De lo que se trata no es sólo de moverse,
sino de contribuir a orientar el movimiento
en el sentido del necesario cambio revolucionario

Estimado José Luis :

En tu misiva se denota cierto desprecio por el debate teórico dentro de la izquierda, como si tal cosa fuera una pérdida de tiempo frente a lo que queda por hacer en el terreno práctico político. Tenemos que responderte que para nosotros, en el actual momento de claro retroceso ideológico y político, desorientación y confusión de la clase obrera, las tareas que se imponen como más necesarias son precisamente las de poner cierto orden en el mundo de las ideas, y la de intentar limpiar los prejuicios e ideas que han enraizado en el seno de la clase obrera, conduciéndola a sucesivas derrotas frente a su clase oponente, la burguesía.

Unas veces más, otras menos, los explotados y oprimidos siempre estamos en movimiento; la burguesía siempre nos da motivo y ocasión para contestar a la irracionalidad creciente del sistema. Pero de lo que se trata no es sólo de moverse, sino de contribuir a orientar el movimiento en el sentido del necesario cambio revolucionario. Y esto no se consigue por el sólo hecho de responder a las sucesivas provocaciones del enemigo de clase. Tú ni nadie dan siquiera un paso hasta en lo más nimio de la vida sin antes pensar, para saber en cada ocasión donde ir, por qué y para qué. Sin embargo, tal parece que, en política, todas estas elementales condiciones de una práctica racional y efectiva, a ti te traen al fresco.

Para nosotros las palabras de Lenin en el " Que hacer" <<sin teoría revolucionaria no puede haber movimiento revolucionario>> son un principio a seguir en todo momento, es decir, que toda práctica política debe estar presidida invariablemente por la práctica teórica, como requisito de una práctica social eficazmente comprometida y no como un recurso para conciliar la propia conciencia y en definitiva dejar las cosas como están. Como decía Rosa Luxemburgo en "Reforma o revolución", <<nuestra teoría, es decir, los principios del socialismo científico, establece líneas marcadísimas para la actividad práctica, tanto con respecto a los fines, como a los medios de lucha a emplear y a la forma de combatir. Por ello, muéstrase en aquellos que no pretenden más que resultados prácticos, la tendencia natural a pedir libertad de movimientos, esto es, a separar la "teoría" de la práctica, a independizarse de aquella. Por que esta teoría se vuelve contra ellos en todo momento>> así catalogaba Rosa a los oportunistas instalados en el seno de la clase obrera, que exigían "libertad de movimientos" para poder hacer lo que quisieran o dedicarse a tareas supuestamente revolucionarias en función de sus intereses inmediatos, gustos, apetencias etc.

Para nosotros, la libertad consiste en hacer lo que es necesario y no lo que a cada cual se le viene en gana hacer en cualquier momento. Para nosotros, los marxistas, la libertad consiste en el conocimiento o conciencia de la necesidad. Y lo necesario en política, no es como las ganas de ir al cine, no es algo subjetivo, es algo objetivo; es una realidad que está frente a nosotros y de la que es preciso conocer sus leyes de funcionamiento antes de actuar sobre ella, del mismo modo que cualquier trabajador necesita conocer pericialmente la materia prima que se propone transformar si es que no quiere perder el tiempo haciendo chapuzas que satisfacen muy mal o no satisfacen en absoluto la necesidad del trabajo realizado con su producto.

Y lo que la necesidad que la acción política demanda antes de actuar, es el conocimiento científico de la realidad social a transformar. Esto significa para nosotros plantear las luchas en lo más profundo del seno del proletariado, es decir, en nuestras propias cabezas. Cuando nosotros prioritamos el debate teórico en un momento de confusión ideológica y de consecuente inacción política revolucionaria, no lo hacemos en función de preferencias personales, o por que nos sintamos más a gusto en ese terreno; no es una cuestión de diversión o de "aburrimiento" –como tú planteas- sino de necesidad. Lo hacemos con plena conciencia de la necesidad de ello y tu carta nos lo confirma categóricamente.

Marx afirma en "El Capital" que la autoridad del Rey no brota del mismo Rey, sino de los súbditos que le confieren dicha majestad, pues bien, en la actual etapa del capitalismo, en la que el modo de producción ya es un modo de producción caduco, el verdadero poder de la burguesía reside en que la conciencia de su clase antagónica –el proletariado- está ganada por la burguesía, es decir, que en términos generales el proletariado carece por completo de una conciencia de clase revolucionaria, si bien no deja de luchar contra su enemigo histórico o estratégico. Y al no ver un modo alternativo al trabajo asalariado y al mercado capitalista, le confiere a la burguesía el papel dirigente en el proceso de producción y reproducción de la vida social.

En realidad el sistema de producción capitalista es un gigante con pies de barro, de una fragilidad tal, que no podría resistir el ataque organizado de la clase obrera más de una semana – como se ha demostrado en la Albania del 96, o en la Indonesia del 98 o en el más reciente alzamiento popular del Ecuador –donde ha quedado demostrado en la práctica, que un enfrentamiento de clases en un momento determinado de las contradicciones sociales, puede poner a la burguesía contra las cuerdas. Pero estas mismas experiencias han confirmado que, si las clases subalternas no tienen una determinación clara de poder, si no saben cómo y para qué sustituir a la burguesía, si no se sabe que es lo que se quiere hacer con ese poder, toda acción práctica, por más empeño y heroísmo que se ponga en ella, está condenada al fracaso; de ahí la necesidad de tener muy claro cual es la alternativa de un programa de la sociedad futura, y para esto es necesario en primer lugar ponernos de acuerdo entre quienes hoy tenemos esa preocupación en el terreno de las ideas.

Respecto a lo que planteas, a modo de ejemplo, sobre como nos organizamos mejor desde los distintos rincones de la izquierda, para llegar a los jóvenes, tenemos que decirte:

1º cuando hablas de "distintos rincones de la izquierda" estás dando por sentado que la izquierda real puede estar separada en distintos rincones. Esto sólo puede valer para la izquierda formal, la izquierda real tan solo puede estar dividida en reformista o revolucionaria, entendiendo por revolucionaria no aquella que se autoproclama como tal, sino la que está por un verdadero cambio social, porque no sólo lucha contra lo que no quiere, sino que sabe lo que quiere, que tiene un proyecto de sociedad en el que las relaciones sociales de producción son distintas de las burguesas, son superadoras de éstas, tienen un carácter socialista, y, por supuesto, plantean sus luchas con el objetivo de salir del sistema, no para quedarse dentro del capitalismo en mejores condiciones transitorias.

2º cuando dices "para organizarnos mejor y llegar a la gente joven", se nos plantea la pregunta previa de ¿para qué? Aquí lo secundario es el cómo. Aquí y ahora el cómo ya lo tenemos sin que tengamos que hacer mucho esfuerzo. Si a ti te preocupa cómo reunirte con la juventud más sana de este mundo, metete en cualquier ONG. Nosotros no estamos por esa labor, no nos parece un buen objetivo llegar a la "gente joven" por la vía del oportunismo político, adaptándose a las modas y a los modos de la juventud en los momentos de retroceso ideológico y político.

Mientras sigamos empeñados en elaborar un discurso para los jóvenes, otro para las mujeres, otro –por que no- para los viejos o los cojos del pie izquierdo etc., mientras nos limitemos a acompañarles en sus luchas por conseguir "soluciones" a sus problemas dentro del sistema actual, sin ser capaces de ofrecer alternativas globales, seriamente fundamentadas, fuera del capitalismo, seguiremos machacando en el mismo clavo "per secula seculorum".

Además, con tu pregunta pareces abundar en el "cliché" o prejuicio asentado dentro de la clase obrera, de que la " gente joven" por el hecho de serlo, es portadora de valores nuevos, pensando o mejor creyendo que si una lucha social no es apoyada por la juventud no tiene legitimación histórica. Y nada más ajeno a la verdad, los jóvenes que hoy día hacen suya la idea de la solidaridad al uso, son más viejos que un anciano de ochenta años que combatió en las filas republicanas por la revolución socialista y aún mantienen esos principios. Lo joven no es lo simplemente novedoso ni las personas en función de su edad, sino en función de sus ideas y de su compromiso. De lo que aquí se trata es de si las ideas y actitudes son nuevas frente a lo viejo, esto es, si son verdaderamente socialistas frente al sistema vigente, alternativas frente a lo caduco, revolucionarias frente al reformismo.

3º no sabemos de que práctica política provienes tú, que consideras inútil el debate teórico, pero nosotros provenimos precisamente de ahí, de una militancia que identificaba al militante de base, como aquel que se dedica a cuestiones prácticas, o a lo sumo se pasa largas horas de discusión sobre cómo organizar cosas concretas, cuestiones prácticas, del día a día, y donde lo máximo que se podía discutir en el terreno teórico era la literatura del partido, una vez que estaba ya elaborada, para así asumirla mejor y poder defenderla. En definitiva, hemos vivido en carne propia durante largo tiempo la separación de los que piensan por un lado, y de los que hacen por otro, perpetuando así en el seno de nuestras organizaciones, la división manufacturera dentro de las fabricas capitalistas, entre los que mandan y los que obedecen, que en definitiva es la división entre los que explotan y los que son explotados.

4º esperamos que dejes a un lado el "aburrimiento" y al menos leas lo que decimos en los debates y en el resto de la página, antes de calificar de "inútil" nuestro esfuerzo. Creemos que sólo una práctica adecuada a la teoría revolucionaria puede dejar sin sentido la división entre los que se dedican a la teoría desligada de la realidad y los que se dedican a "dar palos de ciego" cuando están enfrascados en la pelea contra el sistema y desprecian las ideas, la formación, la discusión etc.

Esperamos tu respuesta si lo consideras necesario, y sí no, esperamos encontrarte en el camino de la revolución si nuestros trenes van a la misma estación o al menos en al misma dirección.

Saludos comunistas.

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