Punto 2 .- Tipo social de Estado y formas políticas de gobierno

Has leído lo nuestro con total descuido o muy sesgadamente. En primer lugar, es equívoco decir que la contradicción principal se caracteriza por una <<fuerte dependencia de condiciones políticas (dependientes en última instancia de las condiciones económicas, pero con una autonomía relativa). Las condiciones políticas no se pueden autonomizar ni relativa ni absolutamente de nada. Como la misma palabra lo indica, son lo que son y punto: simples datos de la realidad a transformar en un momento determinado. Esas condiciones políticas consistían en que la China de los años veinte era una semicolonia del imperialismo japonés.

Ahora bien, la teoría revolucionaria indica que esta condición política estaba económicamente determinada. Durante los años veinte de este siglo, el estado en que se encontraba el proceso de acumulación del capital social global en las metrópolis capitalistas, su masa, no era suficiente para acabar de convertir en relaciones capitalistas puras las relaciones de producción precapitalistas -semifeudales, artesanales y rentísticas- por entonces socialmente dominantes en grandes áreas pobladas del mundo, como fue el caso de China. Como consecuencia de ello, los mercados nacionales de esas regiones del mundo eran estrechos, la acumulación del capital industrial incipiente y las burguesías nacionales emergentes, económica y políticamente débiles. En países así, sin un modo de producción dominante, socialmente desestructurados y políticamente divididos, donde ninguna clase propietaria autóctona tenía poder material y político suficiente para representar sus intereses como nación, la pura ley del valor a instancias del desarrollo económico desigual no bastaba para que el capital imperialista pudiera ejercer allí su cometido, sino que era necesario convertirles en colonias o semicolonias haciendo prevalecer la superioridad económica relativa a través de las armas y el poder político directo o indirecto.

Desde el punto de vista de la ciencia social aplicada a la realidad, semejante cuadro de situación en la China de los años veinte tiene tanto que ver con las condiciones económicas, sociales y políticas sobre las que se dirimió la lucha contra el franquismo, como la similitud que hay entre las categorías politicas de semicolonia y de dictadura militar, es decir, nada que ver. En la década de los años veinte, la burguesía china estaba sometida al dominio territorial y político que el imperialismo japonés le había impuesto por las armas, en caloboración con los sectores de clase reminiscentes del feudalismo. A fines de los años sesenta, la burguesía española gozaba como hoy de plena autodeterminación nacional y todavía se dejaba representar por la dictadura militar, forma política de dominio sobre sus clases subalternas que adoptó tras la guerra civil. Por otra parte, el proletariado chino era todavía una clase relativamente minoritaria, mientras que en la España de fines de los años sesenta, el proletariado se había constituido en mayoría absoluta de la población. Por lo tanto, la lucha de los trabajadores chinos en los años veinte de este siglo, tenía todavía tareas democrático burguesas que cumplir antes de aspirar a constituirse en clase dominante; su lucha pasaba, pues, por la liberación nacional a instancias de la revolución agraria. La lucha antifranquista en la España de fines de los años sesenta, en cambio, exigía pasar directamente a aplicar el programa socialista. La contradicción principal se fundía aquí con la contradicción fundamental, lo cual ponía a la orden día -más aun que durante la guerra civil- la consigna política de la dictadura social políticamente democrática del proletariado. Con tu manejo arbitrario de la relación entre los conceptos de "contradicción fundamental" y de "contradicción principal", una vez más reluce en tu razonamiento el método oportunista de separar la práctica de la teoría.

Tú pretendes hacernos tragar el infundio de que la lucha contra la dictadura de Franco era una tarea tan legítimamente democrático burguesa como lo fue la lucha de los chinos contra el imperialismo japonés. Falso. Porque el régimen dictatorial que surgió de la guerra civil, fue producto de la debilidad política de la burguesía nacional española no para emanciparse de ninguna potencia extranjera sino para conservar su poder al interior de su territorio soberano. El franquismo demostró que la burguesía española se había convertido en una clase reaccionaria; aquello no fue una gesta de reafirmación libertaria como la del 2 de mayo de 1808, fue un recurso bélico de última instancia dirigido no hacia fuera sino hacia dentro de sus propios dominios; fue una apelación a las armas, esto es, al "poder económicamente concentrado" de la burguesía constituida como clase dominante, que el Estado burgués de entonces ejerció fundamentalmente contra el proletariado para mantenerle sometido. Y el mérito histórico del P.C.E. en todo este proceso, consistió en limitar las luchas contra el franquismo al objetivo de reemplazar una forma burguesa de gobierno (la dictadura) por otra (la democracia) que garantice la continuidad del mismo tipo de Estado, esto es la misma dictadura social de la burguesía, vigente antes de 1936 y después de 1939, antes y después de 1975, antes y después de 1978. Después de esta prueba de la práctica, ha quedado demostrado que la única independencia política que cabe atribuir al P.C.E. es la que ha sabido mantener respecto de los intereses históricos del proletariado español actuando en su nombre.

volver al índice del documento

éste y el resto de nuestros documentos en otros formatos
grupo de propaganda marxista
http://www.nodo50.org/gpm
apartado de correos 20027 Madrid 28080
e-mail: gpm@nodo50.org