El PSOE de ZP: SECTARIOS por SER ALGO
Buscando una explicación al vendaval de leyes contra la
vida, la familia o la religión en los primeros meses de gobierno de ZP no
podemos perder de vista la evidente falta de programa e identidad de su
partido.
01/11/2004:
Revista Id
y Evangelizad
Noviembre de
2004
Buscando una explicación al
vendaval de leyes contra la vida, la familia o la religión en los primeros
meses de gobierno de ZP no podemos perder de vista la evidente falta de
programa e identidad de su partido.
Falta de un programa propio, porque el grueso de su concepción
es la misma que defendía el PP:
Y, sobre todo, falta de
identidad porque ninguna de las letras de sus siglas son verdad. No es socialista, pues el socialismo es solidaridad
con todos los desfavorecidos, y lo único que les vemos defender son los
intereses particulares de grupos de presión que exhiben su diferencias como
fuente de derechos sobre los demás, ya sea los homosexuales, o los
nacionalistas, o las regiones ricas en agua,... .
Tampoco es obrero, y hace décadas que dejó de serlo; ¿qué dirían de las ministras de hoy
las militantes socialistas que en las Casas del Pueblo hacían desfiles de ropa
hecha por ellas mismas a un coste inferior a 1,5 ptas?.
Y le da vergüenza ser español, habla de estado y no de
España, como le gusta a los nacionalistas, y está dispuesto a ceder a todos los
caprichos de las regiones más ricas rompiendo la solidaridad.
Esta falta de identidad se
manifiesta a cada paso en las decisiones y rectificaciones a las que nos van
acostumbrando. Cuando hablan de lo social no saben
más que repartir limosnas del
presupuesto del Estado, nos se les ve muy dispuesto a bajarse ellos el sueldo.
En cualquier tema que tocan hacen todo menos socialismo. Si se plantean la
familia piensan en divorcios rápidos, al fin y al cabo para ellos el
matrimonio no es más que un contrato poco menos que mercantil que es necesario
flexibilizar. ¿Es eso socialismo? Evidentemente no, es el dogma neoliberal puro
y duro, individualismo disolvente contra la familia que es la primera escuela
de solidaridad. Si se plantean la inmigración ilegal hablan de dar papeles a los que ya
están trabajando, es decir, de facilitar la contratación y evitar las multas a
los empresarios y aumentar la muerte en las pateras para los empobrecidos. ¿O
es que la patera es un medio digno para buscar trabajo? Y si piensan en los
enfermos, los minusválidos, los niños con deficiencias,... su propuesta va en
la línea de la eutanasia y el aborto; la misma impiedad de Hitler aderezada en los medios de comunicación y el cine
con la propaganda emotivo-sentimental de Goebbels.
Es sabido que cuando un
grupo no tiene identidad se mantiene unido buscando un enemigo externo. Y ya que no saben bien qué son, pues cuando actúan demuestran
ser limosneros, o liberales, o capitalistas, o nazis,... se ven en la necesidad
de buscar una etiqueta que los justifique, y esta la encuentran en el
sectarismo anticatólico. Sus
medidas estrella son aquellas que atacan a la familia, a la vida, a la clase de
religión,... incluso las que parecen simpatizar con el Islam; todo vale en el
afán de parecer progresistas. Su único objetivo claro es eso que llaman laicidad, y consiste en configurar desde el poder estatal el modo de ser de la sociedad. Y eso es lo más grave, ya que ese
afán de forjar las conciencias y la subjetividad de las sociedades desde los
resortes del poder es lo propio de las ideologías
totalitarias. Mientras en la
democracia los gobernantes son gestores al servicio de lo que la sociedad
marque en las urnas, los totalitarismos se han caracterizado por imponer una
determinada confesión ideológica, laica o religiosa, según su signo. Y, resulta, que tras cuarenta años de la beatería de Franco
queriendo hacer a los españoles católicos por decreto, ahora va a tocar ser
laicos porque lo diga ZP.
Es lo que le queda al PSOE
para aparentar progresismo, pues mandando tropas a Afganistán se ha visto
evidente su voluntad de seguir siendo comparsa militar de las aventuras
coloniales de los EE. UU. (REPSOL no les iba a permitir otra cosa), y ya no vale el falso pacifismo de la pegatina del NO a
Esto nos espera de este
gobierno, traición al socialismo por traicionar a los débiles; y además ponerse ahora a desenterrar de sus tumbas a los
socialistas que sí lucharon y dieron su vida como mártires de la causa obrera. Desenterrar el hacha de guerra del
anticlericalismo, enfrentar a los españoles avivando los odios de antaño,
parece ser lo que nos espera para tapar el vacío y la desvergüenza de quienes
nos gobiernan.