Acoso al dictador chileno

El general Pinochet no fue como un enfermo a Londres antes de ser arrestado, sino como un hombre de negocios. Unos negocios multimillonarios, asociados a la producción de armas, en los que participaban el Ejército chileno, la industria británica  e, incluso, el Palacio de Buckingham. Conexión Pinochet: La compra de barcos de guerra era el primer encargo que el dictador tenía en su viaje a Londres.

ROGELIO GARCIA LUPO

Buenos Aires.

El escándalo Pinochet ha dejado al descubierto una madeja de relaciones comerciales de los militares chilenos y la Corona británica. También el papel del dictador como coordinador de negocios de armamentos y la capacidad de presión del  lobi encabezado por la British Aerospace (uno de los pilares la industria bélica europea) han aparecido a la luz del día.

Inicialmente, el propósito del viaje de Pinochet no era la intervención de su antigua hernia sino abrir un ciclo de negociaciones  para la adquisición de tres buques de guerra británicos para la Armada chilena por 277 millones de dólares (cerca de 40.000 millones de pesetas). Esta operación iba a completarse poco después con la compra de dos fragatas por 166 millones de dólares (23.000 millones de pesetas).

Las naves continúan en el inventario de la Marina Real británica bajo los nombres Brave , London y Coventry . El destructor Cardiff , gemelo del Sheffield , hundido por los argentinos en la batalla de las Malvinas, también está en el paquete.

La naturaleza de esta operación tiene la particularidad de que el alto mando militar chileno elige el material de guerra con autonomía del Gobierno y también negocia el precio y las condiciones de venta. Esta libertad para contratar se explica porque los fondos para la guerra son recaudados a partir de la exportación de cobre, la principal fuente de divisas de Chile, tal como queda establecido por ley.

Si la compra de barcos de guerra usados es un negocio colosal para los intermediarios, en el caso chileno las comisiones se pagaban en cuentas secretas a los militares.

 La gestión que tenía encomendada Pinochet iba a reportar al general el 1% del negocio de compraventa, que ascendía a 443 millones de dólares (63.000 millones de pesetas), según dijeron en Buenos Aires expertos en el tráfico de armas. Ello supone  una jugosa tajada de 4,4 millones de dólares (616 millones de pesetas) para el general.

El papel de Pinochet en los negocios de armas es esencial porque reúne en sus manos el respaldo de los mandos y la aprobación final del Senado chileno, puesto que preside la Comisión de Defensa de la Cámara alta. Los planes de Pinochet se  echaron a perder con su arresto.

Otra operación que llevó a Pinochet fue la compra a la British Aerospace de 16 aviones de combate por 600 millones de dólares (84.000 millones de pesetas).

Esta compañía, cuyo principal accionista es la Familia Real británica, fue quien invitó a Pinochet a Londres, quien le permitió descender en su recinto reservado en el aeropuerto de Heathrow, la que abonará las cuentas de las clínicas y abogados y   también la que le liquidará el porcentaje correspondiente por los negocios comunes.

Pinochet fue quien aconsejó a British Aerospace que comprara el 35% de la industria militar Grippen, de Suecia. Los suecos compiten con los británicos en Chile. La entrada en Grippen permitirá a los británicos no quedar fuera del mercado chileno aun cuando la compañía de Suecia se adjudique la operación. También fue Pinochet quien promovió en 1997 la formación de la compañía Famae-Ordnance Ltd., entre la estatal chilena Fábricas y Maestranzas del Ejército y la británica Royal Ordnance, con el   propósito de comercializar materiales de guerra en todo el mundo, como el misil Rayo.
 
 
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