidad y la libertad de todos y todas.