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LOS PRINCIPIOS
DE LA ORGANIZACIÓN ANARQUISTA
Las posiciones generales, constructivas
expresadas arriba constituyen la plataforma organizativa de las fuerzas
revolucionarias del anarquismo.
Esta plataforma,
que contiene una orientación táctica y teórica definida, aparece como lo mínimo
a lo cual es necesario y urgente convocar a todos los militantes del movimiento
anarquista organizado.
Su tarea es
agrupar alrededor de sí a todos los elementos saludables del movimiento
anarquista en una organización general, activa, y de agitación en una base
permanente: La Unión General de Anarquistas. Las fuerzas de todos los
militantes anarquistas deben estar orientadas hacia la creación de esta
organización.
Los principios
fundamentales de la organización de la Unión General de Anarquistas deben ser
como sigue:
1- Unidad
Teórica:
La teoría
representa la fuerza que dirige las actividades de las personas y de las
organizaciones a lo largo de un sendero definido hacia un determinado fin. Naturalmente,
debe ser común a todas las personas y organizaciones adherentes a la Unión
General, tanto en lo general como en sus detalles, deben estar en perfecto
acuerdo con los principios teóricos profesados por la Unión.
2- Unidad
Táctica o Método de Acción Colectivo:
Del mismo modo,
los métodos tácticos empleados por miembros separados y por las organizaciones
en la Unión deben ser unitarios, esto es, estar en riguroso acuerdo tanto entre
sí y con las teorías y tácticas generales de la Unión. Una línea táctica común
en el movimiento es de decisiva importancia para la existencia de la
organización y para el movimiento todo: remueve los desastrosos efectos de
muchas tácticas en oposición unas con otras, concentra todas las fuerzas del
movimiento, les da una dirección común llevando al objetivo fijado.
3- Responsabilidad
Colectiva:
La práctica de
actuar bajo la única responsabilidad individual debe ser decisivamente
condenada y rechazada en las filas del movimiento anarquista. Las áreas de la
vida revolucionaria, social y política, son, por sobre todo, profundamente colectivas
por naturaleza. La actividad social revolucionaria en estas áreas no puede
estar basada en la responsabilidad personal de los militantes individuales. El
órgano ejecutivo del movimiento anarquista general, la Unión Anarquista,
tomando una línea firme en contra de la táctica del individualismo
irresponsable, introduce en sus filas el principio de la responsabilidad
colectiva: La Unión entera será responsable de la actividad política y
revolucionaria de cada uno de sus miembros; del mismo modo, cada miembro será
responsable de la actividad política y revolucionaria de la Unión como un todo.
4- Federalismo:
El Anarquismo
siempre ha negado la organización centralizada, tanto en el área de la vida
social de las masas como en la acción política. El sistema centralizado
descansa en la disminución del espíritu crítico, iniciativa e independencia de
cada individuo y en la sumisión ciega de las masas al "centro". Las
consecuencias naturales e inevitables de este sistema son la esclavitud y la
mecanización de la vida social y de la vida de la organización.
En contra del
centralismo, el anarquismo ha profesado siempre y defendido el principio del
federalismo, que reconcilia la independencia e iniciativa de los individuos y
la organización con el servicio a la causa común.
En reconciliar
la idea de la independencia y del alto grado de derechos de cada individuo con
el servicio a las necesidades sociales y a sus requerimientos, el federalismo abre
las puertas a cada manifestación saludable de las facultades de todo individuo.
Pero con frecuencia el principio federativo se ha deformado en las filas
anarquistas: ha sido reiteradamente entendido como el derecho, por sobre todo,
a manifestar el "ego" individual, sin la obligación a los deberes de
los cuales requiere la organización.
Esta falsa
interpretación, desorganizó a nuestro movimiento en el pasado. Es tiempo de
ponerle fin en forma irreversible y firme. Federación significa el libre
acuerdo de los individuos y organizaciones para trabajar colectivamente hacia
un objetivo común.
De cualquier
modo, tal acuerdo, así como la unión federativa basada en él, sólo se
transformarán en realidad, más que en ficción o ilusión, sólo con la condición
sine qua non de que todos los participantes en el acuerdo y en la Unión
realicen de lleno los deberes contraídos, y conforme a las decisiones comunes. En
un proyecto social, sin importar cuán vasta sea la base federalista en la cual
está construida, no puede haber decisiones sin ser ejecutadas. Esto es aún
menos admisible en una organización anarquista, la cual exclusivamente toma
para sí obligaciones hacia los trabajadores y su Revolución Social. Consecuentemente,
el tipo federativo de organización anarquista, a la vez que reconoce el derecho
de cada miembro a la independencia, libertad de opinión, libertad individual y
a la iniciativa, requiere que cada miembro tome para sí deberes
organizacionales fijados, y demanda de la ejecución de las decisiones comunes.
Sólo bajo esta
condición es que el principio federativo encuentra vida, y la organización
anarquista funciona correctamente, y se dirige hacia el objetivo definido.
La idea de la
Unión General de Anarquistas expone el problema de la coordinación y de la concurrencia
de las actividades de todas las fuerzas del movimiento anarquista.
Cada
organización adherida a la unión representa una célula vital del organismo
común. Toda célula debe tener su secretario, ejecutando y guiando teóricamente
el trabajo político y técnico de la organización.
Con vista a la
coordinación de las actividades de todas las organizaciones adherentes a la
Unión, será creado un órgano especial: el comité ejecutivo de la Unión. El
comité tendrá a su cargo las siguientes funciones: la ejecución de las
decisiones tomadas por la Unión que se les haya confiado; la orientación
teórica y organizacional de las actividades de los grupos aislados de forma
consistente con las posiciones teóricas y con la línea táctica general de la
Unión; la mantención de los lazos de trabajo y organizativos entre las
organizaciones en la Unión y las otras organizaciones.
Los derechos,
responsabilidades y tareas prácticas del comité ejecutivo, están fijadas por el
Congreso de la Unión.
La Unión General
de Anarquistas tiene un objetivo concreto y determinado. En nombre del triunfo
de la Revolución Social debe por sobre todo atraer y absorber los elementos más
revolucionarios y fuertemente críticos entre los obreros y los campesinos.
Exaltando la
Revolución Social y, consecuentemente, siendo una organización anti-autoritaria
que aspira a la abolición de la sociedad de clases, la Unión General de
Anarquistas igualmente de dos clases fundamentales de la sociedad: los obreros
y los campesinos. Pone igual énfasis en la labor de la emancipación de estas
dos clases.
Con respecto a
los gremios de trabajadores y a las organizaciones revolucionarias en las
ciudades, la Unión General de Anarquistas debe dedicar todos sus esfuerzos en
convertirse en su pionero y en su guía teórica.
Adopta las
mismas tareas con respecto a las masas de campesinos explotados. Como base
jugando el mismo rol que con las asociaciones obreras revolucionarias, La Unión
aspira a concretar una red de organizaciones económicas revolucionarias de los
campesinos, y más aún, una unión específica de campesinos, fundada en
principios anti-autoritarios.
Nacida del
corazón de las masas laboriosas, la Unión General debe tomar parte en todas las
manifestaciones de su vida, llevándoles en todas las ocasiones el espíritu de
la organización, perseverancia, acción y ofensiva.
Sólo en esta
forma puede cumplir con sus tareas, con su misión teórica e histórica en la
Revolución Social del Trabajo, y convertirse en la vanguardia organizada de su
proceso emancipatorio.
Translated by 'Hombre Sociedad', Casilla 16, Santiago
58, Chile
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